La Vega Baja enviará hasta 35.000 toneladas al año de residuos a vertederos de Valencia

El Consorcio Vega Baja y la Entidad de Tratamiento Metropolitano de Valencia firman un convenio a tres años con un coste mínimo de 150 euros por tonelada

El precio se eleva a más de 230 euros si se suma el coste de los 440 kilómetros que deben realizar los camiones desde Dolores

La falta de planta de valorización y eliminación comarcal multiplica los costes para los 27 municipios del Bajo Segura

La falta de reciclaje en origen impide la valorización de la basura en las plantas de eliminación. Más del 70% de los residuos terminan todavía enterrados. Planta de Xixona donde llega la mayor parte de la basura de la comarca

La falta de reciclaje en origen impide la valorización de la basura en las plantas de eliminación. Más del 70% de los residuos terminan todavía enterrados. Planta de Xixona donde llega la mayor parte de la basura de la comarca / Alex Domínguez

D. Pamies

D. Pamies

La Vega Baja exporta basura al resto de la Comunidad Valenciana desde hace décadas y cada vez en mayor volumen. Carece de instalaciones propias para valorizar y eliminar los residuos de manera que el Consorcio Vega Baja Sostenible ha tenido que firmar un convenio con la Entidad Metropolitana para el Tratamiento de Residuos (EMTRE) de Valencia ciudad y su entorno, para enviar a sus plantas de Quart de Poblet y Manises hasta 35.000 toneladas anuales de residuos procedentes de los 27 municipios de la comarca. El convenio tiene una vigencia de tres años.

Esta cantidad supone el 20% de las casi 200.0000 toneladas de basura que genera el Bajo Segura, que recurre sobre todo la planta de eliminación de Piedra Negra en Xixona y en menor medida a las de Fontcalent (Alicante), Elche, Villena, Cañada Hermosa (Murcia) y la planta de Guadassuar del Consorcio de la Ribera (València).

Planta de eliminación de residuos de Xixona

Planta de eliminación de residuos de Xixona / Alex Domínguez

Ciento cincuenta euros sin transporte

En el capítulo de cuentas la factura por el tratamiento de cada tonelada de basura le saldrá por más 150 euros, IVA incluido, a cada municipio. A los cien euros en concepto de valorización, deben sumarse los 24 por cada tonelada que termine enterrada -el nivel de reciclaje apenas alcanza el 50% de lo que entra en las plantas-, e incorporar a esa cifra el impuesto estatal por el que se paga 30 euros por tonelada generada, precisamente para que los municipios se tomen en serio el reciclaje en origen. En el global hay que incorporar los costes de transporte que superan los 70 euros por toneladas, pero que pagan los municipios a la empresa gestora del Consorcio Vega Baja Sostenible, no a la planta de eliminación.

La planta comarcal en tres años

Además de pagar el tratamiento a sus residuos la Vega Baja deberá compensar la solidaridad y colaboración actual del Emtre a la hora de que la basura del Bajo Segura ocupe los vasos de las plantas del área metropolitana de València, "dejando" un espacio equivalente en toneladas en la futura planta de eliminación (vertedero) de la Vega Baja, que ambos consorcios sugieren que podría estar en marcha en un periodo de tres años.

440 kilómetros

El viaje que deberá realizar la basura que se genera en el sur de la Comunidad Valenciana desde que se reciben los residuos en la planta de transferencia de Dolores hasta València supondrá 440 km ida y vuelta. Un transporte cuyo coste se paga al margen. Los municipios son los encargados de abonarlo a la multinacional Prezero que gestiona la concesión de los residuos comarcales UTE Vega Baja tras su compra a Cespa-Ortiz, empresa que la ganó en el polémico concurso judicializado en la Operación Brugal en 2008.

