Como cada año, según manda la tradición, la localidad de Banyeres de Mariola celebra sus fiestas en honor a la patrona Santa María Magdalena durante todo el mes de julio. Este año, tras el éxito del pasado, durante el segundo fin de semana, las calles céntricas de Banyeres se han vuelto a convertir en una auténtica representación medieval, desde juegos a la antigua usanza para los más pequeños hasta paseos en dromedario para los mayores.

La feria y el mercado medieval fueron inaugurados ayer a las doce del mediodía, una hora que, a pesar de las altas temperaturas, recogió más visitantes de lo esperado, ya que la gente se animó durante las horas más próximas a la noche, en las que se hizo notoria una mayor afluencia de visitantes. Las calles, repletas de tenderetes artesanales, invitaron a los asistentes a echar una ojeada a miles de productos, desde joyería y bisutería hasta la oferta gastronómica que permitía recompensar al paladar con cualquier manjar de los que se vendían en cada uno de ellos.

Todos aquellos amantes de los animales también tuvieron su hueco, donde pudieron disfrutar de un paseo en burro o dromedario y contemplar el vuelo de aves rapaces como el búho o el águila.

También se dedicó un espacio a la automoción, y en especial la novedad de la feria ha radicado en la instalación de un estand de bicicletas eléctricas junto a los talleres de coches de segunda mano. Los apasionados del motor aún pueden acudir a la cita de esta feria, que sin duda se adapta a todos. El recorrido medieval no ha sufrido ningún cambio respecto al año anterior, ya que como en otras ediciones, comenzaba por la calle La Cruz, seguida de la Plaza del Ayuntamiento y se ampliaba en la Plaza Mayor y calle Reconquista finalizando en la calle Felipe V, vías próximas al castillo de la localidad.

Para que no resultara aburrido y pesado todo el camino a seguir, se llevaron a cabo todo tipo de espectáculos y recreaciones medievales. Cuando los más pequeños giraban la cabeza se encontraban con personajes y actuaciones muy divertidas, como la de un acróbata, que vestido de bufón y dotado de gran equilibrio, subió encima de una bola negra acompañado del ritmo de la música que hizo las delicias de todo el público que se encontraba alrededor de la plaza. Esta, y otras funciones, acompañaron a decenas de ojos observadores que buscaban distracción entre miles de aromas y sabores especiales que inundaron las vías públicas de esta localidad bañerense que se prepara para las fiestas de su patrona, Santa María Magdalena.

La feria y mercado medieval continuarán acogiendo el interés de los habitantes y vecinos de la comarca hasta las 10.30 de la noche de hoy. Un evento que traslada a todos sus visitantes a épocas desconocidas y que invita a ser vivido desde dentro.