Un pedazo de Benidorm en la maleta

Ir de vacaciones es sinónimo de tener un sinfín de fotografías en el teléfono del destino elegido. Sin embargo, hay una costumbre mucho más analógica que sigue vigente entre los veraneantes: comprar un souvenir del lugar donde han pasado sus días de descanso. Una compra a la que parece no haber desbancado la tecnología y que tampoco entiende de modas en el tiempo. Pero, ¿qué regalos son los que más compran los turistas en Benidorm? El imán para la nevera, para uno mismo o para regalar, es el "rey" del verano; aunque le siguen de cerca las tazas o los ceniceros. Todo, con una buena imagen de la capital turística.

¿Qué es un souvenir? La palabra proviene del francés y significa "recuerdo". Según la RAE, es ese objeto que sirve como recuerdo de la visita a algún lugar determinado. Es decir, aquello que, una vez de vuelta a casa, siga evocando los buenos días pasados en un destino. Aunque este tipo de regalos van mucho más allá porque hay quien los ha convertido en auténticos objetos de coleccionista. No es raro ver en las neveras de amigos o familiares imanes de los viajes realizados o de los que han hecho los demás. Y también es habitual que se sirva un café en una taza de una ciudad o país o haya un cenicero en una mesa con una frase que rece: "Recuerdo de...".

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Las tiendas de regalos de Benidorm venden cada temporada miles de productos de este tipo a aquellos que pasan unos días en el municipio y que, ya sea por impulso o conscientemente, buscan entre las estanterías el regalo más original o también el más cómodo de llevar de vuelta a sus hogares o para regalar a sus seres queridos. "Estamos vendiendo mucho este verano. Benidorm está a tope y se nota", explicó a este diario Nancy Capdevila, propietaria de Fotos Benidorm, una tienda que lleva más de 30 años abierta en una de las zonas más turísticas de la ciudad, la calle Mayor, subiendo a El Castell.

El imán es el primero de la lista, es el "rey" del verano. Así lo corrobora la comerciante: "Son los que más se venden, por tamaño y por precio" porque son los más cómodos para viajar de vuelta a casa o llevar en cantidad. Aunque no están solos. Las "tazas o vasos pequeños también son muy demandados". Eso sí, todos con una imagen de Benidorm característica, con algún enclave turístico o el "skyline", o con el nombre del municipio.

Paqui Ferrando lleva más de 50 años con su tienda ubicada en la avenida del Mediterráneo de Benidorm. En "Parry's" ya vendía con su madre y ahora lo hace con su hija. "Lo que más se vende y llama la atención es todo lo que lleve una imagen o la palabra Benidorm". Entre ellos, en su caso también los imanes que, junto a las tazas o ceniceros, "siempre se mantienen". Porque son los "más cómodos para llevar, sobre todo si ven en avión donde tienen que controlar el peso".

No pasan de moda

Las vendedoras aseguran que, aunque pasen los años, los souvenirs no pasan de moda y tampoco varía el producto que más se vende, aunque sí hay incorporaciones: "Se añaden productos pero no puedes quitar lo de siempre", indicó Capdevila. Por ejemplo, en su caso, "vendo muchos dedales que incorporé hace unos años. Hay muchos coleccionistas que se han convertido en clientes y vienen cada año a por uno".

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Ferrando explicó que "la gente joven también sigue comprando. Cuando viajan quieren un recuerdo del sitio donde han estado". Así, entre este sector sí está teniendo más acogida este verano "los vasitos pequeños" porque "también ocupa poco".

Entre los niños, las pulseras con colores de hilo son las que más les atraen; entre los mayores, las de cuero: "Este año se están vendiendo mucho con la bandera de España", indicó la propietaria de la tienda de la calle Mayor. También las conocidas como "más surferas" con conchas blancas, un clásico del verano para pequeños y mayores.

Los turistas extranjeros, algo diferentes

¿Compran diferentes los turistas extranjeros? El visitante nacional es más de esos pequeños recuerdos que puede cargar en la maleta o en un bolso, aunque hay de todo. Entre los extranjeros también tienen éxito los productos de artesanía o cerámica. "Compran aquello que no tienen en su país", indicó Capdevila. En su caso, "las letras de cerámica montadas en marcos, por ejemplo, les gustan mucho a los ingleses, holandeses o franceses". También "llaman la atención los 'trencadís' que se venden mucho", esas piezas cerámicas que están formadas por multitud de trozos de colores pequeños del mismo material rotos.

Ferrando lo refrenda: "Compran cualquier detalle para amigos y cosas para casa, de decoración. Son mucho de autorregalo" y que "sean cosas típicas de la ciudad". Y pone un ejemplo: "Los ingleses, que tienen muchos jardines en su casa, gastan mucho en cerámica y decoración para ponerla". Ella tiene "clientas que compraron hace años y aún tienen las piezas".