Científicos de la UA alertan sobre los riesgos en el mar de los residuos resultantes de la desalación

Los investigadores que han participado en las jornadas celebradas en Casa Mediterráneo sobre la sostenibilidad del mar aseguran que cuanto más grande es una planta desaladora mayor contaminación introduce en el ecosistema

J. A. Martínez

J. A. Martínez

Las jornadas sobre la sostenibilidad del mar que está celebrando Casa Mediterráneo en la quinta edición de las Rutas de la Seda abordó este jueves los efectos de las plantas desaladoras en la contaminación de los océanos. Unos efectos perversos que son mayores cuanto mayor tamaño tienen las plantas que se dedican a la purificación del agua. La salmuera resultante del proceso de extracción suele tener como destino el vertido en el mar, por lo que desde la Universidad de Alicante la profesora de la Facultad de Ciencias del Mar Yolanda Fernández señaló que se deben emplear medidas para minimizar el impacto de esos vertidos. De todos modos matizó que eran medidas que se estaban adoptando en las desaladoras que operaban en la provincia y citó a la de Xàbia como un ejemplo en gestión ambiental.

Entre las medidas que se deben adoptar para el vertido de la salmuera se encontraba el diluir este residuo con agua antes, a fin de causar un impacto mucho menor. De todas maneras, aun diluida consideró que existe un riesgo para las praderas de posidonia oceánica en los mares, motivo por el que en las zonas donde haya colonias de esta vegetación usar algún emisario donde bombear la salmuera para garantizar una distancia de seguridad que no afecte a esta especie. Los vertidos en zonas artificiales de la salmuera son otras de las medidas propuestas.

Sin embargo, Fernández puntualizó que el agua desalada debía considerar es un recurso más ante la escasez de agua y que difícilmente no puede ser considerada como el recurso principal.

En esta línea, la directora general de Biodiversidad, María Jesús Rodríguez, señaló que la sequía y la desertificación eran una realidad en el área mediterránea y subrayó que «el escenario al que nos encaminamos es que no se pueda trasvasar agua de unos territorios a otros porque ellos tampoco la van a tener. Tenemos que ir asumiendo el saber gestionar los recursos de los que disponemos», dijo.

Turismo

Por otro lado, la profesora del Departamento de Sociología de la Universidad de Alicante y experta en Turismo, Raquel Huete, abordó los problemas de masificación del Turismo de cruceros. «Quizá no habría que medir sólo el Producto Interior Bruto y los beneficios que aportan, sino que también analizar cuáles son los costes que suponen y la redistribución de esa riqueza», dijo. Huete recordó que mientras unas ciudades piden cruceros con los brazos abiertos hay otras que ya empiezan a poner coto a la llegada de macroembarcaciones por los problemas de masificación que causan, como es el caso de Barcelona, Venecia y más recientemente Drubovnick. Aunque hay un esfuerzo por usar combustibles menos contaminantes, hay otros efectos perniciosos por parte de las empresas al tratar de obtener el máximo beneficio.

Rutas de la seda entrega los premios de su quinta edición

Rutas de la Seda y Mujer entregó sus premios a distintas mujeres implicadas en la gestión de hacer un Mediterráneo más sostenible. Las premiadas han sido la edil de Benidorm Aida García Mayor por las políticas para fomentar la participación la mejora de la calidad de vida de residentes y turistas; la alcaldesa de Bunyol, Virginia Sanz, por la puesta en marcha de rutas turísticas en torno a la morera y la industria de la seda; y Julia Parra por su gestión en Cultura de la Diputación de Alicante para la exposición de los guerreros de Xi’An. También fueron premiadas, pero no pudieron asistir por cuestiones de agenda la empresaria Amaya Gómez Crespo, y la vicerrectora de la Universidad Politécnica de València, Salomé Cuesta. Al acto acudieron algunas de las premiadas los años anteriores.

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