Un vecino de El Campello comienza su aventura: de la ciudad eterna a la eternidad

Su nombre es José Arredondo y ha comenzado una ruta a pie desde Roma hasta Santiago de Compostela para visibilizar la lucha contra el cáncer de mama

El hombre ha recibido la bendición del Papa Francisco para afrontar un desafío de 3.000 kilómetros que le llevará a estar tres meses fuera de casa

El Papa Francisco, en una fotografía tomada por José Arrefondo, que ha comenzado en el Vaticano su viaje para visibilizar la lucha contra el cáncer de mama.

El Papa Francisco, en una fotografía tomada por José Arrefondo, que ha comenzado en el Vaticano su viaje para visibilizar la lucha contra el cáncer de mama. / INFORMACIÓN

A pie de Roma a Santiago. Cerca de 3.000 kilómetros de distancia, lo que según cálculos aproximados, es la friolera de 4.500.000 pasos. Una machada que supera gestas que cuesta ver fuera de las fronteras de la ficción. No es una referencia gratuita. Sin ir más lejos, Frodo y Sam recorrieron "solo" 2.172 kilómetros (los que separan la Comarca del Monte del Destino situado en la oscura tierra de Mordor) para destruir el Anillo Único. En este caso, el objetivo no es salvar la Tierra Media y el protagonista no es un hobbit, sino un vecino de El Campello que busca visibilizar la lucha contra el cáncer de mama.

Su nombre es José Arredondo y ha volado esta semana rumbo a la capital de Italia, donde ya ha comenzado su reto. El hombre, de 49 años, afirma animado que ya ha recibido la bendición del Papa Francisco, el último empujón que necesitaba para iniciar su desafío. El héroe de esta aventura iba a ser recibido en audiencia por el máximo representante de la Iglesia, una cita que no ha podido celebrarse debido a que el sumo pontífice "está malito". 

Con esa sencillez se ha expresado este ciudadano campellero, que antes de comenzar su camino, se metió en una ruta llena de baches y obstáculos para poder verse con el Papa: contactos con el obispado, páginas webs de Italia, de la Casa Pontífica de Roma, búsqueda de direcciones y envío de correos en los que tuvo que facilitar todo tipo de datos personales y que no fueron respondidos hasta varias semanas después. Un largo proceso burocrático que no ha fructificado, lo que no ha desalentado a Arredondo, contento y agradecido por tener la oportunidad de ver de cerca a su santidad, del que está seguro que le ha bendecido "al verme la pancarta y la mochila".

Un homenaje a las mujeres de su familia

Ambos elementos le acompañan en todo momento y forman parte de su uniforme, el que ha llevado en diversos actos celebrados durante los días previos en los que presentó su misión y el noble motivo que la impulsa: la lucha contra el cáncer de mama, una enfermedad que el hombre conoce de cerca. Su cuñada Silvia Martínez, de 47 años, es una de las mujeres presentes en su vida que ha sufrido este tipo de tumor. Ahora, ella se encuentra bien y está a la espera de reconstrucción, y desde Alicante será un apoyo moral para que su cuñado complete una singladura que tiene el fin de visibilizar esta causa y también, conseguir fondos para la investigación de la enfermedad.

El vecino de El Campello, José Arredondo, posa para INFORMACIÓN en los días previos a iniciar su aventura.

El vecino de El Campello, José Arredondo, posa para INFORMACIÓN en los días previos a iniciar su aventura. / Alex Domínguez

El nombre de Silvia estará en las camisetas que Arredondo lleva consigo, unas prendas donde también aparece el nombre de otras mujeres de su familia que se las han visto con esta palabra maldita. Como su abuela, su madre o una de sus tías. Por ellas, va este camino, el más largo de todos los que este campellero, experimentado senderista, ha realizado.

El hombre explica que ya ha hecho "muchas veces el Camino de Santiago, muchos caminos por España", itinerarios eso sí no tan imponentes como la distancia que separa la capital gallega de la ciudad eterna. "Mucha playa" y "mucha montaña" le han servido para preparar esta travesía que le va a llevar a superar terrenos hostiles como los Alpes o los Pirineos. El participante en esta extensa romería es consciente de ello y aunque apunta que "no sabes qué te vas a encontrar", sí tiene planificada su ruta.

Preentrenamiento antes de enfrentarse a los Alpes

Durante las jornadas en terreno llamo, su objetivo es caminar entre 30 y 40 kilómetros al día, y que esto le sirva de "preentrenamiento" de lo que le espera en las cuestas que se va a encontrar cuando cruce la frontera de Italia. Pero no es el relieve lo que más le quita el sueño. El implicado ya de lleno en esta odisea sabe que "son muchos días solo", algo más de tres meses, según indicó el otro día a diversos cargos del Ayuntamiento de El Campello con los que se reunió y que le hicieron entrega de varios artículos que le podrán ser de utilidad durante su viaje, como gorras, camisetas, botellas de metal o toallas de fibra.

Niguno de estos obsequios le podrán proteger de una soledad que va a ser el rival más duro y que mostrará su peor cara cuando le invadan los recuerdos de su mujer y de su hija, con las que este año no va a poder celebrar el Día del Padre ni vivir la procesión de Santa Cruz.

Pero esta nostalgia no se va transformar en arrepentimiento, avisa Arredondo, convencido de que "día tras día me levantaré y arrancaré" para completar una aventura en la que lo importante no es el recorrido que ha de superar, sino la causa que hay detrás.