Análisis

Puente tiene trabajo por Alicante

El ministro de Transportes acumula en agenda reivindicaciones históricas de la provincia tras solventar peticiones atascadas en València

Mazón con el ministro Puente, en un acto en València

Mazón con el ministro Puente, en un acto en València

C. Pascual

C. Pascual

Al Cap i Casal no le va nada mal con el actual ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente. El exalcalde socialista de Valladolid, que tomó posesión de su cargo hace menos de cuatro meses, ha desatascado dos reivindicaciones históricas para València, como son la ampliación del Puerto, pese a que contó con el rechazo de Compromís y Podemos durante los años de gobierno del Botànic con el PSPV, y que el conocido como «túnel pasante» para los Cercanías y la alta velocidad, que atravesará el subsuelo de la capital del Túria, sea lo suficientemente extenso para preservar más zona de la huerta, lo que supondrá aumentar su presupuesto previsto. Son más las deudas que arrastra el Ministerio de Transportes con València, pero estas dos decisiones recientes evidencian un cambio de guion, un giro en los acontecimientos que suman a favor de la nueva líder del PSPV, la también ministra Diana Morant, en su nueva batalla de oposición frente al Consell de PP y Vox, liderado por Carlos Mazón. 

Sin embargo, mal haría Puente si solo centra sus políticas en satisfacer las deudas históricas del Gobierno central, en materia de infraestructuras, con la ciudad de València y su entorno, ya que son numerosas las reivindicaciones que tiene en agenda, acumuladas durante años, incluso décadas, que afectan directamente a la provincia de Alicante, donde dicen los expertos que se deciden las elecciones cuando toca elegir al presidente de la Generalitat Valenciana.

Tal vez la más simbólica es la tan reclamada Variante de Torrellano, que une a todos los partidos del arco político en la ciudad, sin discrepancias. De hecho, el Pleno municipal exhibió recientemente unidad para solicitar al Gobierno central la tramitación urgente de la infraestructura dos décadas después de la firma del convenio para la remodelación de la red arterial ferroviaria de la ciudad de Alicante. Ese fue un escueto documento, de menos de cuatro páginas, que plasmaba la intención de los dirigentes del momento para ejecutar la Variante de Torrellano y conectar el aeropuerto de Alicante-Elche por vía ferroviaria. Hoy, las vías siguen por el litoral y el aeródromo continúa sin conexión ferroviaria por lo que el ministro Puente tiene ante sí una ocasión perfecta para también satisfacer una deuda histórica con la provincia del Ejecutivo central, por el que han pasado las principales siglas políticas durante los últimos años. 

En esta zona, en el sur de la Comunitat, hay más exigencias que han ido de un montón a otro de las cuestiones pendientes en el ministerio con sede en la madrileña Castellana. Entre ellas, la ampliación de la AP7, que urge un tercer carril en tramos de la provincia, como a su paso por el entorno de la ciudad de Alicante, que sufren colapsos continuos. También está pendiente el desdoblamiento de la N332 a su paso por la Vega Baja, para dar así una mayor fluidez a una circunvalación que soporta 40.000 vehículos diarios con un solo carril por sentido. Sobre la mesa del ministerio, entre otras, se encuentra a su vez la petición de una segunda pista para el aeropuerto de Elche-Alicante, que no deja de romper récords de viajeros mes tras mes, aunque este proyecto parece que deberá esperar tras las últimas declaraciones de Puente, quien aseguró que la infraestructura se llevará a cabo «cuando Aena lo vea necesario». El proyecto del tren de la costa no se sabe a quién le debe parecer indispensable, como tampoco liberalizar la segunda circunvalación de Alicante. 

Por ahora, la ciudad se tiene que conformar con la decisión de Adif, que aún dependiendo del ministerio en cuestión siempre ha ejercido como un ente autónomo, de ceder gratuitamente los terrenos para la construcción de la estación central del TRAM, cuya obra compete a la Generalitat Valenciana. 

Así que son muchas las deudas que el ministro Óscar Puente puede resolver con Alicante, y más si quiere ayudar a su compañera del Consejo de Ministros en su objetivo de que el PSPV recupere la Generalitat en 2027. Sería además un alivio para la imagen del Gobierno en una provincia a la que ha dejado a la cola de las inversiones en los últimos años. Doble efecto. Ocasiones tiene para elegir. Será por reivindicaciones históricas.