Especies en peligro

Las actividades humanas ya afectan a las ballenas más remotas y misteriosas del mundo

El cambio climático, la pesca industrial, el ruido, los choques con barcos y la contaminación, amenazas para los zifios

Zifio hallado muerto en la costa de Fuerteventura (Canarias).

Zifio hallado muerto en la costa de Fuerteventura (Canarias). / EFE / Carlos DE Saá

Ramón Díaz

Ramón Díaz

Ni siquiera las profundidades abisales y las zonas más remotas del océano se libran de los efectos nocivos de las actividades humanas. El cambio climático, la pesca industrial, las perturbaciones acústicas, los choques con embarcaciones y la contaminación son algunas de las amenazas a las que se enfrentan las especies marinas. Incluidos los zifios, una familia de ballenas caracterizada por una biología críptica, inmersiones muy profundas (hasta 1.400 metros y durante más de una hora) y un hábitat remoto en alta mar, circunstancias que han desafiado la observación científica directa y que los convierten en unos de los animales más desconocidos del planeta.

Los hallazgos de un estudio realizado por científicos del Instituto Bedford de Oceanografía, Pesca y Océanos de Canadá, que acaban de publicarse en la revista ‘Royal Society Open Science’, muestran que todas las especies de estos misteriosos cetáceos se ven afectadas por "múltiples factores estresantes", siendo el cambio climático, los enredos y la contaminación plástica las amenazas más comunes. Pero hay muchas más.

Los autores han contabilizado 14 amenazas provocadas por el ser humano a las que se enfrentan las 24 especies de zifios, a pesar de que estos animales se encuentran en hábitats alejados de ciudades, puertos y otras zonas pobladas. Conclusión: ni siquiera uno de los mamíferos más esquivos y remotos del planeta puede evitar las presiones humanas.

Zifio calderón boreal.

Zifio calderón boreal. / Sanna Isojunno

"Comprender la evidencia y las vías de los efectos de los factores estresantes en los individuos puede respaldar evaluaciones futuras, guiar estrategias prácticas de mitigación y avanzar en la comprensión actual de los impactos antropogénicos en especies marinas raras y esquivas", recoge el estudio.

El peligro del ruido antropogénico

La primera amenaza recogida en el informe es el cambio climático. Existe una "alta probabilidad" de que 22 especies de zifios se están viendo afectadas por el calentamiento global, que está alterando "drásticamente" los ecosistemas marinos, "con aumento del nivel del mar, mayor acidificación de los océanos, olas de calor marinas más frecuentes e intensas, disminución del hielo marino e impactos en el secuestro de carbono oceánico", apuntan los autores.

La caza de ballenas es la segunda amenaza citada en el informe. Su impacto es calificado como ‘grave’. "La caza comercial de ballenas redujo el número de ejemplares en todo el mundo, alterando los ecosistemas marinos y la estructura social de las poblaciones de las que dependen los individuos". Hasta 15 especies de zifios han sido o están actualmente sujetas a captura dirigida.

Los zifios dependen del sonido para funciones vitales esenciales, como encontrar presas, comunicarse y detectar su entorno. Las actividades humanas, incluido el tráfico de buques, las operaciones de petróleo y gas, los ejercicios militares, los aviones de bajo nivel, la construcción y las tecnologías acústicas marinas, contribuyen significativamente al ruido del océano.

Zifio de Cuvier hallado varado en Nueva Escocia (Canadá).

Zifio de Cuvier hallado varado en Nueva Escocia (Canadá). / E. Zwamborn / MARS

Los investigadores citan cinco fuentes comunes de ruido: los sonares militares (al menos 11 especies de zifios son altamente sensibles a estos aparatos), el ruido de los barcos (incrementa el estrés de los animales y los aleja de zonas habituales donde se alimentan), las pistolas de aire (fuentes) sísmicas para la exploración de características geofísicas submarinas como las reservas de petróleo y gas, operaciones de perforación (se necesita más investigación) y las ecosondas (hay al menos cuatro especies afectadas).

La contaminación, una grave amenaza

Las interacciones pesqueras aparecen como amenazas graves para los zifios, tanto por capturas accidentales en artes de pesca como por alteración del comportamiento natural de búsqueda de alimento (buscan peces en los aparejos de pesca o en los descartes de las pesquerías), "aumentando así el potencial de lesiones y mortalidad por enredos, ingestión de anzuelos u otros artes, choques con embarcaciones, represalias de los pescadores y dependencia de la búsqueda de alimento en asociación con la pesca".

Los choques con embarcaciones son otra amenaza ‘grave’ para los zifios. De hecho ya se han constatado muertes, lesiones letales o subletales, hematomas y fractura en nueve especies de estas ballenas remotas. El peligro aumenta a medida que lo hace la densidad de embarcaciones.

La contaminación es una de las mayores amenazas para la fauna marina. También para los zifios. Los investigadores citan el peligro que suponen los contaminantes orgánicos persistentes (sustancias químicas tóxicas y duraderas que se acumulan en los tejidos grasos de los animales y se biomagnifican dentro de las cadenas alimentarias).

Zifios de Longman.

Zifios de Longman. / NOAA

También señalan a los metales pesados, como mercurio, cadmio, plomo y arsénico, presentes en niveles naturales bajos en el medio marino, que pueden volverse tóxicos debido a concentraciones elevadas de fuentes antropogénicas, como emisiones industriales, minería y escorrentías agrícolas. Reducen la salud y el éxito reproductivo de los zifios.

El plástico, uno de los grandes males actuales

El plástico es uno de los grandes males de la actualidad, y los zifios, pese a vivir en zonas remotas, no se libran de él. El consumo de plástico y microplásticos, que ha aumentado exponencialmente en los últimos 60 años, puede provocar obstrucciones digestivas, perforaciones, problemas nutricionales, infecciones e inanición. En muchos casos, mortales.

Se observan habitualmente bolsas o láminas de plástico en el contenido del estómago de los zifios, y se ha encontrado una variedad de otros artículos, incluidos aparejos de pesca, botellas, envases, colillas de cigarrillos y material electrónico.

Los derrames de petróleo tienen grandes impactos en la vida marina. En el caso de los zifios su impacto es ‘grave’. "Se sabe que al menos cuatro especies de zifios se han visto afectadas por grandes derrames de petróleo en su hábitat, a pesar de la baja probabilidad de detección", recoge el estudio. Problema: existen muy pocos estudios sobre los efectos de pequeños derrames, mucho más frecuentes.

Pero hay otras amenazas potenciales que requieren más investigación. Por ejemplo, la minería en aguas profundas, la expansión de las pesquerías mesopelágicas, la generación de energía marina, las actividades industriales en alta mar que implican el hincado de pilotes, los vertederos tóxicos, y las tecnologías acústicas no reguladas, como el sistema antiincrustante ultrasónico, entre otras.

Gráfico sobre los zifios.

Gráfico sobre los zifios. / Miguel Mulas / EFE

"El alcance omnipresente de la influencia antropogénica, particularmente los plásticos en un número tremendamente grande de especies, sugiere que prácticamente ninguna zona de los océanos del mundo está libre de la actividad humana", y por lo tanto, tampoco ninguna especie "independientemente de su lejanía o rareza", señala la bióloga marina Laura Ferrer, autora principal del estudio.

Estudio de referencia: https://royalsocietypublishing.org/doi/10.1098/rsos.240058

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