Entrevista | Carlos Mazón Candidato del PP a la Generalitat

«Una de nuestras grandes deudas es sentirnos Comunitat, política y sociológicamente»

El aspirante alicantino hace girar su discurso en torno a la fiscalidad y la sanidad, y esquiva la hipótesis de tener un vicepresidente de Vox condenado por violencia machista: «¿Y si dejamos que los ciudadanos hablen?»

El candidato del PP, Carlos Mazón, antes de la entrevista.  j.m.lópez | J. M. LÓPEZ

El candidato del PP, Carlos Mazón, antes de la entrevista. j.m.lópez | J. M. LÓPEZ / m.pomares/a.garcia/e.aguilar

A. Garcia / E. Aguilar

¿Cuál sería su primera medida si es presidente de la Generalitat?

Un primer día da para mucho, pero, muy rápidamente, la supresión del Impuesto de Sucesiones, que es el impuesto a la muerte.

Lo mismo dijo Ciudadanos...

Como también me presto de ser liberal, no me importa que otros tengan buenas ideas. También queremos equiparar la supresión del Impuesto de Donaciones al de Sucesiones. Además, emitiremos a las Cortes una ley de libertad educativa que refuerce la figura del profesor, que fomente la cultura del esfuerzo, y arrancaremos con la reforma fiscal. Y ya tenemos preparada nuestra ley de atención en 48 horas para el médico de cabecera y el tope de 50 días para las operaciones quirúrgicas.

Habla de sanidad pública, eficiente y gratuita; de educación pública y gratuita de 0 a 2 años; y de reducción de impuestos. ¿Esa ecuación es posible?

La veo necesaria. Lo que quiero es poner en marcha una reforma fiscal que le devuelva a la gente lo que se ha recaudado de más, porque se ha recaudado más de lo que se preveía ingresar. Además, tenemos que combinarlo con una reducción de la grasa administrativa. Tenemos el gobierno más caro de la historia. Y tenemos que reivindicar una nueva financiación que, mientras llegue, tiene que empezar por una compensación. El objetivo es recaudar más vía actividad, no vía presión fiscal. Hay cuestiones que tienen que ver con la eficacia, que es el tercer apellido necesario de nuestra sanidad. No puede ser gratuita y universal sin ser, además, eficaz. Hay cuestiones que no solo tienen que ver con el presupuesto, que también es fundamental, y yo quiero elevar el presupuesto de la sanidad. Puig jamás lo ha tenido por encima del 30%.

Somos también la Comunidad con menos financiación...

Con lo cual, incrementar el gasto político es una mayor irresponsabilidad. El año pasado acabó con el mayor déficit de España. Son los números de Puig: 3.800 millones de déficit, que triplicó al del año anterior, y que, además, fue endulzado graciosamente con la mayor deuda de cualquier comunidad en toda la historia de la democracia.

Casi el 80 % de esa deuda es con el Estado, por la infrafinanciación... ¿No es falsa?

No ha sido falso gastarse 23 millones de euros en el palacete de Correos para salvarle a Pedro Sánchez los números de Correos, mientras no nos trae la financiación. Lo que sí que hemos visto es que hasta se inventaban ingresos en los presupuestos, reconocido por la Sindicatura de Cuentas.

Volviendo a la sanidad, si gobiernan, ¿habrá nuevos hospitales públicos de gestión privada?

No tenemos programado ningún hospital con colaboración público-privada. El PP jamás ha privatizado ningún hospital porque no había ningún hospital para privatizar. Donde no había hospitales, a través de la colaboración público-privada, se pusieron en marcha. Es gracioso, cuando Puig ha incrementado el desvío a la sanidad privada en un 600%.

¿Se volverá a privatizar la gestión en Torrevieja si gobiernan?

Haremos una auditoría. Hemos pedido datos de listas de espera y de desvíos, hemos llegado a preguntar cuántos médicos hay en Torrevieja, y no se nos ha contestado. Ahora, ¿sabe quién no se fía? Los pacientes de Torrevieja, porque una colonoscopia ha pasado de tener 70 días de espera a 350.

