Un sendero que esconde magia natural en Elda

Los más pequeños acuden junto a sus familias al monte Bolón los días previos a la llegada de los Reyes Magos para familiarizarse con el entorno y conocer mejor su valor medioambiental

Subida al monte Bolón por parte de los excursionistas.

Subida al monte Bolón por parte de los excursionistas. / L. FERRÁNDIZ

Lydia Ferrándiz

Lydia Ferrándiz

El monte Bolón de Elda se convierte estos días en el escenario en el que se concentra la ilusión por la llegada de los Reyes Magos, aunque este paraje natural no solo esconde algo mágico sino que además ofrece un gran valor medioambiental. Dar a conocer el entorno natural es el objetivo de una de las actividades navideñas organizadas en la localidad por la concejalía de Medio Ambiente, que busca no solo promover la tradición de la bajada de antorchas que se celebra el día 5 de enero antes de la Cabalgata, sino también fomentar el conocimiento del entorno natural entre los habitantes de la ciudad.

La iniciativa pretende involucrar a la ciudadanía en la adecuación y el reconocimiento de la senda de los Reyes Magos del monte Bolón, proporcionando a todos los participantes una oportunidad única para explorar y comprender la importancia de su conservación gracias a las explicaciones que los técnicos ambientales de la localidad han aportado a la visita. Precisamente uno de estos técnicos, Víctor Romero, ha destacado la relevancia de esta actividad en la que "hemos dado a conocer mejor la tradición que envuelve al monte Bolón a la vez que les hemos explicado a los más pequeños por qué en Elda se permite llevar antorchas de fuego y en otras localidades no y qué convierte el portar antorchas de fuego real en una actividad que debe manejarse con precaución. En la localidad es posible hacerlo porque es una tradición que se permite desde la Generalitat al estar muy arraigada en la localidad."

Durante la ruta los técnicos ambientales también ofrecieron a los participantes información detallada sobre la flora del entorno, destacando la presencia de especies como el pino negro, esparto, albaida, aliagas, romeros, lentiscos, coscoja y sabinas. "El objetivo es que los más pequeños conozcan el monte Bolón no solo como un símbolo de los Reyes Magos, sino también como un paraje natural que tiene mucho que ofrecer y que es parte importante de la historia de la ciudad. En este monte hay mucho esparto y es con este con el que se empezaron a hacer los primeros zapatos en la localidad", explica Romero.

Un momento de descanso en la travesía.

Un momento de descanso en la travesía. / L. FERRÁNDIZ

Además, Romero ha señalado que durante esta actividad han explicado una lección que también vincula fuego y naturaleza. "Hemos explicado que hay veces que el bosque mediterráneo necesita fuego. Lo más sencillo para comprenderlo es una piña de pino, les hemos enseñado que las piñas se abren con el calor y que si de cada piña salen unas 50 semillas, después de un incendio lo más normal es que luego nazcan muchos pinos que luego habrá que gestionar o controlar."

Entre el público asistente la sensación de satisfacción con la actividad era notable tanto los más mayores como en los pequeños que en muchos casos subían por primera vez al monte Bolón. "Nos ha gustado mucho, no pensábamos que nuestra hija de cinco años pudiera hacer la ruta y al final hemos podido hacerla todos. La convivencia y el descubrimiento del monte Bolón nos han dejado impresionados y ha sido una forma muy bonita de descubrir nuestra ciudad", asegura María Ibáñez.

Aunque la mayoría de los participantes habían elegido esta actividad como una "forma muy buena de pasar el día y poder subir en familia", señala Silvia Martínez. "Yo soy de Elda y ya conocía este sendero, subí por primera vez cuando todavía se podía subir con antorchas sin ningún tipo de control y yo llevé la mía. Ahora es diferente y quería que mi marido y mi hija que no habían venido todavía conocieran este paraje".

Y es que a esta jornada había hasta quien se sumaba con los niños "en la mochila". "Hemos venido un grupo de amigas y no íbamos a dejar a ningún niño atrás, por eso hemos puesto a la más pequeña en una mochila preparada para realizar senderismo aunque sí que es verdad que no recomendamos la experiencia para venir con niños menores de ocho años", indica Irina Caro.

Esta iniciativa no solo refuerza la tradición de la bajada de antorchas, sino que también promueve el conocimiento y aprecio por el entorno natural del monte Bolón entre los ciudadanos de Elda, integrando la magia de la tradición con la belleza de la naturaleza local.