El Palau Altea cambia su sistema de climatización para ahorrar energía

Los aparatos de aire acondicionado se instalaron en 2001 y se necesitaba encenderlos con días de antelación a la fecha de las actuaciones | El coste asciende a 343.000 euros subvencionados por la Diputación Provincial

Nueva maquinaria de climatización del Palau Altea.

Nueva maquinaria de climatización del Palau Altea.

Asistir a las actuaciones y representaciones que se celebren en el Palau Altea serán más agradables, cómodos y saludables para el público y los actores, músicos o cantantes. Veintiún años después de inaugurarse el auditorio, el Ayuntamiento de Altea ha cambiado todo el sistema de climatización del edificio, desde los aparatos de aire acondicionado al entramado y toberas de distribución del aire caliente o frío. Las obras se iniciaron el pasado mes de enero y han costado 343.000 euros subvencionados en un 75% por la Diputación Provincial de Alicante, por lo que el Ayuntamiento ha tenido que aportar 86.000 euros.

El concejal de Infraestructuras, Diego Zaragozí, ha afirmado que con la renovación y cambio del sistema de climatización, “tendremos un importante ahorro energético”, pues con las anteriores maquinarias “que ya estaban obsoletas y generaban muchos problemas” se acarreaban “importantes inconvenientes a la hora de refrigerar o calentar el edificio”, dado que cada vez que se programaba un evento “había que poner en marcha el aire acondicionado con días de antelación a la fecha en que se quería hacer uso de la instalación para que el Palau estuviese en condiciones. Por lo que el gasto de energía era muy elevado”. Zaragozí ha añadido que las deficiencias del sistema de climatización anterior “producían fallos con zonas del Palau Altea como el escenario que absorbía todo el calor o el frío cada vez que se levantaba el telón”.

Para llegar a cambiar el sistema de climatización, “se hicieron previamente los estudios técnicos que aconsejaron esta actuación. Una inversión más que necesaria puesto que en la actualidad el sistema no era nada eficiente, y necesitaba demasiado tiempo de conexión para asegurar una climatización óptima con lo que conllevaba un excesivo consumo energético”, ha explicado Zaragozí. El edil ha informado que para paliar esta situación, además de instalar nuevos equipos “también se ha modificado el diseño del sistema para evitar que la concentración de emisión del aire, tanto caliente como frío, sea en la platea y que busque un modelo más repartido por toda la estancia”. Con este cambio, ha asegurado Diego Zaragozí, “se consigue un confort entre los espectadores y los artistas, así como minimizamos los consumos energéticos y las emisiones de CO2”.

En cuanto a las ventajas de la nueva climatización, el concejal de Infraestructuras ha resaltado que “con la instalación de máquinas más eficientes y que consumen mucha menos energía, ya no es necesario encenderlas con días de antelación. Además se ha incluido un nuevo aparato que da servicio al escenario y esto hace que no se den cambios bruscos de temperatura cuando se abre el telón y se evitan las corrientes de aire que se producían con la mezcla de temperaturas”, ha apostillado.

El Palau Altea inaugurado en 2001.

El Palau Altea inaugurado en 2001.

21 años de Palau

Fue el 19 de agosto de 2001 cuando el Palau Altea se inauguraba por el presidente de la Generalitat Valenciana, Eduardo Zaplana, y ante la asistencia de más de 1.500 personas. Una de las caracteristicas novedosas del edificio fue su sistema de refrigeración. Con capacidad para 970 personas, las butacas tenían una refrigeración individual que creaba un colchón de aire caliente o frío de unos dos metros de altura sin necesidad de llenar todo el volumen del patio de butacas de 700 metros cuadrados y una altura máxima de 32 metros hasta el extremo de la cúpula central. Posteriormente este sistema no funcionó plenamente, además de que no había zonas individualizadas de aire por estancias o grupos de estancias, sino que había que encenderse el aire acondicionado de todo el edificio con el coste energético que eso suponía.

El Palau Altea costó 8,4 millones de euros. Inversión en la que participaron la Generalitat Valenciana con 5,4 millones de euros, la Diputación Provincial de Alicante y la Universidad Miguel Hernández con 1,2 millones de euros cada uno, y el Ayuntamiento de Atea con 600.000 euros.

El coliseo tiene una superficie total construida de 5.500 metros cuadrados, y entre las partes más destacadas figuran su cúpula de 22 metros de diámetro, el mirador acristalado de 263 metros cuadrados con vistas hacia la sierra Bernia, y, sobre todo, el gran escenario de 282 metros cuadrados, considerado como uno de los más polivalentes de la Comunidad Valenciana, al estar dotado con todos los adelantes técnicos y contar con paneles divisibles que permiten que se pueda representar desde una gran ópera a un monólogo, o desde el concierto de un solista al de una gran orquesta o banda de música con coros, además de un foso para 90 músicos, y una torre de 32 metros de altura capaz de albergar 92 decorados con gran versatilidad y posibilidad de cambios rápidos según sea para espectáculos de danza, ópera, teatro, o música.