Alfombras y Moquetas Imperial, gran ejemplo de perseverancia

Desde 1923, la empresa crevillentina ha levantado un imperio en la industria textil, vistiendo actualmente hoteles de lujo y exportando el 85% de su producción por todo el mundo

Foto de familia en el acto de celebración del centenario de la empresa en la Casa de Cultura de Crevillente el pasado 9 de junio.

Foto de familia en el acto de celebración del centenario de la empresa en la Casa de Cultura de Crevillente el pasado 9 de junio.

Mar Vives

Mar Vives

El próximo 15 de noviembre se celebra la IV Gala del Club de Empresas Centenarias, en la que seis empresas centenarias alicantinas serán galardonadas por su solidez, constancia y visión. A lo largo de sus extensas y firmes trayectorias, estas compañías han tejido historias de éxito y resiliencia que han resistido el paso del tiempo y han forjado sus nombres en la historia económica de la provincia. 

La iniciativa, organizada por la Cámara de Alicante y AEFA; patrocinada por la Diputación de Alicante y Cajamar; y con el Ayuntamiento de Alicante, KPMG, Padima, Museo Comercial y el diario INFORMACIÓN como colaboradores, pone en valor no sólo la longevidad de las empresas galardonadas, sino también su capacidad para prosperar adaptándose a las circunstancias económicas y manteniendo un compromiso con la calidad y la excelencia.

Antonio Pérez Adsuar y Remedios Candela Molina, matrimonio y fundadores de la empresa centenaria Antonio Pérez Adsuar, S.A. Alfombras y Moquetas Imperial, junto a sus dos hijos: Remedios y Antonio Perez-Adsuar Candela.

Antonio Pérez Adsuar y Remedios Candela Molina, matrimonio y fundadores de la empresa centenaria Antonio Pérez Adsuar, S.A. Alfombras y Moquetas Imperial, junto a sus dos hijos: Remedios y Antonio Perez-Adsuar Candela. / informacion

Una de las empresas que este año entrará a formar parte del Club de Empresas Centenarias es Alfombras y Moquetas Imperial, cuya historia comienza mucho más atrás en el tiempo. Su fundador, Antonio Pérez Adsuar, crevillentino de nacimiento en 1896, dio los primeros pasos aún siendo un niño fabricando alpargatas en la empresa denominada «Cal Andaluz», para años después, tras curtirse y realizar un profundo aprendizaje en este sector y en los productos con él relacionados, Antonio se dedicó a la compra de alfombras de yute y pita, las cuales estampaba en los diseños y colores de moda y las vendía de camino entre Crevillent y Madrid.

Su sentido comercial comenzaba a relucir y su sexto sentido le hizo detectar los gustos de los consumidores y sus demandas. El tren se convirtió en su medio de transporte para hacer su ruta de ventas, que muchas de veces solo llegaba a la estación de Albacete, ya que debía regresar a Crevillent, pues había vendido la totalidad de las alfombras que llevaba y no tenía más remedio que regresar a su pueblo natal a comprar más, para volverlas a estampar y así comenzar de nuevo su ruta.

La Mecanización del proceso productivo hace que a partir de los años 40 y 50, comienza una expansión y un crecimiento exponencial.

La mecanización del proceso productivo hace que a partir de los años 40 y 50, comienza una expansión y un crecimiento exponencial. / informacion

Con el paso del tiempo, Antonio Pérez Adsuar, de espíritu emprendedor y empresarial, siente que llega el momento de comenzar su andadura industrial en Crevillent y es cuando, con fecha 12 de noviembre de 1923 y con número de alta 159, da apertura en la calle Eras, nº 6 una fábrica de alpargatas y con el número de alta 160, una fábrica con telar a mano de pita, comenzando los primeros pasos y cimientos de una trayectoria industrial intachable. Mano a mano con su esposa, Remedios Candela Molina, siguen estampando las esteras de yute y pita y vendiéndolas por toda España.

Tras la Guerra Civil, y después de haber vivido una situación muy complicada a nivel personal y profesional durante el transcurso de la misma, comienza junto con otros empresarios textiles de Crevillent, a mecanizar el proceso productivo, siendo pionero en la compra de telares, primero de madera, más adelante telares mixtos para tejer con felpa y seguidamente telares automáticos. 

