Los placeros rompen su silencio: "Nos sentimos marionetas de un juego político"

Los vendedores del Mercado Central muestran su malestar con el Ayuntamiento tres días después de aprobar la solución para crear un edificio gastronómico que les deja fuera

El mercado provisional de Elche

El mercado provisional de Elche / Antonio Amoros

A. Fajardo

A. Fajardo

Los vendedores del Mercado Central de Elche han roto su silencio para mostrar su malestar porque se sienten como moneda de cambio político. Lo han hecho a través de un comunicado en el que afirman que se ven "excluidos" a la hora de definir el modelo del nuevo edificio de abastos para la ciudad y han reivindicado una mesa redonda "real y participativa" para exponer sus ideas y necesidades.

Tres días después de que PSOE y Compromís presentaran su anteproyecto para transformar el antiguo inmueble de la plaza de la Fruita en un mercado gastronómico para bares y restaurantes y de que el alcalde, Carlos González asegurara que en las próximas semanas "habrá novedades" sobre la consolidación del mercado en la ladera, los placeros han lamentado sentirse como "marionetas". La asociación Nou Mercat d'Elx considera que la proximidad de la cita con las urnas "pone de nuevo sobre la mesa que un proyecto de tan envergadura no es más que un arma política que se reactiva cada cuatro años cuando se llegan las elecciones".

El anuncio de una licitación por la vía de urgencia, a cuatro meses de los comicios, para redactar el proyecto de rehabilitación de un mercado que les deja fuera ha sentado como un tiro entre los vendedores. No comparten que el Ayuntamiento presente su solución para el edificio de abastos, mientras ellos siguen estando en unas instalaciones provisionales desde hace más de siete años y sin nada garantizado, ya que, la modificación del Plan General para cambiar el uso del suelo de la ladera y permitir un mercado no está todavía aprobada definitivamente. A ello se suma que ha pasado más de un año desde que el regidor socialista les ofreciera construir un edificio definitivo en su ubicación actual, en la avenida de la Comunitat Valenciana, con un parking en la calle José María Buck y una reurbanización de las inmediaciones, sin que hasta ahora hayan visto ni un solo dibujo.

Lo que tienen claro, tal y como ya le trasladaron al primer edil antes de Navidad, es que no piensan posicionarse sobre el proyecto o boceto que el ejecutivo local va a presentarles en los próximos días, ni tampoco sobre el que ya les presentó el PP antes del verano. Lo harán, según la presidenta de la asociación, Maricel Trotta, después de las elecciones.

Tras hacerse eco de la posición de los placeros, el Partido Popular ha aprovechado el pleno de este lunes para reclamar la paralización de cualquier licitación que tenga que ver con el futuro Mercado Central y provisional. Sin embargo, la moción in voce de Pablo Ruz no ha sido aceptada.

Dos décadas y cuatro proyectos

"Desde Diego Maciá hasta Carlos González, pasando por la ex alcaldesa Mercedes Alonso o las propuestas de diferentes partidos políticos locales. El Mercado Central de Abastos lleva décadas estancado en un proyecto de integración en la ciudad que, en época de elecciones, siempre resurge con fuerza", apuntan los vendedores quienes cifran ya en dos décadas y en más de cuatro proyectos diferentes de Mercado los que han vivido.

Reconocen que las propuestas que se han venido realizando en todo este tiempo "siempre han sido positivas, algunas innovadoras, otras con un tinte más conversacional, futuristas o tradicionales. En todas ellas siempre se ha primado reconocer un ente como el Mercado de Abastos, pero en el caso del Mercado Central de Elche, jamás se ha contado con una parte importante: el activo de las personas que lo hacen crecer día a día, es decir, los 30 puestos de los que está formado", señala el colectivo.

La treintena de vendedores que integra la asociación precisa que los mercados de abastos son algo más que centros comerciales. "Son un icono de la economía local, son embajadores del producto local y unos grandes transmisores de la cultura de sus ciudades. Son empresarios que se aferran a una forma de vida económica, que buscan la excelencia en lo que venden y también, en la atención a sus clientes de una forma personalizada y única que se aleja mucho de las grandes superficies comerciales. Los mercados tradicionales deben verse como un activo que atrae al turismo, como un importante factor económico local y sobre todo, con respeto, porque mantienen la esencia del comercio y la promueven", defienden.

Cada proyecto presentado en las últimas décadas siempre ha sido recibido por integrantes del Central como una nueva oportunidad en sus negocios, con mayor o menor acierto, estos proyectos nacen para dar un valor mayor a la ciudad. “El problema de cada proyecto no es lo bonito o importante que se presente, es el sentimiento de abandono que tenemos los integrantes del Mercado, de no participar en la creación de un proyecto que nosotros tendremos que defender día a día”, señala Maricel Trotta, presidenta de la asociación.