Una efeméride del terremoto de 1829 más allá del simulacro

«No debemos de asustarnos ni preocuparnos. Estamos en una zona de riesgo sísmico. Debemos estar prevenidos y coordinados. En vez de no nombrarlo debemos hablar de ello con naturalidad». Lo decía este miércoles el concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Torrevieja, Federico Alarcón (PP), para anunciar un nuevo simulacro de terremoto que desarrolla durante toda la mañana de este jueves en Torrevieja. Ya es un avance, porque hasta hace poco más de una década la divulgación del riesgo sísmico era tabú en la ciudad turística y en la Vega Baja.

Terremotos del siglo XIX

Los cargos públicos -siempre con la mente puesta en el crecimiento turístico residencial, que es lo importante por estas tierras- eran negacionistas del riesgo sísmico. El terremoto de marzo de 1829 no existía. La larga serie sísmica que lo anticipó y le siguió tampoco, y los otros grandes terremotos que sacudieron a la comarca también en el siglo XIX - poco conocidos pero que provocaron graves daños materiales y personales- ni se mencionaban.

Creencias populares

Pero aunque minoritarias, todavía se encuentran creencias populares tan arraigadas en alguna de las poblaciones que quedaron arrasadas aquel 21 de marzo, como las rogativas que año a año salen a la calle en honor a San Emigdio en Almoradí y Catral. A ellas se han unido en los últimos años con más contenido práctico para la protección civil los simulacros de Torrevieja. Y hoy la Vega Baja celebra a su manera, entre el pasado y el presente, la efeméride.

En Torrevieja más de setenta efectivos de emergencias (Bomberos del Consorcio Provincial, Policía Local, Protección Civil, Guardia Civil, personal del Hospital Universitario de Torrevieja y el hospital privado Quirón, una unidad canina y Policía Autonómica entre otros medios) ensayan un simulacro con rescates en el IES Mediterráneo, el CEIP Nuestra Señora del Rosario.

Y como novedad, y a lo remake histórico, el simulacro incluye una situación en la que la Iglesia de La Inmaculada, como ocurriera hace ahora más de 180 años, sufre grandes daños, aunque, al contrario de aquella trágica tarde en que la torre del campanario se derrumbó, hoy está previsto un rescate con tirolina desde el campanario de levante. El Ayuntamiento ha advertido que esta simulación requiere de algunos cortes de calles puntuales en el entorno de la plaza de la Constitución. El centro de control y coordinación con una unidad móvil de comunicaciones estará instalado en el paseo de Vista Alegre.

El jefe del Parque de Bomberos de Torrevieja, Mariano Caballero, acompañaba al concejal Alarcón en la presentación del simulacro y explicaba que se va a realizar en función de las indicaciones del plan autonómico de riesgo sísmico y el local. Por iniciativa municipal han sido distribuidos además entre los 15.000 alumnos de los centros educativos un tríptico con consejos claros y directos en caso de terremoto. El que se simula hoy en Torrevieja es de magnitud 5 en la escala Mercali.

Lorca

Fue el trágico terremoto que afectó a Lorca en 2011 el que rompió la espiral del silencio. Poco después Torrevieja acogió su primer simulacro. El de hoy por segundo año consecutivo coincide con la fecha histórica. El que fue conocido como Terremoto de Torrevieja también tiene su conmemoración teatralizada y didáctica desde hace unos años de la mano de la Asociación Cultural Ars Creatio y su «1829: Torrevieja Tiembla», la última el pasado fin de semana.

Rogativa

Otros municipios como Catral o Almoradí son de más larga y popular tradición. En Catral, tras la misa de las 19 y en silencio, salen en procesión las imágenes de San Emigdio, protector contra los terremotos, el Santo Cristo de la Salud y la Virgen de la Soledad. Cuenta la tradición que los efectos no fueron tan devastadores en esta población por intercesión del santo italiano. En Almoradí, que quiere consagrar un museo al hecho histórico y fue uno de los lugares más afectados en 1829, la imagen se saca a la plaza de la Iglesia tras la misa y se hacen rogativas para evitar más desastres.

Doce mil alumnos de Torrevieja participan en el simulacro de terremoto en el aniversario del seísmo de 1829

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Tiempo de terremotos

El comienzo de la primavera ha sido siempre tiempo de terremotos para los mayores de la comarca. Ahora también lo es para una visión científica de lo que ocurrió en Daya Nueva, que acogió en su museo de La Alquería hace unos días la conferencia del catedrático Gregorio Canales bajo el título «El terremoto de 1829 en el Bajo Segura: de la vivencia dramática al olvido». El profesor almoradidense es quien documentado y analizado de manera transversal aquella histórica serie sísmica.

Terremoto

Plan

Además de la divulgación -y de aprobar el plan de riesgo sísmico municipal en el pleno de Torrevieja-, solo falta reconocer que la comarca no está, ni de lejos, preparada para afrontar un terremoto de entidad. Sobre todo a la hora de hacer cumplir, de verdad, la rigurosa normativa sismorresistente, que sobre el papel de los visados del colegio de arquitectos encarece los proyectos en una zona que tiene a la construcción como motor económico. La historia siempre se repite, tarde o temprano. San Emigdio, ruega por nosotros.