ANÁLISIS

Hércules CF: Una transición inacabada

Los blanquiazules afrontan un ciclo trepidante de partidos en el que están obligados a mejorar los pobres resultados obtenidos en la primera vuelta.

Jack Harper no entiende una decisión arbitral durante el partido contra el Ebro en Zaragoza.

Jack Harper no entiende una decisión arbitral durante el partido contra el Ebro en Zaragoza. / Daniel Marzo

Pedro Rojas

Pedro Rojas

Mitad héroe, mitad funámbulo. A medio camino entre el descubridor de la penicilina y el vendedor de estrellas en oferta para enamorados que aún no han caído en la rutina. Sorteando dificultades sin parar desde el primer momento, engatusando a la suerte cuando se deja. Así avanza Lolo Escobar en el desgastado presente en el que el Hércules malvive, lejos de su sueño fundacional y muy cerca de fracasar, casi siempre. 

El preparador blanquiazul no lo dice, no quiere, no pretende asustar, pero sabe que su apuesta llega al punto de no retorno. De lo que ocurra en las próximas seis fechas dependerá su futuro y el de la plantilla. No va más. Seis enfrentamiento frente a rivales directos que determinarán la fijeza de su idea en un vestuario que en enero se pudo recomponer, pero no por entero.

Lolo Escobar encara este segmento determinante de la temporada con dudas en defensa, sin encajar a Míchel y sin un plan fijo para la banda derecha

De momento, en las seis primeras jornadas de la segunda vuelta, ha batido el registro de su predecesor, que vivió sus mejores horas justo ahí, en el arranque. Ángel Rodríguez llegó a Paterna con 9 puntos, uno menos de los que ha cosechado el extremeño en vísperas de recibir al filial del Valencia.

Lo que sobrevino después fue un desastre: un triunfo, un empate y cuatro derrotas fue el balance del técnico leonés en el tramo que ahora encara el Hércules. Mejorarlo se antoja sencillo, pero no vale con eso porque cada duelo directo que acabe mal alejará un poco más a un proyecto que ya parte con un déficit importante, podría decirse que insalvable con respecto a las dos primeras plazas.

4 PUNTOS

►Sumó el Hércules en el tramo de seis partidos que va a afrontar ahora. Solo ganó un partido y perdió cuatro. Se dejó 14 puntos en el camino.

10 PUNTOS

►Ha logrado Lolo en las 6 primeras jornadas de la 2ª vuelta, uno más de los que consiguió Ángel Rodríguez en el arranque del curso.

► La defensa continúa ofreciendo las mismas dudas

El Hércules no ha defendido bien en toda la temporada. Con Lolo se maquilló esta realidad porque las victorias lo tapan todo, pero lo cierto es que las porterías a cero que ha sumado el equipo desde su llegada han tenido mucho más que ver con la pericia de Carlos Abad en situaciones límite que con la creación de una red de contención fiable. Curiosamente, cuando más ganó Escobar fue alineando a dos zagueros para los que se buscaba sustituto a toda costa: Dani Marín y Felipe. Después, cuando aterrizaron sus recambios, Mario Gómez, Diego Jiménez y Retuerta, la acción defensiva hizo agua contra dos ataques consolidados (Espanyol B y Teruel) y lo pasó mal contra Prat y Ebro, ambos en descenso.

La falta de conjunción se apunta como la causa, pero lo cierto es que el paso de las semanas de trabajo no ataja un problema que se arrastra desde la planificación estival. La prueba está en que el defensor que se muestra más regular es el central que tiene el perfil menos destructor, menos puro, más elástico: Roger Riera. Es muy probable que este domingo, frente al Mestalla forme de inicio con su quinto compañero distinto de la temporada después de no encajar ni con Truyols, ni con Dylan, ni con Daniel ni con Mario. A ver si esta es la definitiva...

►Sin Nico Espinosa, la banda de derecha apenas produce

Otro aspecto que no se ha corregido es la optimización de la banda derecha. La baja del canterano ha provocado un agujero por el que se está escapando buena parte del posible peligro que debe ser capaz de generar un equipo con el Hércules, que no es de los baratos, precisamente. Cedrés, a pesar de la confianza depositada en él, resulta intrascendente en la circulación, no desborda y mucho menos asiste.

La esperanza en la recuperación del extremo alicantino después de Navidad era realmente alta, por eso se dio prioridad a la búsqueda de refuerzos específicos para otras demarcaciones. Salió mal. Tanto es así, que para taparlo o se opta por sacrificar al mejor atacante, Alvarito, arrancándole de la banda izquierda (y desactivándolo), o se echa mano de Artiles, con tendencia súbita a buscar el interior en cuanto la pelota echa a rodar.

La tercera vía, la de adelantar a Raúl Ruiz aprovechando la presencia de Diego Jiménez y Eimil, no la contempla nadie a pesar de que el capitán marcó cinco goles el año pasado y repartió un buen número de asistencias. De hecho, el La Almozara, frente al Ebro, fue suplente, en principio, por necesidad táctica no por pérdida de fe en sus capacidades atrás, que son, sin duda, menos eficaces que las que le demostró el año pasado a Sergio Mora arriba.

►El cerebro no destaca, no es un valor diferencial

De todos los inconvenientes que arrastra este Hércules, que apenas ha pasado tres semanas en todo el ejercicio en zona de promoción, el encaje de Míchel Herrero en el ataque es el de mayor calado. No sacar ventaja de un futbolista con su capacidad diferencial es un lastre. Con Ángel Rodríguez, sus condiciones se estorbaban con las de Sergio Marcos. La idea de que los buenos siempre se entienden, los pongas donde los pongas, es otro axioma más del fútbol que no avala ningún estudio serio.

Lolo terminó con ese empeño de su predecesor –le libró del peso de tener que sacar la pelota dando a Toscano esa tarea–, pero tampoco acaba de brillar el valenciano. Su acción no puede limitarse a descargar a un lado u otro y ejecutar la estrategia, tiene que superar líneas y, lo más importante, pisar área, disparar a puerta, ser un arma letal en la acción ofensiva. Artiles es su recambio y está en forma, pero dar ese paso es arriesgado porque el día que Míchel sí está, el fútbol fluye más fácil y siempre se acaba ganando.