El Hospital de Sant Joan celebra una jornada informativa sobre cáncer de próstata

El centro sanitario celebra en noviembre el "Mes de la salud masculina"

Un instante de las jornadas celebradas en el Hospital de Sant Joan

Un instante de las jornadas celebradas en el Hospital de Sant Joan

Pino Alberola

Pino Alberola

El Departamento de Salud Alicante-Sant Joan d’Alacant celebra durante este mes de noviembre el "Mes de la salud masculina" con una serie de actos y una campaña de difusión para promover la prevención y la detección precoz de enfermedades que afectan a los hombres, como el cáncer de próstata.

La actividad central es una jornada de puertas abiertas que ha tenido lugar este viernes en el salón de actos del Hospital Universitario Sant Joan d’Alacant, denominada "Salud Masculina y el Diagnóstico Precoz del Cáncer de Próstata". En esta actividad los ciudadanos que que se han acercado se han podido informar de primera mano sobre las enfermedades que afectan a los hombres preguntando directamente a especialistas y pacientes que les cuenten su experiencia personal.

Entre las enfermedades que afectan especialmente a los hombres, el cáncer de próstata es una de las más comunes entre los varones mayores de 45 años. Se trata de una patología silenciosa, que no da síntomas y para la que es fundamental el diagnóstico precoz, que incrementa enormemente las posibilidades de curación.

Para diagnosticar precozmente del cáncer de próstata y hacer posible su curación es muy importante que los hombres se hagan revisiones urológicas anuales a partir de los 50 años, una edad que los especialistas recomiendan reducir a los 40 en el caso de que haya antecedentes familiares de este tipo de tumor. Estas revisiones son la única forma de que el especialista pueda detectar de forma precoz este tumor y abordarlo con mayores garantías de éxito.

Según explica Manuel Ángel Ortiz Gorraiz, jefe de servicio de Urología en el Hospital Sant Joan d´Alacant "en la actualidad los avances médicos en Urología y Oncología permiten tratar a los pacientes con cáncer de próstata con muchas más posibilidades de éxito. Distintos adelantos han mejorado su diagnóstico, tratamiento y curación, con técnicas quirúrgicas cada vez menos invasivas". Sin embargo, aún hay un importante aspecto que, a su juicio, se debe solucionar, la visibilidad de este tumor, pues, pese a ser uno de los que mayor incidencia tiene entre los hombres, su presencia en las campañas de salud es aún mejorable.

La edad más frecuente para presentar un tumor de próstata ronda los 70 años y uno de cada seis hombres diagnosticados tiene menos de 60 años. Esto, señala Ortiz, "dista mucho de considerar a este tipo de tumor como propio de ancianos, ya que en muchos casos se da en hombres que ni siquiera se han jubilado".

Gracias a los avances en el diagnóstico y el tratamiento la mayoría de pacientes con tumor de próstata pueden ser curados de su enfermedad, o que ésta se convierta en un proceso crónico que no va a reducir los años de vida, sin embargo, este especialista recuerda que este tipo de tumor representa la tercera causa de muerte por cáncer en hombres por detrás del pulmón y colon. 

Y esto es así, en parte, "por la falta de indicaciones claras desde las asociaciones científicas y algunas instituciones sanitarias sobre la necesidad de promover el diagnóstico precoz mediante el uso del PSA. Esto asociado a otras causas motiva que uno de cada ocho hombres diagnosticados actualmente de cáncer de próstata lo hacen con enfermedad diseminada o con metástasis".

Esta falta de concienciación sobre la importancia del diagnóstico precoz en el cáncer de próstata, tal y como si se realiza desde hace años en otros tumores como el de mama y el de colon, sostiene Ortiz "está motivado por una serie de estudios realizados hace décadas y que mostraron resultados contradictorios". Sin embargo, la práctica clínica actual "dista mucho del escenario en el que se desarrollaron dichos trabajos, ya que se han ido desarrollando mejoras en el diagnóstico y el tratamiento que reducen los problemas de los que se ha culpado al diagnóstico precoz del cáncer de próstata, que serían el excesivo diagnóstico y las pruebas necesarias para llegar a él, y el exceso de tratamientos y efectos adversos o secuelas que éstos generarían". Los avances médicos "han mejorado muchos de estos aspectos".

Por un lado, la llegada de la resonancia magnética y la biopsia guiada por la imagen han revolucionado el diagnóstico del cáncer de próstata, evitándose biopsias innecesarias y afinando en el diagnóstico de aquellos tumores más graves. Por otro lado, estudios de imagen como el PET logran clasificar a los diferentes pacientes para que estos reciban un tratamiento más personalizado.

En cuanto al manejo del hombre diagnosticado de cáncer de próstata, "desde hace años se están realizando programas de vigilancia activa en aquellos casos detectados precozmente en situaciones iniciales de la enfermedad, mediante un seguimiento estrecho del hombre con pruebas como el PSA o la resonancia, sin necesidad de realizar un tratamiento activo inicial como serían la cirugía o la radioterapia". De esta forma, se reservan estos tratamiento sólo para aquellos hombres con tumores que progresen a enfermedad más agresiva, pudiendo evitar de esta manera en más de la mitad de los pacientes los efectos adversos relacionados con el tratamiento, al no precisar su realización por estabilidad de la enfermedad.

En los hombres cuya enfermedad progresa durante el seguimiento o bien al diagnóstico está localizada en la próstata, pero es de mayor gravedad, la cirugía mediante acceso laparoscópico o más recientemente con tecnología robótica, ha reducido las tasas de complicaciones y de secuelas, ya que este tipo de intervenciones son mínimamente invasivas, permitiendo además una recuperación mucho más rápida del paciente a la vez que se obtienen unas tasas de curación muy elevadas.

Como alternativa a dicha cirugía, se siguen desarrollando técnicas de radioterapia que permiten reducir el número de sesiones a las que el paciente tiene que someterse para realizar el tratamiento, con una clara disminución de los efectos adversos de dicha terapia.

En cuanto a los nuevos tratamientos para aquellos pacientes que presentan enfermedad diseminada o metastásica, "disponemos de nuevas terapias orales muy bien toleradas por los pacientes por sus escasos efectos adversos y que han demostrado un claro aumento en varios años de la supervivencia de este grupo de pacientes, consiguiendo en muchos casos mediante tratamientos poco tóxicos que la enfermedad se convierta en un proceso crónico que el urólogo puede controlar periódicamente en consulta mediante analíticas de sangre y pruebas de imagen". 

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