Hércules e Intercity hacen cuentas para culminar una posible fusión por absorción

La entidad blanquiazul se quedaría con el 80% de las acciones de la SAD resultante, podría hacer uso de la Ciudad Deportiva de Villafranqueza, se mantendría como único equipo de la capital y evitaría la necesidad futura de compartir el Rico Pérez

Savador Martí y Enrique Ortiz, antes del único derbi jugador entre Hércules e Intercity en Villafranqueza.

Savador Martí y Enrique Ortiz, antes del único derbi jugador entre Hércules e Intercity en Villafranqueza. / Alex Domínguez

Pedro Rojas

Pedro Rojas

Hércules e Intercity perseveran en la idea de fusionar sus destinos a corto plazo. Ambas entidades han tratado la forma de hacerlo de manera más o menos formal y seria en los últimos años y ahora avanzan un poco más en la posible unión, una que se realizaría por absorción y que dejaría al equipo blanquiazul como el único de la capital una vez completado el proceso.

La idea es que la mayoría accionarial de la SAD resultante pasara a manos de la familia Ortiz, que se adueñaría del 80% de los títulos. El 20% restante se lo quedarían Salvador Martí y su entorno accionista. La operación se llevaría a cabo con independencia de si el conjunto que entrena Rubén Torrecilla logra o no el ascenso a Primera RFEF a final de temporada. Tanto si lo hace como si no, el Hércules CF sería el único que competiría en la tercera categoría nacional.

Los términos del acuerdo, aún en una fase muy embrionaria, le darían a Enrique Ortiz el control absoluto de la nueva SAD, aunque para que esta maniobra cuaje es necesario que el Hércules no se vea obligado a heredar posibles deudas del Intercity, que se debería comprometer a satisfacer todos los pagos pendientes que tenga con administraciones públicas y particulares antes de rubricar el acuerdo.

A cambio, el dueño del equipo levantado sobre las cenizas del Sant Joan en 2017, y fundador de la tecnológica Facephi, entraría en el núcleo accionarial del Hércules y se evitaría tener que seguir haciendo frente a los gastos que le reporta mantener con vida su club fuera del Fútbol Profesional respondiendo con su propio patrimonio en muchas ocasiones.

Derbi disputado en el Antonio Solana entre Intercity y Hércules en septiembre de 2021.

Derbi disputado en el Antonio Solana entre Intercity y Hércules en septiembre de 2021. / Alex Domínguez

La absorción, además, permitiría a la entidad del Rico Pérez hacer uso de la Ciudad Deportiva Antonio Solana, una infraestructura que, pese a ser municipal, tiene cedido el derecho de utilización al Intercity de forma indefinida a cambio de responsabilizarse de su mantenimiento integral.

Mejora de las instalaciones

De esta forma, el Hércules podría entrenar allí y desmantelar Fontcalent mientras desarrolla un futuro proyecto más ambicioso de instalaciones deportivas similar al que poseen otros clubes de la Comunitat como Valencia, Levante o Villarreal.

Otro de los factores turgentes a tener en cuenta en la hipotética absorción es el papel que jugaría la nueva SAD en el Mercado de la Bolsa de Madrid, parqué en el que cotiza el Grupo Intercity desde el 28 de octubre de 2021. Ambos habrán de decidir de qué modo sortean este escollo que, según las dos partes, no debería suponer ningún problema para la fusión por absorción.

Fundir a ambas entidades haría, además, que se extinguiera la posibilidad futura de que ambos equipos alicantinos tuvieran que compartir las instalaciones del Rico Pérez, algo que, sin la absorción, sería inevitable en caso de que el bloque dirigido por Alejandro Sandroni lograra el ingreso en el fútbol profesional, dado que el inmueble es propiedad de la Generalitat y, como ya advirtió en su momento el expresidente del Consell Ximo Puig, "no habría ningún motivo para negarle al Intercity la utilización de un bien común de todos los alicantinos y alicantinas".

Panorámica del Rico Pérez en un día histórico para el Intercity, que hizo sufrir al Barcelona en Copa del Rey.

Panorámica del Rico Pérez en un día histórico para el Intercity, que hizo sufrir al Barcelona en Copa del Rey. / Alex Domínguez

Evitar tensiones pretéritas

De esta forma se evitarían las polémicas vividas en el pasado cuando por esta misma circunstancia se vieron obligados a ejercer alternativamente como locales el Hércules y el desaparecido Alicante, algo que hirió muchas susceptibilidades por la retirada de simbología blanquiazul del estadio cuando eran los celestes a quienes les tocaba jugar en "casa".

La reactivación de esta operación, hecha pública por la Agencia EFE con un teletipo firmado a la par en Alicante y Madrid, ha dejado en silencio a ambas entidades. Ni Hércules ni Intercity han querido pronunciarse al respecto. Prefieren guardar silencio hasta que los términos del acuerdo se adecúen a lo que ambos esperan sea la fusión, un ejercicio que tienen la obligación de dejar conformes a ambas sociedades, con todo lo que eso conlleva.

Si el Hércules se garantiza la utilización en exclusiva del estadio José Rico Pérez siendo el único equipo de la capital alicantina en las ligas mayores eso aumentaría su valor patrimonial, algo que favorecería los intereses de la familia Ortiz como dueña de la SAD blanquiazul, algo fundamental a la hora de sentarse a negociar una posible venta a terceros del Hércules CF, algo que, en estos momentos, no entra en sus planes, aunque más por falta de un comprador solvente que satisfaga los deseos (más allá de lo económico) del empresario Enrique Ortiz, que por sentir la necesidad de continuar al frente de la gestión.

Pancarta levantada en el fondo sur tras la recompra del Rico Pérez al Ayuntamiento por parte del Hércules.

Pancarta levantada en el fondo sur tras la recompra del Rico Pérez al Ayuntamiento por parte del Hércules. / Antonio Amorós

Eliminar la marca Intercity

Si ese produjera finalmente el acuerdo, algo que no está cerca y al que la publicidad seguro que no le sienta bien, en buena parte por el revuelo social que puede provocar entre quienes están a favor de la absorción y, con ello, la eliminación de la ecuación futbolística alicantina del Intercity, y quienes están en contra porque no ven en ello más que una forma poco deportiva de adquirir un derecho que no se ha merecido en Liga si al final de curso Torrecilla y su equipo no logran el salto de categoría.

En todo caso, de concretarse, el primer equipo arrancaría la temporada en Primera RFEF y el filial blanquiazul se quedaría con la plaza de Segunda RFEF, es decir, ascenderían los dos de un plumazo, algo que interesa a la SAD blanquiazul, pero aún está por ver bajo qué circunstancias o condiciones estaría dispuesto Salvador Martí a ver desaparecer su marca. Todo dependerá de las necesidades financieras del conjunto de negro una vez finalice la temporada. El proceso debería cristalizar a lo sumo el 30 de junio, según los plazos oficiales, para que la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) disponga de la documentación, dé validez competitiva a la SAD resultante de la fusión e inscriba al Hércules en Primera RFEF y a su filial en Segunda RFEF para que pueden iniciar reglamentariamente el curso 204-2025.

En último término deberán los accionistas del Grupo Intercity quienes validen el proceso fusión, llegado el caso. Pero lo primero es que ambas entidades resuelvan la integración de forma favorable, algo para lo que tienen escasamente tres meses si lo que se persigue es que el pacto de absorción entre en vigor la campaña que viene.