En términos generales, 2021 no fue un buen año para el sector de la automoción. Los cuellos de botella en el suministro de chips paralizaron o ralentizaron la actividad en gran parte de las factorías europeas, lo que se tradujo en importantes demoras en la entrega de los vehículos y, en consecuencia, en la facturación del último eslabón de la cadena: los concesionarios.

Una coyuntura que acabó por marcar buena parte de la evolución de los operadores de este negocio y al que no escapó tampoco la principal empresa del que fuera el último presidente de la CAM, Modesto Crespo.

Así, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil, Automóviles Crespo SA registró el año pasado una caída de más del 8% en su facturación, que se sumó al descenso que ya había anotado el año anterior. En concreto, la compañía, que es la concesionaria de Ford España en Elche, Orihuela y buena parte de sus respectivas comarcas, logró una cifra de negocio de 14,8 millones, frente a los 16,2 del ejercicio anterior o los 21,2 millones que alcanzó en 2019.

Un descenso que vino marcado, como no podía ser de otra manera, por la caída en la venta de vehículos nuevos y usados, por la que ingresó 12,7 millones frente a los 14,3 de 2020; mientras que la compañía consiguió mejorar la facturación por la venta de recambios y la prestación de servicios, es decir, por el servicio de taller, como le ha ocurrido a la mayor parte del sector. En concreto, anotó un volumen de 2,2 millones frente a 1,97 de 2020.

Modesto Crespo, durante una comparecencia en el Congreso de los Diputados. Información

Este descenso del dinero que entró en caja también se tradujo en un recorte considerable de los beneficios que declara la sociedad, que cayeron un 46,89%, al pasar de 226.000 euros a 120.000, según los balances remitidos por la propia firma al Registro. Un beneficio que, además, la compañía consigue gracias a los ingresos financieros que genera el modelo de negocio actual de los concesionarios, ya que el ebitda fue negativo.

Modesto Crespo sigue siendo el principal accionista de Automóviles Crespo SA, con un 87,96% de las acciones, según consta en los propios balances de la mercantil, aunque hace años que son sus hijos los que llevan el día a día de la firma. Además de estos concesionarios, el también expresidente de Coepa posee varias firmas dedicadas al negocio inmobiliario, principalmente al alquiler de naves para medianas superficies comerciales en Elche. Aunque durante los años en los que fue investigado por su gestión en la CAM –fue condenado por el cobro de dietas, tras aceptar su culpabilidad para rebajar la pena-, Crespo decidió volver a la presidencia de sus empresas en 2019, una vez concluido el caso.