Zelenski, obsesionado con implicar directamente a la OTAN

Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania

Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania / ?imánek Vít/Ctk/Dpa

Joaquín Rábago

Joaquín Rábago

El presidente ucraniano, Volodìmir Zelenski, lleva tiempo obsesionado con implicar directamente a la OTAN en la guerra de Ucrania y cualquier ocasión es buena para ello.

Zelenski ha solicitado la convocatoria de una reunión extraordinaria del recién constituido Consejo OTAN-Ucrania para tratar del acuerdo de exportación de cereales desde el mar Negro.

Tras acusar a Occidente de incumplir su parte del acuerdo, Moscú dejó que expirara y amenazó con tratar a todos los buques ucranianos que atracan en puertos de ese país como sospechosos del transporte de armamento para atacar a Rusia.

La sesión del consejo OTAN-Ucrania se celebrará a nivel de embajador, según se anuncia, y Estados Unidos ha hecho saber además a Kiev que su armada no escoltará a los buques ucranianos, algo que tampoco hará Turquía.

La pasada semana, el ministro de Exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba, aseguró que su país está dispuesto a “arrostrar cualquier riesgo” para garantizar la exportación de cereales.

Moscú respondió a esas declaraciones con unas maniobras navales frente a la costa ucraniana, el hundimiento de un buque de ese país y continuos bombardeos contra la ciudad y el puerto de Odessa.

La decisión del Kremlin de suspender el acuerdo sobre cereales ha sido objeto de fuertes críticas por parte de gobiernos y medios de información de Occidente, así como del propio secretario general de la ONU, Antonio Guterres.

Y es un hecho que muchos de los suministros de cereales ucranianos al continente africano son difíciles de sustituir por los de otra procedencia.

Pero también es cierto que los países que más parecen escandalizarse por el paso dado por Rusia redujeron substancialmente en el pasado sus aportaciones al Programa Mundial de Alimentos de la ONU.

En concreto lo redujeron en nada menos que 1.700 millones de dólares – en torno a un 25 por ciento del presupuesto total- tanto Estados Unidos y Gran Bretaña como la propia Unión Europea.

Y otro dato que normalmente no se menciona es que Ucrania no es, pese a todo lo que escriben algunos, el principal granero del mundo, sino que ocupa el sexto lugar detrás de China, India, Rusia, Estados Unidos y Canadá.

También se señala que sólo un 34 por ciento del trigo ucraniano exportado acaba en los países ricos mientras el resto va al llamado Sur global.

Pero hay que el propio acuerdo divide a los países destinatarios en diferentes categorías, y los más pobres entre ellos, que representan el 62,5 por ciento de la población mundial, han de contentarse con sólo un 28 por ciento del grano.

Antes de llegar a países como Etiopía, Yemen, Yibuti, Somalia o Sudán, los buques cargados de cereales ucranianos pasan muchas veces por puertos de países más ricos como Italia, España u Holanda.

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