Atemorizados por las ratas en Mutxamel

Vecinos del Camino La Rula denuncian que roedores de gran tamaño se meten en sus casas. El próximo alcalde recoge el testigo y se compromete a pedir a Lokímica que intervenga en las alcantarillas para atajar el problema

Alarma por la numerosa presencia de ratas en Mutxamel

Alex Domínguez

Adolfo Granados estaba el domingo tranquilamente sentado en su sofá cuando oyó tras él un ruido y un click. Se acaba de cerrar la jaula. Movió el mueble y se encontró con una enorme rata que había caído en la trampa que había puesto para cazar roedores, porque no es la primera que se cuela en su casa. Denuncia que lleva meses sufriendo el problema y pide soluciones para evitar vivir con el susto en el cuerpo a diario.

Sus vecinos, que viven en el entorno de la ermita de San Antón de Mutxamel, denuncian la proliferación de ratones que les impiden hacer una vida normal. A punto de entrar el verano, advierten de que tienen que mantener selladas las puertas y ventanas si no quieren que los roedores, que además son de gran tamaño, entren en sus casas. Se trata de una zona muy próxima al casco urbano, pero rodeada todavía de solares y algunas casas bajas abandonadas.

Adolfo en la terraza de su edificio, rodeado de solares y casas bajas.

Adolfo en la terraza de su edificio, rodeado de solares y casas bajas.

El de Adolfo es un problema mayor por el agravante de que tiene un alto grado de dependencia ya que es sordociego, con una discapacidad del 83%, se mueve ayudado por el bastón rojo y blanco, lo que le hace más difícil enfrentarse a estos animales, y tiene un miedo atroz a que una rata le pueda morder. Por el momento, los que ya han sufrido las dentelladas de los roedores han sido algunos de sus muebles, como el sofá, puertas y cables y el tubo de una estufa que tuvo que arreglar. Ha tenido que poner en altura el cable de internet porque se lo comieron los roedores. "Me dio mucha rabia", comenta sobre los destrozos que ha sufrido. Y reconoce que saber que cada día pueden entrar ratones en su casa "no me hace ninguna gracia, se pasa muy mal". Y expone sus temores a que puedan morderle y sabe que "si las acorralas te pueden atacar".

Adolfo vive en el Camino La Rula, a cinco calles del Ayuntamiento de Mutxamel, en una casa en primera planta que compró en 2022, con un gran patio, porque convive con dos perros enormes. Por ellos mantiene la puerta abierta, para que puedan salir y no sentirse encerrados. Pero sabe que esa misma es una de las entradas de los ratones a su casa. Reclama al Ayuntamiento que mantengan de forma periódica una fumigación, "que las haga cada 6 meses hasta que acaben con ellas", ruega.

"Las veo correr y pasar por la barbacoa de mi casa y cuando voy a tender me aseguro de cerrar la puerta para que no se me meta ninguna"

Manoli Gómez

— Vecina del Camino de la Rula

Su vecina Manoli Gómez por contra, asegura muy bien las puertas y ventanas porque no quiere más sustos, pero lamenta que con el calor la situación es insostenible. "Yo las veo correr y pasar por la barbacoa de mi casa", explica poniendo cara de asco, "cuando voy a tender me aseguro de cerrar la puerta para que no se me meta ninguna", añade. Manoli reconoce que el hecho de tener solares y casas abandonadas cerca facilita que haya ratas y pide al Ayuntamiento que intervenga en las alcantarillas.

Manoli Gómez es vecina de Adolfo y también denuncia el problema de ratas que hay donde viven.

Manoli Gómez es vecina de Adolfo y también denuncia el problema de ratas que hay donde viven.

Adolfo tiene dificultades para poder atrapar a los animales porque con su gran discapacidad, tiene restos de visión y apenas oye, su libertad de movimientos es escasa, por eso, junto a él está Arantza Alfaro, que es trabajadora social de la Asociación de Personas Sordociegas de la Comunidad Valenciana (Asocide) y a quien ha recurrido para tratar de solucionar su problema. "Me parece contradictorio que vengan a ayudarle para las tareas y no se mantenga una limpieza exahustiva, máxime cuando es una persona sorda y ciega", reclama la técnica.

La trabajadora social considera grave que sufriendo una gran discapacidad y recibiendo ayuda municipal, no se haya hecho nada para que no vuelva a repetirse este problema". Y ello porque el consistorio mutxamelero ya tuvo que intervenir en otoño pasado tras la denuncia de Adolfo porque las ratas entonces ya se le metían en su casa. "No es normal que esto ocurra por segunda vez en el mismo año, tendrían que tomar medidas", advierte.

Otro vecino, Jorge Ramón Valero, explica que las ratas salen de un solar donde hay un gran ahujero y también de una casa abandonada. Se ha librado de que entren ratas porque asegura "la pared de la parte trasera es muy alta y no pueden entrar"

Desde el consistorio tienen constancia que el 21 de septiembre Adolfo presentó una queja y que la policía acudió y el 4 de octubre que es la fecha del informe que se realizó. Y en aquel momento ya se hizo una intervención. Apremian a los vecinos a comunicar al Ayuntamiento el problema si lo están volviendo a sufrir para que se puedan tomar medidas.

Por su parte, el próximo alcalde de Mutxamel, Rafael García Berenguer, que tomará posesión el próximo sábado, reconoce que en la zona del Camino La Rula se están destinando muchos esfuerzos para mejorar las condiciones urbanísticas y que ya se ha urbanizado parte del entorno, pero quedan zonas por urbanizar y mejorar. De hecho, ahora mismo se están construyendo nuevas aceras en el Camino La Rula. Tras conocer los problemas de los vecinos, el que el próximo sábado se convertirá en primer edil se ha comprometido a trasladar a la empresa Lokímica la situación, ya que son ellos a través de la Mancomunidad de l'Alacantí quienes hacen los trabajos de desratización y desinsectación.