El Campello resuelve el contrato con la empresa de las obras del IES Enric Valor pero el conflicto está lejos de acabar

El centro sigue a la espera de una solución provisional, anunciada semanas atrás, que le permita liberar las pistas deportivas de unas aulas prefabricadas que se instalarán en una calle colindante, que será adherida al instituto

Las obras de ampliación del IES Enric Valor, en una imagen del pasado septiembre tras su paralización

Las obras de ampliación del IES Enric Valor, en una imagen del pasado septiembre tras su paralización / J.A.RICO

Lo que puede parecer el final es solo el principio. Esta es la conclusión principal que se puede sacar del pleno extraordinario en el que el Ayuntamiento de El Campello ha resuelto el contrato con la empresa encargada de las obras en el IES Enric Valor, que se encuentran en punto muerto desde hace meses. Y todo indica que van a seguir así durante mucho tiempo. A pesar de la unanimidad que han mostrado los seis partidos que integran la corporación, esta polémica no tiene visos de acabar pronto. El fin de la relación entre Consistorio y la compañía (que ahora tendrá un plazo de diez días naturales para poder recurrir la decisión) es sólo el cierre de un capítulo central en una historia que aún está lejos de su desenlace definitivo.

Mientras tanto, la comunidad educativa sigue esperando una solución provisional que les permita hacer uso de las pistas deportivas del centro. Desde que se iniciaron las obras, las aulas prefabricadas, ya presentes en el instituto, fueron recolocadas sobre el espacio destinado a la actividad física, debido al recorte del patio que conllevó la ejecución de los trabajos. Para corregir esta situación, el equipo de gobierno, en acuerdo con la conselleria de Educación, anunció una idea que propuso del AMPA: anexionar la calle Alcalde Vicente Boix Giner, colindante al recinto educativo y sobre la que se habilitarán los barracones. La vía será acondicionada y cerrada al tráfico, lo que en cualquier caso no será un obstáculo, ya que no tiene salida, lo que técnicamente viene a ser un fondo de saco.

Se trata de una medida extraordinaria que se encuentra en standby hasta que la entidad con competencia en este asunto se pronuncie al respecto. Y he aquí la raíz del problema (uno de ellos). El Ayuntamiento, que afirma que ya está todo preparado para la cesión de la calle, sostiene que no puede hacer nada porque la actuación es competencia de conselleria, pero fuentes del profesorado alegan que desde la institución autonómica les han transmitido que es el instituto quien debe hacerse cargo. Solo queda saber qué tiene que decir al respecto el área de Educación de la Generalitat, que de momento, guarda silencio. INFORMACIÓN ha intentado contactar con fuentes del departamento, cuya versión es la única que queda por conocer.

Bronca en el pleno

Esta coctelera de informaciones ha derivado en un estado de nerviosismo que se ha materializado en la sesión extraordinaria de hoy. Miembros de la comunidad educativa han acudido al salón donde se ha celebrado el pleno y han mantenido un tenso intercambio de palabras con el alcalde, Juanjo Berenguer, y con otros miembros de la corporación. La conversación se ha ido suavizando con el paso de los minutos pero ha evidenciado la incertidumbre en torno a un tema cuya solución no se ve aún en el horizonte.

Y es que lo único que ha quedado claro es que no hay nada claro. La actuación para retirar los barracones del centro está pendiente de una hipotética decisión del órgano autonómico, que según apuntan fuentes municipales, es quien "se encarga de todo". En este "todo" va incluido el concurso necesario para que una empresa pueda instalar una grúa o la maquinaria que sea precisa para mover las aulas del interior del instituto a la calle adherida. Con un proceso burocrático de por medio, todo parece indicar que la ejecución de esta obra, a priori sencilla, se alargará en el tiempo y no se podrá acometer en las vacaciones de Semana Santa, como deseaba la comunidad educativa.

En cualquier caso, ya hay una cita programada para que la cuestión no se eternice. Según avanzan fuentes del Ayuntamiento, "el día 21 de marzo se reúnen el cuerpo técnico de la dirección territorial de Educación y los concejales y técnicos de Patrimonio, Infraestructura Pública y Educación del Ayuntamiento para cerrar el futuro convenio de cesión de la calle". Para contextualizar todo lo relacionado con este tema, las mismas fuentes han matizado que el Consistorio sí es responsable del mantenimiento de los colegios de Primaria, pero en lo que a centros de Secundaria se refiere, solo tiene dos competencias, la matriculación de los alumnos (área que controla en colaboración con la conselleria) y los casos absentismo. Sin embargo, estas explicaciones no parecen convencer al colectivo compuesto por estudiantes, familias y docentes, presa de una frustración comprensible y generada por una situación que no han provocado.

Polémica por el ataque de Vox

Esta emoción se ha trasladado al pleno de esta mañana, que pese a reflejar la unanimidad de las diversas fuerzas políticas en este asunto, también dejó constancia de las grietas que existen en el seno de la corporación. La principal fisura la abrió Vox, que utilizó un símil futbolístico para describir lo sucedido: "Les han colado un gol por la escuadra a la mesa de contratación". Esta no fue la única controvertida declaración por parte del grupo ultra, que pidió "estudiar con profundidad a las empresas que se presentan a licitación, no solo tener en cuenta los avales solicitados" y detalló que gracias a su participación en el Ayuntamiento, ahora "las nuevas licitaciones se están haciendo con más rigor".

Estas palabras avivaron una sesión que se preveía tranquila, pero en la que acabaron saltando chispas. El primer edil se vio obligado a intervenir para recordar que "los políticos no estamos en las mesas de contratación". La cuestión fue todo un conato de incendio, que no obstante, acabó extinguido con la participación del secretario municipal, que dio carpetazo a este improvisado debate con una tajante afirmación: "La mesa de contratación ha actuado como siempre. Reitero que no hay ningún cambio en la licitación".

Sea como sea, este desencuentro no desvió de su rumbo al Ayuntamiento, que volvió a exhibir su unidad. Todos los presentes votaron a favor de la resolución del contrato y esta cohesión deberá mantenerse en el tiempo para agilizar el proceso y adjudicar nuevamente las obras de ampliación del Enric Valor. Este no es el único frente que asoma en un horizonte donde ya se está armando la madre de todas las tormentas judiciales. Este medio ha podido hablar con la otra parte implicada, la mercantil, que ya ha avisado que no dará su brazo a torcer y que solicitará la cautelar con el fin de suspender el acuerdo firmado por el Consistorio.

La empresa también tiene pensado alegar por el mismo motivo que le llevó a presentar por registro un escrito el pasado mes de enero en el que hicieron pública su renuncia al contrato debido a unos supuestos impagos por parte del Ayuntamiento. En este sentido, el equipo de gobierno ya ha dejado claro en repetidas ocasiones que el Consistorio ha actuado de forma "absolutamente escrupulosa" y "siempre conforme a la Ley", y esa deuda que la compañia reclama está registrada en las facturas que la corporación decidió retener para cobrar la penalidad (de cerca de 70.000 euros) que se le impuso a la mercantil por sus "continuos incumplimientos" en el plazo de ejecución de las obras del instituto.