Elche incorpora a la circulación su primer bus eléctrico de los siete que llegarán este verano

Elche ha sacado a circulación el primer autobús 100% eléctrico de los ocho que se van a incorporar de aquí al verano y se ha convertido en la primera ciudad de la provincia en sacar a las calles esta tecnología no contaminante, según la edil de Movilidad, Esther Díez, quien lo ha presentado este lunes junto al alcalde, Carlos González. El nuevo vehículo tiene entre 200 y 250 kilómetros de autonomía "suficientes" para dar servicio durante toda una jornada (al día un bus recorre una media de 215 kilómetros), con lo que se recargará por las noches, y circulará por todas las líneas. La empresa que lo ha fabricado lleva una década trabajando con países de toda Europa que han apostado por este tipo de movilidad sostenible.

El objetivo municipal es que los ocho autobuses sirvan para crear la línea M, que conectará el entorno del centro comercial L'Aljub con el barrio Altabix-Universidad, así como para agilizar los recorridos en Altabix y la nueva zona de expansión modificando la línea H. También está previsto que el refuerzo de vehículos permita mejorar la conexión en la zona del estadio y modificar la línea J que une el centro con el Hospital General. PSOE y Compromís tienen programado para la temporada estival estos cambios, una vez lleguen todos los vehículos, momento en el que la concesionaria del servicio también quiere empezar a programar el sistema de pago a través del móvil y la tarjeta de crédito.

¿Cuánto cuesta un autobús eléctrico?

El bus que se estrena en la ciudad ha costado 495.000 euros, mientras que los ocho que va a tener eléctricos suponen una inversión de 4 millones de euros que salen de los fondos europeos de reconstrucción Next Generation. Con esta incorporación el 57% de la flota del transporte urbano es ecológica porque ya cuenta con 26 autobuses híbridos (4 incorporados en 2020; 5 en 2021 y 22 el año pasado). La previsión municipal es que este año se puedan reducir en 1.642 las toneladas de dióxido de carbono, ya que con cada bus eléctrico se disminuirán las emisiones en 80 toneladas de CO2 al año.

El alcalde ha cifrado en 34 autobuses (contando los 8 eléctricos) los estrenados a lo largo de este mandato, lo que ha supuesto una inversión pública de 13 millones de euros, "la mayor realizada en la historia", ha dicho el regidor socialista, quien ha incidido en que desde 2015 subir al autobús cuesta lo mismo.

Por su parte, Esther Díez también ha puesto el acento en las políticas municipales para potenciar este tipo de movilidad sostenible, como es la creación de paradas accesibles, los carriles exclusivos para el bus y la reducción del precio del billete en un 50% gracias a la subvención del Gobierno Central.

Zona de Bajas Emisiones

Mientras el ejecutivo local celebra el estreno del primer bus eléctrico hay otro asunto que sigue teniendo sobre la mesa sin ningún tipo de plazo por el momento: la implantación de la Zona de Bajas Emisiones obligada para este 2023 para todos los municipios con 50.000 habitantes. Para ello, el Ayuntamiento ha iniciado el proceso de compra de los aparatos de medición de la calidad del aire que se instalarán de forma permanente tanto en el casco urbano, como en las pedanías. Comprobar las emisiones contaminantes de forma continuada será la "primera fase", según la edil de Movilidad, de una medida impuesta por el Gobierno que no se espera que este año tenga mayores consecuencias para el tráfico.

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Díez insistió en que no hay previstas restricciones para la circulación, como marca la implantación de Zona de Bajas Emisiones en los casos que sea oportuno para mitigar la contaminación, porque primero tendrán que analizar los datos de esas mediciones para tomar decisiones. El equipo de gobierno es consciente de la polémica que trae consigo la limitación del tráfico y prefiere optar por "incidir en la movilidad sostenible" en las calles soporten mayor presión de vehículos, como por ejemplo, Vicente Blasco Ibáñez.