Óscar ya acumula más de veinte programas concursando en Pasapalabra. Se nota la experiencia del concursante madrileño, ya que estuvo anteriormente en Boom, donde se hizo famoso. Desde que llegó al plató de Pasapalabra, los duelos entre él y Moisés Laguardia se han hecho muy épicos.

Ya lo habían sido cuando Fer Castro era quien se enfrentaba a Moisés. Sin embargo, la inesperada y súbita eliminación del gallego dio al traste con lo que ya muchos espectadores preveían como una reedición del enfrentamiento entre Rafa y Orestes, enfrentamiento que se prolongó durante más de un año.

El peligro de la silla azul de Pasapalabra

La marcha de Fer y la llegada de Óscar parecía abrir una nueva etapa en el rosco de Pasapalabra. Ambos concursantes, Moisés y Óscar, exhiben una excelente preparación; los dos han estudiado a conciencia para intentar llevarse el bote de Pasapalabra, que ya se sitúa más allá del millón de euros; y tanto uno como otro conocen a la perfección la mecánica de los concursos de televisión, puesto que ambos han participado varias veces si no en uno, en otro programa (es la quinta vez de Moisés en Pasapalabra y Óscar permaneció durante meses en Boom).

Con todos estos ingredientes, no era de extrañar que los duelos entre los dos concursantes prometieran convertirse en parte inherente a las tardes de Antena 3 de lunes a viernes. Sin embargo, nadie parecía contar con la silla azul, la prueba que más temen los aspirantes a llevarse el bote de Pasapalabra porque es la única que puede expulsarlos de una manera rápida e irremediable, como les ha sucedido a muchos.

Y llegó el día en que Óscar tuvo que sentarse en la silla azul. Y también la jornada en la que frente a él se situó un concursante también muy preparado: Alberto.

Óscar, en la silla azul de Pasapalabra

Fue el martes 24 de octubre y Óscar parecía templado pero, en realidad, dejaba entrever unos nervios evidentes por todo lo que se jugaba: su permanencia en Pasapalabra.

Pero todo parecía ponérsele de frente, puesto que Alberto, que jugaba con la F, fue el primero en fallar una pregunta (al segundo error, quedan eliminados). Óscar se las prometía felices porque aún conservaba intactas sus dos oportunidades pero el azar es curioso y la alegría apenas le duró un par de segundos.

A la siguiente definición, Óscar cometió un fallo impensable y los dos concursantes quedaron empatados para satisfacción de Alberto y miedo de Óscar. Siguieron las preguntas y la tensión se hacía cada vez más intensa hasta el punto de que parecía poder cortarse. El madrileño se movía cada vez más inquieto y mostró sus dudas en una de las cuestiones. Sin embargo, no había nada que temer: había acertado.

Los dos estaban a un error de la eliminación y le tocaba a Alberto. El destino quiso que fuese éste quien fallase el primero y, tal y como Óscar reconoció después, le resultó un alivio no sólo porque se había salvado, sino porque "lo estaba pasando regular".

De hecho, el concursante explicó después al presentador de Pasapalabra, Roberto Leal, que temía ser el primero en fallar y quedar eliminado del programa porque tenía muchas dudas en algunas de las definiciones.

Pero la suerte finalmente se puso de su parte y consiguió aguantar hasta que su rival, Alberto, acumuló dos fallos y quedó eliminado de Pasapalabra, lo que otorgó a Óscar la permanencia durante un programa más.