¿Y esa auditoría que abre la puerta a la privatización de la gestión en Torrevieja sería aplicable a otros hospitales?

Lo que hagamos será con acuerdo y con diálogo con el personal sanitario, porque no lo ha habido.

¿La sanidad estaba mucho mejor en los gobiernos de Zaplana, Camps o Fabra?

Yo no recuerdo más de 80.000 personas esperando una operación. Pero yo me refiero a cómo estamos hoy y lo que hay que arreglar. Habrá que buscar nuevas soluciones, no estoy apelando a ninguna solución antigua. No estoy en comparaciones con otras etapas que no nos enriquecen nada.

¿Diría que el Gobierno de Ximo Puig es radical?

En ocasiones, sí. No voy por ahí diciendo que son unos radicales todos los días, porque no he venido aquí a decir que todo lo que hace el de enfrente es extraordinariamente malo y todo lo que hago yo es bueno. Lo que, si hago una relación de algunos hechos, me puede llamar la atención que se haya apartado a la inspección educativa, y se haya creado todo un ejército de asesores lingüísticos a dedo que están vigilando los planes lingüísticos de nuestros hijos en las aulas. Me parece bastante ideológico. Y me parece demasiado ideológico que se hayan inventado impuestos, como el impuesto a la industria, o como un impuesto a los automóviles por una pretendida ley de lucha contra el cambio climático.

¿Tiene claro su ejecutivo si llega a gobernar? ¿Doce consellerias son muchas?

He dicho públicamente que habrá un tope de diez consellerias y que no podemos tener casi 350 asesores, altos cargos a dedo, y que los vamos a reducir a la mitad.

¿Potenciaría las diputaciones?

Mi intención es no ir contra ellas. La campaña de acoso y derribo a la Diputación de Alicante ha sido evidente. Lo último ha sido lo más grave: no querer ni siquiera sentarse en una mesa para defender conjuntamente el trasvase Tajo-Segura. La lucha Generalitat contra Diputación no ayuda a resolver una de las grandes deudas pendientes que tiene esta comunidad, que es sentirse Comunitat, no políticamente, sino sociológicamente también. Hay una asignatura pendiente en cuanto a una conciencia autonómica en las tres provincias.

¿Qué le dice el concepto comarca? ¿Sintoniza?

El concepto comarcas es tan agradable como necesario y real. Otra cosa es politizarlas y catalanizarlas, que es lo que ha intentado Compromís.

El Fondo de Cooperación ha sido la principal bandera que ha enarbolado la Diputación de Alicante contra Puig. ¿Qué pasará si gobierna?

Dejará de ser obligatorio. Es el único fondo que la Generalitat ha convertido en obligatorio, porque la Diputación en Alicante es del PP, con un sistema de reparto que perjudica a los pueblos pequeños

Puig se ha comprometido a crear una nueva conselleria en Alicante y otra en Castellón. ¿Por dónde pasa su concepto de descentralización?

No sólo por los edificios. Descentralizar solo con edificios puede estar muy bien, pero lo que me preocupa es que la Agencia Valenciana de la Innovación, cuando reparte los fondos, deje el 97% para un lugar y el 3% para los otros dos.

¿Qué hará entonces?

Territorializaremos las inversiones por defecto y, cuando no haya proyectos en esa anualidad, pasará el siguiente proyecto, básicamente en infraestructuras.

¿Tiene plan b Carlos Mazón si no sale como presidente?

Me imagino que el mismo que el resto de los ciudadanos de la Comunitat. Seguiremos con altos impuestos, con una sanidad que no funciona, con una educación politizada, sin vivienda pública y con los hospitales con maquetas.

¿Se ve de jefe de la oposición?

Sólo uno puede ser presidente de la Generalitat, y el resto tendrá que cumplir con su obligación. Esa es mi vocación. Los compromisos no son solo para una noche.

Puig ha incidido en los últimos días en el pasado del PP. ¿Algo que alegar?

