Todo en el aire para el bloque de la izquierda y la derecha hasta la apertura de las urnas

La Comunidad Valenciana vive este domingo las elecciones autonómicas más igualadas de su historia democrática. Todas las encuestas y sondeos que se han ido conociendo en las últimas semanas coinciden al señalar la igualdad con la que llegan a este 28M los bloques de la izquierda y la derecha. Así que será tras la apertura de las urnas cuando se empiece a conocer hacia adónde se decanta la balanza, tras unos últimos días de campaña en los que los partidos se han dedicado a hacer llamamientos a la movilización, a apelar a sus bases y a pedir la concentración del voto, en un día en el que hasta la lluvia puede ser decisiva.

La gran incógnita que despejarán las urnas se encuentra en conocer si habrá una tercera edición del Botànic, el Gobierno autonómico liderado por Ximo Puig y compuesto por el PSPV-PSOE, Compromís y Unides Podem, o la derecha volverá a gobernar en la Comunidad Valenciana ocho años después, en un Ejecutivo que esteraría encabezado por el candidato del Partido Popular, el alicantino Carlos Mazón, y en el que la ultraderecha de Vox podría resultar clave. Hay más dudas en el tablero autonómico, como la continuidad en las Cortes de Unides Podem y Ciudadanos. Si los morados no superan la barrera del 5%, las opciones de reeditar el Botànic caerían en picado. Por su parte, los liberales tiene el reto por delante de no desaparecer del mapa.

Provincia

La provincia será fundamental para decantar la balanza. Por ello, los partidos se han ido volcando en los últimos tiempos con algunas de las comarcas que consideran estratégicas. El PSPV, por ejemplo, ha centrado sus esfuerzos en la Vega Baja, mientras que el PP ha puesto en su punto de mira al Baix Vinalopó en general, y a su capital, Elche, en particular. La campaña ha discurrido sin grandes sobresaltos, con una presencia muy importante de cuestiones de la agenda nacional, y las formaciones han dedicado los actos de la última semana a captar la atención de los indecisos, que se calcula que son un 30% de los llamados a votar en este 28M.

Otro hecho que confirma el peso que tendrá la provincia en lo que acontezca este domingo en las urnas es que tanto el PSPV como el PP cerraron su campaña en territorio alicantino, con el último baño de masas para Puig y Mazón. El resto de los partidos también le concedieron el protagonismo a sus candidatos autonómicos, por lo que Cs puso el foco en Mamen Peris, Compromís en Joan Baldoví y Vox en Carlos Flores Juberías, salvo la alianza Unides Podem, en la que Héctor Illueca compartió escenario con Pablo Iglesias. Los referentes nacionales de los morados, que al final contaron en Alicante con el apoyo de la líder de Sumar, Yolanda Díaz, se han volcado en la campaña para superar la barrera del 5%.

El PSPV ha estado defendiendo su gestión hasta el último minuto y su candidato Puig se ha lanzado a por una «mayoría social» destacando que los indicadores económicos y sociales señalan que la Comunidad Valenciana está ahora mejor que hace ocho años y que la suya es la opción idónea para seguir gobernando. Acabar con las desigualdades que han provocado las crisis de la pandemia y la guerra es otro de los retos que se ha marcado el PSPV.

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Socios

En cuanto a la campaña que han llevado a cabo los aliados de los socialistas en el Botànic, Compromís ha insistido en su idea de que sus jefes no están en Madrid y que, por lo tanto, se consideran los más libres a la hora de ofrecer soluciones para los problemas de la Comunidad Valenciana. Unides Podem ha hecho bandera de la vivienda, uno de los grandes ejes de debate en la campaña, y ha planteado la necesidad de poner en marcha entes públicos para regular el precio de los alimentos, la energía o los medicamentos.

La sanidad ha sido la prioridad para el PP, formación encabezada por Mazón, que aspira a convertirse en el primer presidente de la Generalitat que concurre por Alicante. El candidato ha enarbolado otras banderas sociales, como la vivienda o la educación, ha anunciado una gran bajada de impuestos y ha reivindicado el agua para la provincia tras el recorte del Tajo-Segura. El apoyo del líder nacional, Alberto Núñez Feijóo, que el viernes pasó por Alicante, ha sido otra constante en los populares.

Mientras Cs se ha postulado como una opción alejada de los extremos y ha advertido de una vuelta al bipartidismo, Vox apunta al socio del PP en caso de que el bloque de la derecha decante la balanza. La formación de ultraderecha ha tirado de su discurso habitual, aviando de la falta de seguridad y apoyando al sector primario, como tónicas generales.