Tiene que llover

Una vuelta a las andadas

El líder de Vox, Santiago Abascal

El líder de Vox, Santiago Abascal / Eduardo Parra - Europa Press

Francisco Esquivel

Francisco Esquivel

Santiago Abascal ha remodelado la cúpula de su barcaza y ha dado cancha en ella a los sobresalientes periféricos a fin de echar el candado y cercenar las voces discrepantes que ven en el traspaso de fondos millonarios de Vox a la Fundación Disenso, presidida por el mismo que viste y calza, un seguro para una jubilación holgada. O sea, alcanzar la orilla a través de un chiringuito más de la rica colección que atesora el baranda.

De cara a las gallegas el pepé implora a su socio que se abstenga de concurrir para que los restos no pongan en peligro la mayoría absoluta de su bastión por antonomasia recogido de la estela dejada por don Manuel antes de ser desalojado de la Xunta y de comparar por aquel entonces a Franco con Napoleón con tal de concluir que «el franquismo ha sentado las bases para una España con más orden» en el afán de respaldar a Mayor Oreja dado que el hombre se había puesto en evidencia al negarse a condenar el régimen del caudillo. Aún con todo eso, uno de los mayores reconocimientos que el partido se llevó durante sucesivos ciclos fue el de que, al aglutinar en su seno desde liberales por decirlo de algún modo hasta nostálgicos poco temerosos de Dios, los presentes nos ahorrábamos la irrupción de la atrabilaria tropa danzando a sus anchas. Parece lógico, pues, que hoy se le atragante la alianza y que su política de pactos no despierte gran entusiasmo.

En las últimas horas unas hordas encabezadas por Monasterio y por el parlamentario Ortega Smith se han manifestado contra la celebración de una obra de teatro, cuyo local ha debido ser protegido por furgones policiales de cara a poder representarse. Juan Mayorga, que está al frente de La Abadía, ha elegido dirigirse al público para darle las «gracias por estar aquí», para señalar que los que acuden a la sala son quienes han de «juzgar lo que han visto y escuchado» y para recordar que «antes que con discursos la libertad se defiende ejerciéndola». Vamos, las bases que indudablemente sentó el franquismo.