Una ciudad rendida al "Abuelo"

Orihuela arropa a su patrón en la procesión de Nuestro Padre Jesús este Miércoles Santo en su tradicional y popular recorrido desde la Iglesia de Santa Ana al Santuario de Nuestra Señora de Monserrate

"El abuelo", patrón de Orihuela, en la procesión de Miércoles Santo

"El abuelo", patrón de Orihuela, en la procesión de Miércoles Santo / TONY SEVILLA

Loreto Mármol

Loreto Mármol

Unos 1.200 componentes de la Orden Franciscana Seglar y Muy Ilustre Mayordomía de Nuestro Padre Jesús Nazareno, fundada en el siglo XVII, han procesionado con vestas de terciopelo morado este Miércoles Santo en el tradicional y fervoroso desfile que se ha iniciado en la Iglesia de Santa Ana (Convento de los Padres Franciscanos) con un recorrido que finaliza en el Santuario de Nuestra Señora de Monserrate.

Este año se han introducido mejoras en el ornamento de los tronos que son portados a hombros por una treintena de costaleros: el de la Agonía (1774), de Francisco Salzillo, y Nuestro Padre Jesús Nazareno (1941), de José Sánchez Lozano.

Cientos de personas has asistido a la procesión para recibir al patrón de la ciudad y su huerta, el conocido popularmente como "El Abuelo", una imagen muy venerada y querida que arrastra a devotos de toda la comarca.

Esta procesión tan popular y querida cuenta con la particularidad de que no representa el orden lógico de la secuencia pasional, que portaría primero a Jesús con la cruz y después al crucificado, sino que se le concede el privilegio a Nuestro Padre Jesús Nazareno de participar el último en el desfile con un trono que lo representa de camino al monte calvario con la cruz a cuestas.

Así, ha abierto el desfile La Convocatoria, con su característico tintineo de las campanillas a su paso por los adoquines, seguida del tercio de San Juan y la Virgen con la banda Unión Lírica Orcelitana. Después, el trono del Santísimo Cristo de la Agonía seguido por la centuria romana de "Los Armaos" para escoltar a Nuestro Padre Jesús, cerrando la banda Auxilium y penitentes alumbrantes.

A su vez, la comitiva ha estado encabezada por la Cruz-Insignia (1987) de la Orden Franciscana Seglar, que representa el "Abrazo de San Francisco".

Mucha participación y público tras volver a la normalidad después de la pandemia, y con un clima estable que no ha jugado la mala pasada del año anterior, cuando la lluvia pospuso la procesión a Jueves Santo por la mañana.

Esta hermandad, cuyos integrantes son de la familia franciscana, tienen como objetivo invertir en el mantenimiento de su patrimonio tras la Semana Santa, introduciendo mejoras en la entrada del convento, en el tejado de la sede y en arreglos en el camarín para acabar con las humedades.