La Vega Baja afronta otro septiembre sin el Segura preparado para una DANA

La mayor parte del cauce del Segura esta ocupado por cañas invasoras a excepción de tramos urbanos de Orihuela y Rojales

La CHS dice que desbroza todo el año y destaca actuaciones puntuales en barrancos, además del drenaje en la desembocadura

Así están las zonas más peligrosas ante  una DANA en la Vega Baja

Tony Sevilla

D. Pamies

D. Pamies

La Vega Baja afronta la recta final de agosto con la incertidumbre de que se pueda producir en los próximos días una nueva situación de DANA que afectara a la comarca. Todavía se siente reciente el catastrófico episodio de la inundación de Santa María en septiembre de 2019, cuya intensidad en algunas zonas del Bajo Segura solo se contemplaba para un periodo de retorno de una vez cada 500 años. Y la preocupación persiste.

La mayor parte del cauce del río Segura desde puertas de Murcia en Las Norias hasta la desembocadura de Guardamar está sin desbrozar. Pero los que abogan por este tipo de mantenimiento no defienden vaciar el cauce de vegetación.

Es la proliferación de caña invasora la que puede, primero, rebajar la velocidad del caudal en caso de lluvias torrenciales, y provocar después un tapón o una peligrosa acumulación de vegetación en los puentes de los tramos urbanos donde la capacidad del cauce se estrecha.

Ribera

La ribera del Segura perdió los meandros, que laminaban de forma natural esa circulación, y la vegetación autóctona, que ejercía el mismo papel, con la construcción del nuevo cauce en los años noventa precisamente para evitar las inundaciones. Se optó por la capacidad y la rapidez en la evacuación sin considerar otros condicionantes naturales como el impacto de barrancos y ramblas que evacuan en la huerta tradicional.

En septiembre de 2019 la mota de hormigón del cauce en Almoradí se vino abajo justo en una zona en la que el río describe una pequeña curva tras un largo trazado en línea recta. Y desde ahí dejó escapar 20 hectómetros cúbicos que anegaron amplias zonas de Dolores, Daya Vieja y San Fulgencio durante semanas, hasta la desembocadura.

En las últimas semanas se han sucedido las advertencias de los vecinos de Molins -que estuvo bajo las aguas durante días-, Formentera del Segura -donde una tupida malla de vegetación apenas deja vislumbrar el escaso hilo de agua de caudal ecológico que lleva el río en esta época del año-, y del propio Ayuntamiento de Orihuela que debe ocuparse de su tramo urbano. La misma estampa de cañas de más de cuatro metros de altura se repite en la desembocadura.

Actución de desbroce y reparación de un talud en la rambla de la Fayona que lleva cabo la CHS esta semana en Torrevieja

Actución de desbroce y reparación de un talud en la rambla de la Fayona que lleva cabo la CHS esta semana en Torrevieja

¿Quién es el responsable?

Pero ni la CHS ni el Ayuntamiento de Orihuela han actuado en los seis cauces que desembocan en las playas de Orihuela. Árboles invasores, maleza y residuos urbanos colmatan unos cauces que además se han ido estrechando en los últimos treinta años por la presión urbanizadora, autorizada en algunos casos al filo de ocupar domino público. Nadie actúa mientras se debate quién debe hacerse cargo.

Aspecto de la desembocadura del río Nacimiento desde el puente de la Glea en Campoamor, Orihuela Costa.

Aspecto de ayer de la desembocadura del río Nacimiento desde el puente de la Glea en Campoamor, Orihuela Costa (agosto 2023) / TONY SEVILLA

La CHS suele eludir la intervención cuando los cauces son urbanos tal y como considera los de la costa oriolana. Entre ellos el río Nacimiento, capaz de sumar hasta 380 metros cúbicos por segundo en su desembocadura y que está cubierto por una densa vegetación de caña invasora en su tramo final de la playa de la Glea en Campoamor. Sí que ha llevado a cabo en los últimos meses la CHS un dragado de emergencia en la desembocadura del cauce viejo del Segura cuya colmatación con sedimentos fue una de las principales causas de la prolongación de la inundación de miles de hectáreas de huerta tradicional entre Guardamar, San Fulgencio y Dolores en 2019.

Otra de las actuaciones puntuales realizadas por este organismo competente sobre los terrenos de dominio público de los cauces ha sido el desbroce del río Seco aguas arriba de la autopista en coordinación con el Ayuntamiento de Pilar de la Horadada, que ha contratado una obra de mantenimiento por 40.000 euros, con autorización previa de la CHS, para desbrozar 1.700 metros lineales de su cauce hasta su desembocadura en la playa de Mil Palmeras.

Benferri, cumple

Otra de las zonas que sí han sido desbrozadas es la rambla de Abanilla, tanto aguas arriba de Benferri como en su cauce urbano, donde también el Ayuntamiento se encarga puntualmente de su limpieza hasta el enorme azud que retiene el agua. Esta rambla de Abanilla-río Chícamo es una de las más peligrosas de la provincia y su avenida provocó graves daños materiales en Orihuela y su zona industrial en 2019.

También se están preparando los barrancos junto a la ladera de la Sierra de Callosa para los cauces que afectan en caso de lluvias torrenciales a los cascos urbanos de Redován, Callosa y Cox. Y ayer mismo la CHS anunciaba obras de mejora en los taludes de la rambla de La Fayona, principal barranco de la cuenca vertiente de la laguna de Torrevieja, donde la CHS está reparando un talud, además de llevar a cabo el desbroce del tramo final al humedal con una inversión de 97.000 euros.

Los responsables de la entidad de cuenca han asegurado que los trabajos en el cauce del Segura cuentan con su propia planificación para abordar todos los tramos en la Vega Baja, aunque ante las críticas surgidas este pasado agosto por su inacción en el desbroce argumentaron que las máquinas no podían actuar por el riesgo de incendio .

Rambla de Abanilla- río Chícamo en Benferri desbrozado

Rambla de Abanilla- río Chícamo en Benferri desbrozado / TONY SEVILLA

¿Tabala? ¿Abanilla?

La CHS apenas ha avanzado en inversiones en profundidad para rebajar el impacto de las inundaciones en la comarca. La construcción del encauzamiento y presa de la Rambla de Tabala que desemboca desde la margen derecha del Segura apenas está en redacción del proyecto de ejecución desde que se produjo la DANA de 2019. También está pendiente otro proyecto para mejorar la capacidad de evacuación de la rambla de Abanilla y derivar los caudales al embalse de Santomera.

La CHS anuncia una inversión total de 600 millones de euros contemplados en el plan de Cuenca. La primera iniciativa sobre el terreno que expuso a información pública, un enorme corredor «verde» -suelo de huerta entre dos motas- que discurría entre La Campaneta y Dolores, tuvo que ser descartado por la presión social en los municipios afectados. Partidos políticos y agricultores volvieron a acusar a la CHS de usar la Vega Baja como el sumidero de la Región de Murcia.

Renhace

La presa de Tabala, que comenzó a plantearse en los años ochenta, y la mejora de la capacidad de la rambla del río Chícamo eran una prioridad hace cuatro años y lo siguen siendo todavía sin que se hayan materializado sobre el terreno. Mientras que la CHS se centró en las reparaciones de urgencia y ya no ha vuelto a actuar con obras de envergadura, algunos municipios avanzan en el desarrollo de proyectos subvencionados en el Plan Vega Renhace impulsado por el anterior Consell. Es el caso de San Isidro o Bigastro, que han completado grandes balsas de laminación.