Expansión y crecimiento

Medalla al Mérito en el Trabajo el 13 de Junio de 1966

Medalla al Mérito en el Trabajo el 13 de Junio de 1966 / informacion

Es a partir de la década de los años 40 y 50 del siglo XX cuando comienza la verdadera expansión y un crecimiento exponencial en Alfombras Imperial que lleva a Antonio a concebir su empresa como un proceso de producción vertical comenzando desde la hilatura, tintorería, bobinado, tejeduría, repasado, apresto, tundido y acabado de sus alfombras y moquetas, controlando todas las fases del proceso productivo. Por aquel entonces, la empresa desarrolla su actividad en las cuatro naves industriales dentro del casco urbano de Crevillent y comienza un proceso gradual de contratación de personal, convirtiendo con los años a Antonio en uno de los empresarios crevillentinos que sin duda más empleo ha creado en la historia de la villa, llegando en la época más próspera de la fábrica a tener alrededor de 600 empleados directos.

El 12 de Noviembre de 1923 Antonio abre en la calle Eras, nº 6 una fábrica de alpargatas y con el número de alta 160, una fábrica con telar a mano de pita

El 12 de Noviembre de 1923 Antonio abre en la calle Eras, nº 6 una fábrica de alpargatas y con el número de alta 160, una fábrica con telar a mano de pita / informacion

El matrimonio formado por Antonio y Remedios llegó a construir en torno a su empresa una camaradería que aún hoy se recuerda con gran cariño y emotividad. Tanto ellos como sus descendientes, que ya trabajaban en la empresa, impulsaron un sinfín de actividades culturales y recreativas, dentro y fuera de la empresa, destacando como la más importante la constitución del Grupo cantores Alfombras Imperial en 1963. Este grupo reunía a importantes voces graves masculinas, compuesto por empleados y no empleados de la empresa Alfombras Imperial, que durante décadas cosechó éxitos y premios de primer nivel por toda España.

Cabe destacar que bajo la dirección de Antonio se realizaban actividades de teatro, viajes de los empleados patrocinados por la empresa, edición de libros varios, e incluso el patrocinio del equipo de fútbol local de Crevillent del que Antonio fue vicepresidente. En el recuerdo también queda la devoción que Antonio y Remedios procesaban por la tradición de la Semana Santa de Crevillent, siendo muestra de ello el anuncio de Alfombras Imperial como patrocinio en la revista del año 1925 y sucesivas.

“Alfombras Imperial” resultó elegido como marca y el de “siempre a sus pies” el slogan.

“Alfombras Imperial” resultó elegido como marca y el de “siempre a sus pies” el slogan. / informacion

Así mismo, Antonio fue fundador del Instituto Maciá Abela de Crevillent y vocal de la Junta de la Escuela Profesional y presidente de la Junta Económica Nacional de la Sección de Fibras Diversas del Sindicato Textil y presidente nacional del Grupo de Fabricantes de Alfombras. Recibió la medalla de Oro de la Dama de Elche de la localidad vecina, fue vicepresidente de la Diputación de Alicante y presidente del Sindicato Local Textil. Como culminación a todos sus logros le fue entregada la Medalla al Mérito en el Trabajo el 13 de Junio de 1966, lo que supuso un reconocimiento a la primera industrial alfombrera en España y a la figura como empresario ejemplar de Antonio Pérez Adsuar al que muchos que denominaban el Gran Capitán.

La cuarta generación

La firma crevillentina enmoqueta proyectos  de renombre en los  cinco continentes.

La firma crevillentina enmoqueta proyectos de renombre en los cinco continentes. / informacion

La empresa Antonio Pérez Adsuar, S.A. Alfombras y Moquetas Imperial, con el pasar de los años y haciendo frente a los altibajos que ha tenido que sufrir el sector textil, y más concretamente el subsector de la alfombra y la moqueta, se ha adaptado a las circunstancias actuales. Continúa presente a día de hoy en el mercado nacional e internacional, poniendo el foco en la fabricación de moquetas y alfombras para hoteles de lujo y proyectos en general, exportando el 85% de su producción por todo el mundo, todo ello bajo la dirección de la cuarta generación familiar.

Sus nuevas y modernas instalaciones de casi 6.000 m2, ubicadas en el Polígono Industrial Este de Crevillent, fabrica alfombras y enmoqueta proyectos de renombre en los cinco continentes. Ejemplo de ello son hoteles tan prestigiosos como el Hotel Wellington o el Gran Meliá Palacio de los Duques en Madrid, el Hotel ME London, el Hotel Bulgari y el Hotel Dorchester en Londres, el Hotel Palazzo Naiadi y el Hotel Eden en Roma o el Hotel St. James y el Hotel Plaza Athenee en París.