Él ha decidido que esa sea su campaña. Si él quiere que hablemos del pasado, sobre asuntos sobre los que los ciudadanos ya se definieron, es su estrategia. La mía es saber los problemas de hoy, que son los que tenemos que resolver.

La corrupción fue el gran lastre con el que el PP dejó la Generalitat en 2015. ¿Tiene prevista alguna medida para prevenir esas situaciones?

Llevo mucho tiempo diciendo lo mismo. He aprendido a ser prudente porque con Rita Barberá pasó lo que pasó y también con Paco Camps. Yo no me presento a estas elecciones con más de 23 cargos imputados en mi gobierno.

¿Y qué le parece la estrategia de decir que el acto del PP de este fin de semana en la plaza de toros ha costado un millón de euros?

Llevo más de mil actos en calles, en plazas y en barrios, y un gran acto en la plaza de toros, porque nos apetecía mucho. Si lo mejor que se le ha ocurrido al presidente de la Generalitat es hablar de nuestro acto, le agradezco que nos dé publicidad. Ojalá hubiera tenido un millón de euros, más del triple del presupuesto de campaña que tenemos.

¿Le preocupa que un condenado por violencia machista pueda ser su vicepresidente?

Quiero ser el presidente de la Generalitat, con un gobierno con la mayor autonomía posible, que podamos gobernar en solitario, y son los ciudadanos los que van a decidir.

Pero, en el caso hipotético de que se tenga que pactar...

¿Y qué tal si dejamos que los ciudadanos hablen? Yo me presento por el PP, queriendo tener un gobierno completo del PP.

¿Ofrecería un gobierno de concertación a Puig?

Aspiro a tener el mayor apoyo posible de los ciudadanos. Y al día siguiente, en función del apoyo que los ciudadanos nos den a cada uno, hablaremos con todos. Hablaremos para cada ley, para cada presupuesto, para cada decreto.

«La única opción para que tengamos agua es que el PSOE deje de gobernar»

El candidato del PP a la Generalitat y presidente de la Diputación de Alicante, Carlos Mazón, ha centrado parte de su campaña en el recorte del trasvase Tajo-Segura. ¿Su hoja de ruta a partir de ahora? «El rigor», responde. Un «rigor» que, como añade, pasa por exigir una revisión de los caudales ecológicos al ministerio. Todo en el marco de un conflicto que, en estos momentos, está en el Tribunal Supremo. Es ahí donde no deja desaprovechar la ocasión y carga contra el presidente de la Generalitat y candidato a la reelección, Ximo Puig, por el recurso presentado. «A la Generalitat ya se lo han tumbado. Estaba mal fundamentado, tal y como lo advertimos, por no haber hecho fuerza y por no haberlo presentado conjuntamente». Mazón no se queda ahí, de hecho: «La única opción para que tengamos agua es que el PSOE deje de gobernar y que gobierne Feijóo», subraya. Es más, critica los costes del agua desalada, así como los prejuicios a nivel de boro para los cítricos. Respecto a lo que pueda ocurrir con la sede de la Conselleria de Innovación en Alicante en caso de que haya un relevo en el Palau, Mazón asegura que «hay que potenciarla», y apostilla que, «por fin, dejará de tener comisarios políticos y, por tanto, trabajará con eficacia». Se compromete a eso y a derogar la tasa turística el primer día. En lo que entra menos es en los siete años de cárcel que se le piden a su candidato en Orihuela, a José Vegara, por delito fiscal y falsedad documental, y en qué medida eso les puede penalizar en las urnas. «Serán los ciudadanos los que tengan que decidir», y apostilla que «en Orihuela han visto cómo de repente Ciudadanos hacía una moción de censura contra natura y se aliaba nada menos que con Podemos, que allí se llaman Cambiemos». En esta línea, subraya que «también medirán eso los ciudadanos y lo que ha hecho el Partido Socialista allí, con el agua, con la libertad educativa... En fin, estoy deseando saber cuál va a ser el resultado de los veredictos en la Vega Baja».