La odisea de las mujeres festeras en Alcoy

El paso dado por la Asociación de San Jorge para que las mujeres puedan acceder a cualquier cargo en los Moros y Cristianos es visto en general como un gran avance pero sigue habiendo voces en contra, y también otras que critican que no se haya hecho antes

En primer término, Núria Martínez, primera festera de pleno derecho de Alcoy, durante las Fiestas de 2010.

En primer término, Núria Martínez, primera festera de pleno derecho de Alcoy, durante las Fiestas de 2010. / Juani Ruz

Los Moros y Cristianos de Alcoy son sin duda la expresión más icónica de esta tradicional fiesta. Pero también han sido puestos históricamente como un ejemplo de desigualdad, puesto que hasta fecha muy reciente a las mujeres les estaba vetada la participación en prácticamente todos los actos y roles de la Trilogía en honor a San Jorge. Ahora, sin embargo, Alcoy puede ponerse incluso por delante de algunas poblaciones de su entorno, donde determinados papeles quedan específicamente encomendados a un hombre o una mujer, de forma expresa o por tradición.

El cambio en los Estatutos que aprobó la Asociación de San Jorge en su asamblea extraordinaria del jueves, que permite las escuadras mixtas y que las mujeres puedan llegar a ser capitanas y alféreces, contó con el rechazo de 16 de las 56 personas con derecho a voto. De alguna forma, ese índice del 28,57% desfavorable a los cambios es también un reflejo social de Alcoy, donde una clara mayoría se muestra a favor de la igualdad pero el sector que se opone a ella sigue siendo importante.

Este viernes bastaba con ver las reacciones y los comentarios en redes sociales a la noticia de la histórica asamblea de la Asociación de San Jorge, tanto en los perfiles de INFORMACIÓN como en los de otros medios de comunicación, para corroborar que una porción significativa de alcoyanos considera que la introducción de las mujeres en las escuadras, y más aún su acceso a cargos como capitanías y alferecías, supone cuanto menos un anacronismo. Pero también quedaba de manifiesto que este bloque es a día de hoy minoritario, y que son muchos más quienes apuestan de forma decidida por un cambio que a todas luces se ve imparable.

Escuadra mixta durante unas Entraetes, único acto en el que se permite esta formación.

Escuadra mixta durante unas Entraetes, único acto en el que se permite esta formación. / Juani Ruz

Las palabras del alcalde de la ciudad, Toni Francés, daban buena cuenta de esto último. El primer edil aseguró que "hoy es un día histórico para Alcoy", y que el equipo de gobierno está "muy satisfecho por este paso". "Las fiestas son un reflejo de la sociedad, y la fiesta evoluciona igual que evoluciona la sociedad", añadía, felicitando por el trabajo realizado para ello al presidente de la Asociación de San Jorge, Juan José Olcina, y a los Primers Trons de las filaes. "Tenemos que continuar trabajando en todos los ámbitos para tener una igualdad real entre mujeres y hombres", apostilló Francés.

Al margen del gobierno municipal, el único grupo político que se ha pronunciado por el momento es Guanyar Alcoi, a través de Sofia Hernández, militante de la formación que este viernes hizo público un escrito en el que elogiaba a las primeras mujeres que reivindicaron la igualdad en la Fiesta como "exploradoras en medio del Amazonas, abriendo camino a machete". Hernández destacaba la labor activista de colectivos como Fonèvol, que se mostraba contento con el cambio, pero criticaba que justo esa ordenanza ha sido hasta ahora "una de las razones por las cuales tantas mujeres no han podido hacer escuadra, ni Diana, ni nada". Además, lamentaba que se deje la decisión final "en manos de las filaes".

Sin poder desfilar

Entre esas pioneras por la igualdad está Núria Martínez, primera mujer festera de pleno derecho de Alcoy en 1997, que una década después no pudo participar en la Diana con su filà, los Alcodianos, por no permitirse las escuadras mixtas. Preguntada por este periódico, señaló que valora "muy positivamente" los cambios aprobados, aunque "falta ver cómo lo aplican las filaes, porque es en la práctica donde se verá la voluntad de llegar a la igualdad". No obstante, consideró "una lástima que hayan dejado pasar 27 años para llegar al punto de partida, una fiesta donde todos somos iguales, vestimos igual y tenemos los mismos derechos".

La futura alférez de la filà Marrakesch, Ana Gisbert, a la derecha, desfilando en una escuadra femenina.

La futura alférez de la filà Marrakesch, Ana Gisbert, a la derecha, desfilando en una escuadra femenina. / Juani Ruz

Martínez señaló que "ha sido un camino largo y aún queda por hacer, pero soy optimista". Como también lo es Fernando Mira, Primer Tro de la filà Marrakesch, que todo indica que el próximo año marcará historia al contar con una mujer como alférez, Ana Gisbert. "Esto abre la puerta a todas las demás", manifestó. "Estamos satisfechos por lo que supone", comentó, "aunque no lo hemos buscado a propósito; Ana era la única candidata a ser alférez, y así lo respetamos. Ha surgido".

La probable presencia de una alférez en las Fiestas de 2025 supone todo un abismo frente a otra imagen, vivida durante las Entraetes previas a la Trilogía de 1979, que a la mayoría ahora le resulta vergonzante y que ha quedado en el imaginario colectivo de la ciudad, hasta el punto de que este viernes eran muchos los que la rememoraban: dos mujeres, Concha Martínez y María Julia Miró, eran obligadas a salir de una escuadra sin más motivo que su condición femenina y que la Fiesta era "para hombres". Han tenido que pasar 45 años, pero la evolución de la sociedad y la de los Moros y Cristianos de Alcoy siguen al fin caminos paralelos.