Tras los pasos de Sócrates

Cinco estudiantes del IES García Berlanga de Sant Joan logran el quinto puesto en la Liga de Debate donde competían con 14 equipos de Cataluña, Baleares, Andorra y la Comunidad Valenciana

Los cinco estudiantes del IES García Berlanga que han participado en la Liga de Debate.

Los cinco estudiantes del IES García Berlanga que han participado en la Liga de Debate. / INFORMACIÓN

"¿Habría que regular las redes sociales para combatir la desinformación?". Es la pregunta y el hilo argumental a través del cual Joan Urios, Hugo Jarrín, Pablo Sánchez, Paula Valero y Adán Balsera, estudiantes de segundo de Bachillerato del Instituto Luis García Berlanga de Sant Joan d'Alacant, han estado trabajando a lo largo de todo el curso, preparándose argumentaciones a favor y también en contra sobre este asunto.

Los jóvenes han participado en la Liga de Debate de Secundaria y Bachillerato impulsada por la Xarxa Vives y han llegado hasta la fase final que se celebraba a finales de marzo en la Universidad de Valencia donde competían representantes de 15 universidades. Ellos representaban a la Universidad de Alicante (UA), tras haber ganado en febrero y ante 14 equipos la fase local que los clasificó.

En la competición han participado estudiantes de entre 15 y 18 años de zonas donde se habla valenciano y catalán: de la Comunidad Valenciana, Cataluña, Baleares y Andorra. Una competición con un objetivo claro, la mejora de las habilidades comunicativas de los estudiantes.

Su capacidad de oratoria y de convencer les ha hecho estar entre los primeros. Y el entrenamiento que han desarrollado a lo largo de este año les ha valido el quinto puesto de esta Liga, algo que les llena de orgullo, tanto como a su centro educativo, donde ya piensan en la competición del curso que viene.

Paula durante su exposición en la Liga de Debate.

Paula durante su exposición en la Liga de Debate. / INFORMACIÓN

Dos equipos

En la Liga de Debate dos equipos se enfrentan dialécticamente contraponiendo sus posturas, pero sin saber hasta el momento de la competición de qué lado deben estar. Porque mienras un equipo debe de esgrimir argumentos a favor, los otros tienen que tratar de convencer con los suyos de todo lo contrario. Y todo ello con distintos argumentos relacionados con las redes sociales, un tema que a los más jóvenes les afectan especialmente.

Desde julio

En la competición tienen que intentar demostrar que su postura es la mejor y la más coherente con sus ideas. Y para lograrlo, los santjoneros llevan entrenándose desde julio, explica el profesor que les ha formado, Pau Calabuig, que enseña filosofía en el Berlanga y que acumula siete años de experiencia preparando a alumnos en esta competición.

El docente explica que el García Berlanga ya participó por primera vez el año pasado y el resultado fue motivador como para probar de nuevo este curso. Tres de ellos ya habían estado en la Liga el año pasado, lo que les ha permitido tener más tablas para enfrentarse a la de este año. Y no les ha importando a los cinco estudiantes que este sea el año clave en el que tienen que enfrentarse a la temida prueba de acceso a la Universidad. Dan por muy bien empleadas las horas de su tiempo libre que han dedicado a prepararse y a aprender a argumentar y a responder a otras ideas. A pensar de una forma, y también de la contraria. Y a ser más críticos con todo lo que les rodea gracias a este aprendizaje.

Los cinco estudiantes preparados para su intervención en la Liga de Debate.

Los cinco estudiantes preparados para su intervención en la Liga de Debate. / INFORMACIÓN

Tratar de desmontar los argumentos del contrario

En la competición, durante media hora los dos equipos hacían su exposición, luego contaban con dos turnos para refutaciones y tratar de desmontar los argumentos del contrario. Una batalla dialéctica "muy enriquecedora" y que supone una gran exigencia para los estudiantes, según explica Calabuig, que detalla que para llegar ahí en julio se inició el trabajo preparando el tema.

En octubre empieza la fase de documentación y redacción del discurso. Luego llegan los ensayos, en los que se trabaja la dicción, la locución, el lenguaje no verbal. Primero se preparan como oradores y luego como refutadores.

Paula, de 17 años, es la única chica del equipo, y también la única que se preparó las dos posturas. "Era un poco más de presión", reconoce, a la vez que confiesa que "hablar en público me gusta y después de esta experiencia ya no tengo vergüenza, me resulta normal y natural", cuenta.

"Un aprendizaje"

Para Adán la experiencia ha merecido mucho la pena y no siente que le haya quitado tiempo. "Ha sido un aprendizaje muy grande para mí", confiesa, y recuerda que el momento más tenso fue el de una pregunta que le descolocó "porque no tenía mucho que ver con el tema". Por su parte, Pablo asegura que se ha dado cuenta de que le gusta hablar delante de los demás, aunque al principio sienta nervios. Mientras que Joan explica que una de las enseñanzas que recoge de esta experiencia es que "no todo es blanco ni negro". Y a renglón seguido el profesor explica que cuando se preparan las dos posturas "tienen que ser compatibles con lo que pensamos, para no defender algo en lo que no creemos en absoluto".

Lo que todos reconocen es que para elaborar un buen discurso hay que prepararse mucho e informarse. Y Pablo apostilla "los políticos tendrían que parecerse más a nosotros, porque el mensaje es más constructivo".

"Salir de la carcasa de la adolescencia"

La importancia de crear oradores es fundamental para el profesor que les ha preparado. "Para mi la parte oral es muy importante en la educación y la incorporo en la dinámica de la clase", explica Pau Calabuig, que explica las dinámicas de clase que pretende es que se produzca "un diálogo socrático" donde el argumento es importante, pero que el alumno participe tiene más valor. Y añade que es importante animar a los alumnos y facilitarles el "salir de la carcasa de la adolescencia".