Tensión entre compañeros de trabajo en una empresa de Alicante por la celebración del Día del Orgullo

Ambos mantuvieron una fuerte discusión que el autor del relato quiso zanjar con un contundente mensaje: "Lo mínimo que podéis hacer es callaros la boca"

Desfile del Orgullo en Alicante

Desfile del Orgullo en Alicante / JOSE NAVARRO

Fuerte discusión entre compañeros de trabajo por el Día del Orgullo. Un vecino de Alicante ha contado lo sucedido a modo de hilo en su perfil de Twitter, donde ha detallado la discusión que tuvo con una de las personas con las que comparte empleo. La controversia surgió cuando pasaron cerca de uno de los carteles que promocionan la celebración del día en honor a la comunidad LGTBI y su compañero dijo una polémica frase.

Al ver el mensaje que aparecía en el letrero ("mi nieta es lesbiana"), el hombre afirmó que "nos están intentando comer la cabeza, ahora vale todo", una opinión que zanjó con una pregunta cargada también de controversia: "¿Para cuándo el día del orgullo hetero?".

"Casi me lo como", explica el autor del relato, que también reconoce que hubo un momento en el que pensó que se estaba pasando, pero no tardó en rechazar cualquier remordimiento. "Me dije a mí mismo que no, que ya está bien y que no podemos aguantar más estas cosas", fueron los argumentos que le dieron la fuerza necesaria para mantener su postura.

El protagonista de esta historia cuenta que otro compañero se sumó a la conversación y en un intento por poner paz entre ambos, tiró de equidistancia y pidió respeto para las diferentes formas de pensar. "Pues no señor", fue la respuesta del autor del hilo, que basa su negativa en el hecho de que un hombre joven, blanco y hetero disfruta de muchos más privilegios que alguien homosexual, por lo que plantearse la idea de un día del orgullo hetero "no es respetable".

Con la participación de este otro trabajador, la bola de la discusión se fue haciendo más grande y el responsable del relato quiso zanjarla de manera contundente, según señala en su publicación. "Lo mínimo que podéis hacer es callaros la boca", fue su mensaje que no sabemos si sirvió para convencer a sus compañeros o para calmar los ánimos, pero que seguramente sí marcó el punto final al encendido debate.