El aumento de encargos de vestas de Semana Santa desborda los talleres de costura

A marchas forzadas para que la Semana Santa de Elche se luzca por todo lo alto. Los talleres de costura están recibiendo infinidad de encargos de arreglos y confección de vestas para salir como costalero y nazareno en las procesiones de este 2024. Las modistas refieren que están trabajando a contrarreloj por dos motivos.

Por un lado algunas refieren que el volumen de trabajo se ha llegado incluso a duplicar en comparación a 2023, pero también se da la casuística de que muchos cofrades se esperan al último momento para llevar las telas o sus trajes para retocar, lo que provoca cierto atasco en los talleres o que incluso se den casos de costureras que están rechazando solicitudes por falta de tiempo, ya que hay quien incluso se lleva la faena a casa por la noche.

Agotados

Mariló y Encarna Fernández, hermanas, trabajan mano a mano desde su pequeño taller Retoques. La mayoría de encargos les entraron hace menos de un mes y en total está previsto que elaboren entre 35 y 40 trajes, prácticamente el doble que el año pasado, principalmente para la hermandad Pasión y Merced, que ha agotado las túnicas en alquiler y este año hizo promociones para que la gente tuviese túnica en propiedad.

En este taller ilicitano también han trabajado para particulares de María Santísima de la Amargura o la Negación de San Pedro, conocido como «El Gallo». Precisamente desde esta hermandad, que ha repetido la campaña de 2023 de recogidas de vestas, notan igualmente que hay más interesados en vestirse que trajes en alquiler.

Preparación

Desde el taller sostienen que es tal el nivel de preparación que incluso trabajan algunos sábados por la tarde para adelantar. Tienen que hacer tres modelos de trajes por edades, ya que además de adolescentes y adultos saldrá algún bebé también vestido de nazareno. De media hacen unos tres trajes diarios, a expensas de afinar en los detalles, y según la dificultad les lleva más o menos tiempo ya que tienen trajes con colas de hasta cuatro metros. Cuando el proceso parte de cero tienen que cortar las telas que les llegan, coser la túnica y los broches y probar para hacer los últimos retoques.

Una Semana Santa con tirón en Elche: listas de espera de hasta 100 personas para ser costalero

Ana Cabanes empezó en el taller que lleva su nombre hace tres años y aprecia bastante movimiento. Tiene unos siete encargos de Semana Santa principalmente para el Cristo de Zalamea y para una cofradía de Villena, su ciudad de origen, que combina con su faena habitual para el sector de la moda y la decoración, con lo que tiene que echar algunas horas de más. Admite que este año tiene la dificultad añadida de elaborar trajes con tela de saco que es complicada de manipular.

Poco margen

Nacimiento Martínez, propietaria de la Aguja dorada, explica a INFORMACIÓN que al tener poco margen porque llegan los encargos a última hora «hay aglomeraciones a punta pala, y toca trabajar sábados y domingos, echar horas extraordinarias, trabajando de noche, llevarnos trabajo a casa».

Por experiencia, relata, la situación no es excepcional por lo que agradecería más concienciación para que los remiendos puedan empezar a hacerse en diciembre o a lo sumo en enero para no apurar los días como ocurre. Están preparando túnicas blancas para Jesús Triunfante, que es portado por costaleros de la Junta Mayor, y hay más arreglos, unos 15 trajes, que confección, seis este año, que «se hacen sin ver a las personas» por lo que las modistas tienen que esperar a que los cofrades se vistan en el taller para hacer los ajustes finales.

Más estrés

Refiere que a pesar de que son tres en el taller están soportando «más estrés que otros años porque hasta ahora no poníamos cordones ni planchábamos y hemos ampliado servicio». Por otra parte reconoce que han descartado peticiones «para estar más relajadas, porque preferimos que salga bien a abarcar tanto». En estas fechas priorizan lo que llega de Semana Santa por lo que están dando plazos más amplios de entrega para trajes de eventos.

Desde Tijeras Mágicas perciben que hay más ilusión «para comprar mantillas y tejas» y están confeccionando unos seis trajes junto a otros regionales para las fiestas que entran en la cartera habitual de este establecimiento. En su caso no han reforzado horario.

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