Segunda RFEF

Rubén Torrecilla no se toca

El Hércules mantiene intacta la confianza en su entrenador a pesar de los malos resultados de la segunda vuelta y no contempla la rescisión mientras siga en «play-off»

El técnico extremeño tiene firmada también la temporada que viene

Rubén Torrecilla, con gesto contrariado, observa el desarrollo del Hércules-Mestalla, en el Rico Pérez de Alicante.

Rubén Torrecilla, con gesto contrariado, observa el desarrollo del Hércules-Mestalla, en el Rico Pérez de Alicante. / Alex Domínguez

Pedro Rojas

Pedro Rojas

El orden importa. Rubén Torrecilla no se toca. Al menos eso es lo que defiende el Hércules, que no se plantea cambiar de entrenador esta temporada a pesar del bajón experimentado por el equipo en la segunda vuelta. El preparador extremeño tiene firmada una campaña más y en el club no ven motivos para dudar del modelo que aplica el técnico cacereño, el mismo que llevó al conjunto blanquiazul a proclamarse campeón de invierno

Su puesto no peligra, ni siquiera después de haber rubricado una racha muy pobre que a algunos de sus predecesores les costó el cargo. Nueve puntos en nueve semanas, además de convertir en una utopía la primera plaza, confirma una trayectoria descendente que ha llevado a los alicantinos a caer a la quinta plaza. La clasificación para la promoción de ascenso no parece peligrar a falta de ocho encuentros para cerrar la temporada regular.

Siete puntos le saca al Espanyol B (con el que tiene igualado el golaveraje) y 8 al Torrent. Y esta es precisamente la garantía que sostiene al entrenador al frente del proyecto, a quien se le ofertó un contrato de dos temporadas tras la espantada de Lolo Escobar en julio. Nadie en el seno de la SAD blanquiazul, nadie con peso para decidir, alberga dudas sobre la conveniencia de no aplicar medidas drásticas a estas alturas de curso. Se cree en Torrecilla y, a día de hoy, ni siquiera una derrota en La Nucía haría peligrar su asiento.

Sin alarmismos

Si este mismo ciclo de partidos lo hubiera completado el técnico cacereño en el arranque del campeonato, lo más seguro es que su continuidad no fuera sostenible ni a nivel institucional ni a nivel social. De momento, a pesar del bucle pernicioso en el que ha entrado el equipo alicantino, el Rico Pérez no ha protestado masivamente y eso refuerza el margen de confianza de la propiedad en una apuesta de futuro.

Cuatro entrenadores antes que Torrecilla han sumado nueve o menos puntos en otras tantas jornadas y solo uno logró mantener su estatus en el organigrama técnico. Fue Lluís Planagumà, en su primer año. Calcó la actual trayectoria del extremeño y Javier Portillo no le retiró la confianza. Ese curso se acarició el ascenso a Segunda.

Los otros tres no tuvieron tanta suerte. Ángel Rodríguez, el año pasado, se quedó en 6 después de nueve fechas y fue destituido a continuación, lo mismo que Vicente Mir en la 2019-20. Él se quedó en 8 puntos y recibió la carta de despido. Claudio Barragán, en la 2017-18, igualó la racha actual de Torrecilla, en su caso con 6 empates, un triunfo y dos derrotas, y no fue destituido inmediatamente. Aguantó su puesto dos semanas más en las que cosechó dos nuevas tablas y el Hércules recurrió a Josip Visnjic para acabar un ejercicio con tres entrenadores.

Ficha con los datos de los entrenadores que han acumulado 9 puntos o menos en 9 partidos.

Ficha con los datos de los entrenadores que han acumulado 9 puntos o menos en 9 partidos. / INFORMACIÓN

El desplome que ha experimentado el cuadro blanquiazul en la segunda vuelta es demoledor y el entrenador lo ha justificado de muchas maneras, ninguna de ellas táctica. Sin embargo, hay un dato que deja esta crisis que resulta incontestable: Torrecilla ha pasado de ganar el 65% de los partidos en la primera vuelta a solo el 22% en la segunda.

Esa caída ha dejado de ser un hecho puntual para convertirse en una tendencia que pone en riesgo el objetivo si no se revierte de manera inmediata. El Hércules de la primera mitad del campeonato recibía menos de un tanto por partido y marcaba casi dos (1,7 para ser exactos). Ahora, tras el asalto al liderato en el Camp d’Esports de Lleida, el registro realizador y el de tantos recibidos se ha igualado por abajo: 1,1 en los dos casos. O sea, cuesta el doble hacer un gol y sigue continúa sufriendo para mantener la portería a cero.

Montaje de Rubén Torrecilla con sus porcentajes de triunfos en la primera y segunda vuelta con el Hércules.

Montaje de Rubén Torrecilla con sus porcentajes de triunfos en la primera y segunda vuelta con el Hércules. / Alex Domínguez

La defensa no se ha fortalecido con el paso de las semanas y el ataque ha decaído ostensiblemente a pesar de que los refuerzos invernales se realizaron sobrecargando la línea ofensiva. La derrota en el Rico Pérez frente a la Penya Independent, a ocho puntos de la salvación, es la que ha hecho descarrilar el convoy y la que ha instalado el virus de la incapacidad en el modelo de juego, que ha dejado de ser eficaz.

La visita a La Nucía es clave. Lo es por la necesidad imperiosa de sumar de tres en tres y porque enfrente estará el colista en descomposición que recupera a Kiko Lacasa para cerrar un episodio agónico que arrancó muy mal y está abocado a finalizar del peor modo, con un descenso a Tercera RFEF. 16 puntos le separan de la permanencia y 15 del «play-out». Llegan al derbi después de encadenar 5 derrotas seguidas encajando 16 goles. No ganar en el Olímpico abre una puerta al abismo, uno con Torrecilla.