Gato encerrado en El Campello

Los felinos toman varios puntos del municipio pese al esfuerzo de las protectoras y del Ayuntamiento por frenar su proliferación

El concejal de Medio Ambiente propone una reunión con el resto de municipios de l'Alacantí para tratar un tema que ya figura en el orden del día

Son sigilosos, maestros del escondite, se escabullen en cuanto ven a un extraño, pero pese a todo, resulta imposible no cruzarse con uno de ellos. Los gatos ya dominan varias zonas de El Campello, que cuenta con varios focos críticos con "colonias descontroladísimas". Así define la situación Esther Romero, representante de la Asociación Protectora de Animales El Campello (APAC), que se está produciendo en un solar privado ubicado en la calle de Colón, donde los felinos han establecido uno de sus cuarteles generales.

El bastión está compuesto por los vestigios de un inmueble, cuyos peldaños y vallado han sido presa de una abundante vegetación, donde los gatos han erigido su fortaleza. El entorno de este improvisado refugio es uno de los sectores donde la naturaleza se está abriendo paso sin freno, aunque no es especialmente complicado ver felinos por otros lugares de la ciudad. Así sucede sobre todo en solares, "espacios delimitados" por el Ayuntamiento para frenar su propagación donde "la gente les lleva comida".

Colonias descontroladas de gatos en varias zonas de El Campello

Un gato posado sobre el vallado de un inmueble abandonado en un solar en la calle de Colón. / Aitor Soler

Esa gente son los miembros de agrupaciones como APAC, que realizan un "sacrificio mental y físico" que no tiene premio. Al menos, uno que reconozca la dedicación de una red de personas, entregada a una causa difícil de abordar. La protectora destina "25.000 euros anuales" y "asumen gastos veterinarios inasumibles" para contener más de 60 colonias que, según sus cálculos, hay repartidas por todo el término municipal. "Saturados, quemados y extenuados", son los términos escogidos por la integrante de la asociación para describir el estado de ánimo, el suyo y el de sus compañeras, que no es el único obstáculo que han de superar para llevar a cabo su altruista labor.

Locas de los gatos

Porque no solo luchan contra la falta de recursos, sino también contra los prejuicios de algunos sujetos que, lejos de comprender su labor de control de la población felina, las toman por unas "locas de los gatos". Amenazas de "matarlos a palazos" o "envenenarlos", invitaciones no muy amables de "llévatelos a tu casa" o insultos que van "de guarra para arriba". Estas son algunas de las actitudes que aguantan durante unas jornadas de trabajo voluntario en las que han llegado a sentir "miedo". Pero la crueldad siempre tiene una cara aún más oscura, y en este caso las encargadas de mostrarla han sido algunas personas que conocen su labor y que "se dedican a abandonar gatos en las colonias, donde saben que vamos a encontrarlos"

Reunión urgente

"Nos llegan cajas y bolsas llenas de gatitos, nos los dejan lactantes con nocturnidad y alevosía", relata la representante de la asociación, que critica la falta de empatía y advierte que "sin nosotras habría una plaga". Pero pese a todo, Romero agradece la "buena disposición" de Marcos Martínez, concejal de Medio Ambiente, que no se ha limitado a entrevistarse con los miembros de la agrupación. El edil ha ido un paso más allá y "ha propuesto una reunión" que se celebrará "pronto" para tratar el asunto con "todos los municipios de la Mancomunidad de l'Alacanti para marcar políticas comunes en este tema, que figura ya en el orden del día".

Colonias descontroladas de gatos en varias zonas de El Campello

Lugar tomado por una colonia descontrolada de gatos en el centro de El Campello. / Aitor Soler

En este sentido, la propia Mancomunidad, según datos aportados por fuentes del equipo de gobierno, aporta 9.600 euros para campañas de esterilización, que también están financiadas con un contrato municipal específico de 5.505 euros para 2024. Estos no son los únicos pilares económicos de una misión, cuya fuente principal de inversión son los 15.000 euros procedentes de la partida de gastos diversos destinados a acciones públicas relacionadas con la salud.

Pero de momento, este dinero no ha sido suficiente para frenar la proliferación de unos animales de los que se calcula que hay 1.500 en territorio campellero. Y "seguro que serán más cuando se actualice el censo", señalan desde la corporación, a la que "se le ponen los ojos como platos al ver lo que gastamos", apuntan por parte de APAC. Sus socios piden un mayor esfuerzo y lamentan la minúscula cantidad que les llega de toda la estructura de inversiones destinadas a la castración y que únicamente sirve para cubrir "un 4% de sus gastos": "Nos da para 30 gatos, que son los que estirilizamos en un mes".

Momentos difíciles



Esther Romero recuerda algunas de las escenas más traumáticas que ha vivido como voluntaria de APAC. El caso más reciente es el de un gato, cuyo cadáver fue hallado repleto de heridas de perdigón. Hay otras veces en cambio en que la causa no es la crueldad, sino la falta total de responsabilidad, de la que adoleció el propietario de un pastor alemán, cuyas fauces destriparon a una gata a la que la integrante de la protectora estaba tratando de alimentar es un espacio delimitado para tal fin.