“La poesía es la constancia del tiempo en nosotros”

La autora más veterana de la Feria del Libro, Carmina Seva, firmará ejemplares de "Azul melancolía", su última obra publicada

La escritora Carmina Seva.

La escritora Carmina Seva.

José Luis Ferris

La Feria del Libro de Alicante cuenta este viernes 12 de mayo con la autora más veterana de esta cita anual. Carmina Seva firmará ejemplares de su última obra, Azul melancolía, en la caseta de la editorial ECU 17 Musas.

Para quienes no sepan lo elemental de esta mujer que cumplirá el próximo 30 noviembre 89 años, conviene recordar que, más allá presidir la Asociación de Amas de Casa y Consumidores “Lucentum” de Alicante hasta 2016, de su título de profesora de solfeo y de piano, no se entiende su vida sin un amor firme y declarado a la literatura y, sobre todo, a la poesía, género que ha cultivado en las dos últimas décadas con especial fervor. Fruto de ello son algunos galardones obtenidos, como el Primer Premio del Certamen de Poesía Númen Comunidad Valenciana en su convocatoria de 2016 y 2018. Sin embargo, fue en 2011, tras la publicación de su primer libro, Retazos de una vida –al que seguiría en 2017 Intensidad, y, en 2022, Azul melancolía, tercero y último hasta la fecha– cuando se dio a conocer.

El escritor alicantino Mariano Sánchez Soler ha dicho que estos libros de Carmina Seva nos comunican “la sinceridad íntima y emocionada de su autora. Un regalo para quienes amamos la vida y tratamos de ir por este mundo con la verdad a cuestas”; una verdad y una poesía que, en palabras del poeta y profesor Joaquín Juan Penalva, “encuentra sus motivos en nuestra más honda tradición lírica, de manera que sus poemarios se construyen como auténticos cancioneros en los que se dan cita el amor, el canto a la propia vida, la esperanza, el dolor y otros tantos temas que en el mundo han sido”.

Escribir poesía puede ser un ejercicio saludable y hasta una necesidad. Otra cosa es hacerlo bien y convertir al lector en un aliado y un cómplice a la hora de compartir intensidad emotiva, sorpresa y armonía estética. Este es el caso, sin duda, de Carmina Seva, en cuyos poemas descubrimos, tras una simple lectura, a una autora con un oído educado en la música, una mano adiestrada en el ritmo, un corazón gobernado por la razón y un talento a la espera de alzar el vuelo, probablemente secuestrado durante décadas por avatares de la vida, por haber nacido antes de tiempo en un tiempo donde las mujeres se vieron relegadas a un injusto papel secundario, a la intendencia cotidiana y al complaciente título de reinas del hogar.

La escritora Carmina Seva.

La escritora Carmina Seva.

Carmina ha sabido escoger esos retales de la vida que anidaron un día en su memoria, esos fragmentos de la existencia que dejaron en ella la huella de lo imperecedero. Y los ha sabido escoger para dar fe de todo lo vivido, puesto que la escritura es la constancia del tiempo en nosotros, de la erosión que el amor y el desamor, el desengaño y la esperanza, la soledad y la melancolía, la plenitud y la piedad han ejercido en nuestra piel, en nuestra carne, en las hondas estrías de las entrañas.

Quienes han tenido la suerte de conocer a la autora, incluso de haber reído, sonreído, llorado, caminado, hablado, abrazado, incluso discutido con ella, habrán podido constatar su grandeza humana, su enorme capacidad de trabajo, su empatía, su coquetería femenina, su amor propio y su infinito amor a los demás. Lo que se hace más difícil es acceder a su alma, a ese rincón donde habita la verdad de uno mismo y que pocos, muy pocos tienen el privilegio de encontrar. En su caso, el único modo de alcanzar esa alcoba secreta, íntima y clara como una lámpara de gas, es recorriendo los pasadizos de su poesía. Porque la poesía es el territorio más suyo, y la noche, en su caso, el momento del día más propicio para crear. Su gran sentido de la armonía, de la música del poema, con todas sus ondulaciones, le ha servido para sacar de las entrañas aquello que nos perturba, nos duele, nos alegra, nos seduce, nos irrita o nos enamora.

Ya sabemos que las comparaciones son generalmente injustas, odiosas muchas veces, pero en los versos de Azul melancolía, el libro que este viernes firmará Carmina Seva en la Feria de Alicante, hay mucho de muchas mujeres que se dejaron la vida en sus palabras, mucho, por ejemplo –salvando siempre las distancias– de Teresa de Jesús, en este caso una Teresa libre de hábitos y de conventos, más humana que celeste, pero tan enamorada como aquélla de la luna, del derecho de la mujer a no ser un jarrón sobre la mesa sino capitana de un navío, del derecho a defender los sueños, la vida y las peripecias del alma.

José Luis Ferris

Escritor y profesor de la UMH