Los mayores de San Vicente, "humillados" por la edil del Mayor de Vox

Un grupo de personas que realizaban un taller de teatro presentan una queja por los modales "inapropiados e irrespetuosos" de la concejal, quien interrumpió una clase para saber cuántas ausencias había

Iborra muestra su "sorpresa" porque sus palabras "se hayan podido malinterpretar", ya que su "única intención" es velar por el buen funcionamiento de la actividad

Puesta en marcha este año de uno de los talleres para mayores de San Vicente, con la edil de pie

Puesta en marcha este año de uno de los talleres para mayores de San Vicente, con la edil de pie / INFORMACIÓN

L. Gil López

L. Gil López

Mayores "humillados" por la concejala del Mayor de San Vicente del Raspeig. Así se ha sentido un grupo de personas que participan en el taller de teatro que organiza la Concejalía tras el comportamiento de la edil de Vox Yolanda Iborra en una de las sesiones.

Los jubilados y pensionistas han presentado una queja al alcalde, Pachi Pascual, del PP, por registro en el Ayuntamiento, en la que quieren poner en conocimiento la "incómoda situación" que provocó la concejal de extrema derecha y que ha generado "gran malestar y descontento" entre los miembros del grupo de teatro.

Según cuentan, el pasado 7 de marzo, mientras se desarrollaban de manera habitual las actividades de teatro, vieron en las últimas filas del patio de butacas del auditorio a una mujer a la que, tras preguntarle la monitora responsable de la actividad si necesitaba algo, se identificó como "la concejala" y, en ese momento, se dirigió al escenario para informar que el motivo de su presencia era solicitar la lista de personas ausentes ese día.

La monitora le respondió, continúa el escrito, que podía mostrarle la lista, pero no entregársela físicamente porque se la tenía que facilitar a su empresa. Aun así, le indicó a la edil que podía solicitarla a sus responsables.

Iborrra, "no contenta con la respuesta, argumentó de forma autoritaria y con carencia absoluta de delicadeza que necesitaba la lista porque 'quien tuviese más de tres faltas si justificar se iría a la calle' porque hay gente en lista de espera que deseaba entrar".

Una compañera del grupo de teatro que presenciaba el diálogo intervino para explicar a la edil que "como personas mayores que somos" si un día se encontraba mal y no podía asistir no veía procedente tener que pedir cita al médico de cabecera para que le hiciese un justificante por escrito.

Entonces, la edil contestó, "con tono inapropiado y ausente de respeto: 'con ustedes no estoy hablando, estoy hablando con la monitora'".

Otro asistente del grupo de teatro, ante el malestar generado por el comportamiento de la edil hacia las personas mayores que suscriben el escrito de queja y "con vistas a tratar de evitar que se prolongasen más las escenas carentes de respeto y responsabilidad", indicó a Iborra que interrumpir una clase "y generar este conflicto entre los asistentes" no le parecía "correcto".

La edil, prosigue el documento, "continuando con sus modales inapropiados, dijo 'he venido a cumplir con mi trabajo', girándose y dándonos la espalda a todos de muy malas formas para desplazarse de nuevo hacia las butacas del final del teatro, donde continuó observando la actividad y hasta que finalmente se fue sin despedirse".

Los mayores del grupo de teatro aseguran que el incidente ha provocado un ambiente "enrarecido y malestar", al tiempo que muestran su preocupación por que "se nos retire el derecho a la asistencia a las clases que tanto nos gustan", si a lo largo de un curso faltan más de tres días sin justificante por escrito.

En ese sentido, consideran incluso "inadecuado" tener que sobrecargar los servicios públicos de atención primaria para solicitar un justificante de indisposición médica para presentar esta documentación en la actividad de teatro.

Además, lamentan que se han sentido "humillados por las formas irrespetuosas" en la que la edil se dirigió a los mayores, sin menoscabo de su derecho a realizar las visitas a las actividades que organiza "cuando lo considere bajo su voluntad".

El escrito recoge que "lo que es inaceptable es el comportamiento que ha mostrado hacia las personas mayores que, siendo especialmente vulnerables, requerimos atención, cuidados y delicadeza en el trato, habilidades que equivocadamente por nuestra parte presuponíamos que la responsable de la concejalía debería de poseer".

Por última, hacen una sugerencia para que, ante la demanda existente para participar en los talleres, la Concejalía valore la posibilidad de aumentar el número de actividades para poder dar cabida a todas las personas que no han podido ser admitidas en los cursos que habían solicitado.

Reacción

Por su parte, la edil ha expresado su "respeto" pero ha mostrado "sorpresa" porque sus palabras "se hayan podido malinterpretar, ya que lo comunicado no se ajusta a la realidad de los hechos". Iborra ha asegurado que su "única intención" es velar por el buen funcionamiento de los talleres de mayores e informar de las normas de funcionamiento.

Las plazas de la actividad del grupo de teatro que organiza la Concejalía del Mayor, son, "lógicamente, limitadas". Por ello, y dado que hay gente en la lista de espera, mantiene la norma anterior que establece que las ausencias injustificadas son causa de la ocupación de la plaza por la siguiente persona que esté en la lista de espera para acceder a esa actividad. 

"Es un deber de la Concejalía tanto respetar los derechos de quien cumple con su asistencia a las actividades, como de quien se encuentra en la lista de espera", ha afirmado, para añadir que, por lo tanto, "es lógico que se establezca algún control de asistencia, como así se hizo, actuando siempre de forma respetuosa y velando por el interés general".

Por último, ha recalcado que el cumplimiento de la norma "responde a criterios lógicos y de respeto a los derechos de todos los mayores a poder participar en las actividades".

Más episodios

Fuentes de la oposición señalan que se trata del segundo episodio que protagoniza un edil de Vox de manera pública con una actitud "impropia de un cargo y representante público". En esta ocasión, hacia un colectivo que "venían a dignificar pero que, por el contrario, no paran de desprestigiar".

"La gestión de Iborra está siendo nefasta, no solo por la carencia de medidas propias y las nulas aportaciones al área, sino por protagonizar actitudes intimidatorias e inapropiadas hacia un colectivo vulnerable", añaden.

Primero fue una protesta con casi 200 personas a las puertas del Ayuntamiento, y ahora, una queja colectiva hacia esta concejala. "Está tardando el alcalde, Pachi Pascual, en cesarla, porque ella sabemos que no va a dimitir, ya que alardea de buena gestión y de tener a los mayores muy contentos con su presencia en el Ayuntamiento", añaden las mismas fuentes.