La pasión se apodera de Santa Cruz en su procesión

Cientos de personas abarrotan el Casco Antiguo para presenciar la bajada del Cautivo, "El Gitano", la Virgen de los Dolores y el Descendimiento

Alberto Losa

Alberto Losa

La pasión ha vuelto a apoderarse de Santa Cruz con la procesión de sus pasos. El sentimiento que transmite la Hermandad va más allá de la tradición familiar y se apodera de todo Alicante, que ha abarrotado el Casco Antiguo para ver la bajada de las imágenes por las escaleras del barrio.

Este año, por fin sin lluvia, todo el protagonismo lo han tenido las cuatro imágenes —el Cautivo, "El Gitano", la Virgen de los Dolores y el Descendimiento—, portadas en una exaltación popular hacia el centro de la ciudad en un espectáculo que se aprecia con los ojos pero se hace sentir incluso en el tacto, con los pelos de punta de la mayoría de asistentes.

Los costaleros, seiscientos en total, han aguantado un año más sus lágrimas y han acercado con la mayor de sus pasiones cada una de las imágenes a los primeros puntos clave, los de las saetas, que desde los balcones han acariciado a las imágenes con sus notas. Desde primera hora de la tarde el barrio era un hervidero de gente esperando el instante en el que las imágenes han pasado por delante. Varias horas entre el gentío solo para ver la espectacular bajada en apenas unos minutos. Entre los espectadores, muchos creyentes, pero también otros muchos que no lo son y que han acudido a la exaltación cultural y popular que representa Santa Cruz.

Nadie se ha perdido esta procesión, en la que ha estado presente desde el alcalde a los cuerpos y fuerzas de seguridad, este año custodios de los pasos. La Policía Portuaria ha sido la encargada del Cautivo, la Hermandad de Caballeros Legionarios ha tenido la custodia de "El Gitano", el Cuerpo de la Generalitat ha escoltado a la Virgen y la Guardia Civil ha sido la defensora del Descendimiento.

Así ha sido la procesión de Santa Cruz en el Miércoles Santo de Alicante

Pilar Cortés / Alex Domínguez

San Nicolás y subida

Cerca de las 21.00 horas, la procesión ha llegado al centro de la ciudad tras bajar por el barrio. Tras su entrada en la Rambla, ha pedido la venia antes de dirigirse desde ahí a la Concatedral de San Nicolás, donde se ha llevado a cabo la estación de penitencia.

Este ha sido, como es tradicional, el segundo punto de inflexión en la procesión. Tras la Concatedral, ya de noche, ha llegado el turno de la subida, que se ha realizado corriendo por Labradores, San Cristóbal y la plaza de la Santísima Faz.

En ese instante, los costaleros han deshecho la inicial bajada y se han dirigido escaleras arriba de nuevo a la Ermita de Santa Cruz solo con los vítores de quienes todavía les acompañaban, tras la retirada de la música.