El Campello celebra una fiesta por los 103 años de su vecina más longeva

Es, literalmente, un cielo de mujer. Un encanto con una mente súper lúcida. Araceli Carrera Cruz se ha convertido en la persona más longeva de El Campello.

El 24 de enero cumplió, nada más y nada menos, que 103 años, aunque ella dice que en realidad ha cumplido 3 porque puso el marcador a cero justo el día que alcanzó el grado de centenaria. Y de eso nada. Ahora tiene 3, y el año que viene cumplirá 4… y así hasta que el cuerpo aguante.

Natural de Melilla, lleva muchos años viviendo en El Campello. Viuda, tiene dos hijos (Santiago y María Luisa), cuatro nietos y cuatro biznietos. Ahora reside, desde el 28 de diciembre de 2023, en la Residencia Orpea de El Campello, donde la miman como al resto de usuarios.

Ha sido ama de casa. Entre sus aficiones destacan leer (revistas en especial), jugar al parchís (es experta en este juego de mesa y actualmente sigue jugando a diario), y ver concursos y series emiten en televisión.

Siempre ha sido una señora sociable y cariñosa, y en la residencia dan fe de ello. La directora, Isabel García Carrillo, se encargó de organizarle una fiesta especial de cumpleaños, a modo de homenaje.

Movilizó al resto de usuarios, a la familia, con los dos hijos que acudieron al acto, y al Ayuntamiento de El Campello, que desplazó al acto a la concejala de Tercera edad, Maricarmen Alemañ, y al edil de Salud Pública, Maros Martínez.

Los dos tuvieron oportunidad de hablar con ella y comprobar que, efectivamente, se trata de una mujer especial. “Araceli transmite humildad, sosiego, amor, y una sabiduría propia de la edad que tiene… y da igual que sean 103 años o 3. Los que ella quiera, porque está en su derecho”, señala Maricarmen Alemañ.

“Yo no sé dónde está el secreto o la fórmula, pero Araceli ha alcanzado esa edad por algo, de lo que me alegro enormemente, y espero seguir viniendo cada año para darle un beso bien grande y felicitarla”. añade.

Fue una fiesta por todo lo alto, en la que no faltaron globos, tarta, regalos (un parchís nuevo le hizo especial ilusión), y hasta música y canciones que ella bien conocía, que llegaron de la mano de un representante de la Coral Casino de Campello.