Planta de transferencia de residuos de Dolores. La única instalación fija construida para la gestión de residuos en la comarca

Planta de transferencia de residuos de Dolores. La única instalación fija construida para la gestión de residuos en la comarca / Tony Sevilla

Improvisación y coste económico

Carlos Arribas, de Ecologistas en Acción, ha cuestionado la improvisación y emergencia con la que planifica el Consorcio y ha reseñado que esa falta de previsión tiene su origen en la nula voluntad de ayuntamientos y administración en adoptar el reciclaje en origen, al margen de que la comarca carezca de las instalaciones necesarias.

Los ayuntamientos, al contrario de lo que ocurre en el resto del país, prefieren pagar más y hacer pagar más sus ciudadanos antes que exigir a las empresas de recogida y a sus vecinos las medidas obligadas por la legislación para reciclar en origen. Torrevieja "pasa", de momento, de instalar los 1.500 contenedores de orgánicos marrones pese a que paga dos millones euros a la empresa de recogida Acciona en un servicio que recoge esa mejora desde junio de 2022, y Catral retira el puerta a puerta. Son dos ejemplos. Los municipios están actualizando sus ordenanzas fiscales de tasa de recogida porque la legislación obliga a que se igualen al coste del servicio. Lo han hecho algunos como Benidorm. Pero Torrevieja, por ejemplo, se ha negado, aunque quizá tenga que hacerlo para 2025.

Un camión de carga lateral en Torrevieja

Un camión de carga lateral en Torrevieja / JOAQUÍN CARRIÓN

Conciencia ecológica

Arribas señala que el reciclaje en origen no es solo una cuestión de conciencia ecológica, es también un importante asunto económico. Y mientras no se pueda comprobar y rebajar la tasa al ciudadano que recicla, eliminando sus residuos en el contendor marrón para residuos orgánicos en vez de mezclar en el contenedor de resto gris, no se podrá avanzar reduciendo el volumen de basura que se genera. "Es cuestión de que la gente se dé cuenta de que le toca el bolsillo hacerlo mal. Y de que empiece a hacerlo bien", ha señalado. En algunos municipios de la provincia ya ha comenzado a implantarse un sistema de tarjetas personales para el uso del contenedor marrón de orgánico. Quien recicla paga menos.

Documento

El Consorcio Vega Baja Sostenible - Plan Zonal 11, Área de Gestión 6- es el responsable de la transferencia, tratamiento, valorización y eliminación de los residuos urbanos de los 27 municipios de la comarca de la Vega Baja. Está integrado por la Generalitat Valenciana, la Diputación Provincial de Alicante y los municipios de la comarca con una representatividad ponderada en función de su población.

El convenio se firma ante las dificultades del Consorcio A6 para llevar a cabo "un correcto y sostenible tratamiento de los residuos domésticos" y "amparado en los principios de solidaridad, subsidiaridad, responsabilidad compartida, concertación y colaboración" de las distintas administraciones, según indica el documento.

Una gestión discreta

El presidente del Consorcio Vega Baja Sostenible, Francisco Cano, alcalde de Formentera del Segura (PP), está llevando a cabo una gestión del Consorcio con escasa proyección pública. Tampoco la entidad pública ha explicado el convenio con el Emtre, que se ha hecho público en el Diario Oficial de la Generalitat este jueves, pese a que está vigente desde el 1 de enero, y solo aparece en la web del Emtre. Tampoco los alcaldes se han pronunciado al respecto.

PP y PSOE, al contrario que anteriores mandatos, están llegando a acuerdos por unanimidad en los órganos de dirección del Consorcio desde que comenzó el mandato. Y negocian dónde se ubican las instalaciones fijas de tratamiento que requiere la comarca. Un consenso que se deriva del enorme coste actual de todo el ciclo de recogida de residuos y eliminación que es inasumible para las arcas municipales si no se pone en pie la planta de valorización y eliminación. De momento nada se sabe de la ubicación de la planta de valorización y la de eliminación (vertedero) pero sé está evaluando. El Consorcio ya avanza en la puesta en marcha de varios ecoparques fijos en toda la comarca, incluido el de Orihuela, y asumir el de Torrevieja.