Los placeros tendrán prioridad por delante de la hostelería para reservar espacio en el mercado rehabilitado

Los vendedores se muestran esperanzados con la solución de Ruz para regresar a la plaza de las Flores

El colectivo confía en trasladarse antes de 36 meses con el parking ya hecho

El diseño del Mercado Central, una vez rehabilitado, con la planta baja diáfana. | INFORMACIÓN

El diseño del Mercado Central, una vez rehabilitado, con la planta baja diáfana. | INFORMACIÓN / a.fajardo

A. Fajardo

A. Fajardo

Los placeros del mercado provisional tendrán prioridad antes que la hostelería para reservar su espacio en la plaza de abastos una vez se rehabilite. Es el acuerdo al que el alcalde de Elche, Pablo Ruz, llegó con los vendedores nada más aterrizar en el gobierno municipal tras renunciar a su apuesta de un edificio con dos plantas y apostar solo por la planta baja para concentrar puestos y bares.

El edificio de abastos, actualmente, cerrado. | ANTONIO AMORÓS

El edificio de abastos, actualmente, cerrado. | ANTONIO AMORÓS / a.fajardo

El regidor popular decidió seguir adelante con el modelo de rehabilitación que PSOE y Compromís dejaron atado en el anterior mandato, pero la diferencia es que sus antecesores quisieron dedicar el mercado únicamente a los hosteleros. Ruz ha asegurado que en los 1.150 metros de superficie que tendrá la única planta del inmueble habrá espacio para todos, aunque lo cierto es que los placeros, que actualmente ocupan unas instalaciones provisionales de similares dimensiones a las que se les ofrecen, son los que van a tener el protagonismo en inmueble de la plaza de la Fruita.

La asociación Nou Mercat Central d’Elx se ha mostrado optimista y esperanzada con el acuerdo alcanzado con el nuevo equipo de gobierno de PP y Vox para que los placeros sean los primeros en tener su espacio en el futuro mercado. Su presidenta, Mericel Trotta, defiende que esto obedece a que «el contrato que firmamos con Aparcisa y el Ayuntamiento sigue vigente porque así lo dijo una sentencia judicial, por lo que nuestros puestos tendrán que tener unos 15 metros cuadrados cada uno». Ahora tienen unos 4,5 metros, según la portavoz de los vendedores y su previsión es que vuelvan a trasladarse a la plaza de abastos entre 27 y 30 puestos.

La intención municipal es que el mercado rehabilitado, al ser diáfano, pueda tener puestos que den a la calle y al interior y que el servicio sea similar al mercado de San Antón de Madrid con puestos de carne, charcutería y pescado que además de vender su género lo cocinan y lo sirven para los que quieran tomárselo allí. No obstante, el Ayuntamiento y los placeros tendrán que sentarse en los próximos meses para definir la distribución en función de los criterios que marque Sanidad, lo que permitirá aclarar cuál es realmente el espacio que va a quedarle a la hostelería para poder trabajar.

El alcalde fijó el inicio de la reforma para el primer trimestre de 2024 y aseguró que después construirá un parking para 140 vehículos en la plaza de las Flores, al estilo el del Gran Teatro, abierto 24 horas al día y los siete días de la semana. Ese servicio es la condición indispensable que han puesto los placeros para volver a su edificio original porque así lo firmaron en un contrato hace ocho años durante el mandato de Mercedes Alonso.

Si bien, los placeros han decidido, según la presidenta del colectivo, esperar a que el aparcamiento esté construido para trasladarse definitivamente al mercado rehabilitado. Un desenlace que, a tenor de la reunión mantenida con el nuevo gobierno municipal, confían en que se produzca en un plazo de 36 meses, salvo contratiempos. Para ello, los vendedores esperan que antes de que acabe el año puedan comenzar a perfilar con los técnicos el diseño del futuro edificio de abastos.

Renuncia

A los tres días de ser investido alcalde, Pablo Ruz anunció que renunciaría a su proyecto de Mercado Central de dos plantas para seguir adelante con la licitación de la redacción del proyecto que PSOE y Compromís pusieron en marcha antes de salir del gobierno. El dirigente popular aseguró que era la fórmula más ágil para desbloquear este culebrón porque, entre otras cosas, el anterior ejecutivo local llegó a obtener el visto bueno de la Conselleria de Cultura a la rehabilitación del viejo edificio de Santiago Pérez Aracil con la obligación de conservar su estructura, pilares y cubierta.

«Tenemos que ser rápidos y ágiles, no es que no nos guste nuestro proyecto, pero en una negociación todo el mundo tiene que ceder. Nosotros entendemos que nuestra propuesta implicaría más permisos, más adecuación a las disposiciones patrimoniales», justificó el primer edil.