Estas son las aves que nidifican en los rascacielos de Benidorm

Los edificios más altos "alojan" a especies protegidas y otras hacen sus nidos en la Isla

La ciudad suele recibir la vista de buitres negros que pueden estar perdidos o agotados

Rascacielos en Benidorm con la isla de fondo.

Rascacielos en Benidorm con la isla de fondo. / David Revenga

Vistas privilegiadas y la tranquilidad de las alturas. ¿Qué animales nidifican en los rascacielos de Benidorm? Estos edificios son elegidos cada año por aves protegidas para hacer sus nidos como vencejos o golondrinas, un "censo" que el Ayuntamiento de la ciudad controla y sigue cada año.

Así lo explicó la concejala de Medio Ambiente, Mónica Gómez, quien explicó que el servicio municipal "normalmente" se encarga de realizar el censo, control y seguimiento de población de las colonias de gaviotas, palomas o gatos. Además, se cuida la fauna salvaje y explicó que los edificios más altos "son elegidos para nidificar" por especies protegidas como vencejos (Apus apus), golondrinas (Hirundo rustica) y aviones (Delichon urbicum): e incluso "tenemos algunas parejas de cernícalos (Falco tinnunculus) que ponen sus huevos en edificios altos de la ciudad".

Y no es el único lugar que eligen las aves. En la Isla de Benidorm "construyen sus nidos el paíño europeo (Hydribates pelagicus), el ave marina más pequeña, o el halcón peregrino (Falco peregrinus), capaz, volando en picado, de superar los 300 km por hora", añadió la edil. Una fauna, la "nuestra que debemos de proteger entre todos para que puedan disfrutar de ella las generaciones futuras", indicó.

A todo este trabajo se sumó hace unas semanas la llegada de un "turista" especial: un buitre negro (Aegypius monachus) agotado tras un largo vuelo que tomó tierra en la Vía Emilio Ortuño. Las policías Nacional y Local contactaron con la Concejalía de Medio Ambiente y esta, a su vez, con el servicio municipal de control y seguimiento de fauna para que se hiera cargo del animal.

No es la primera vez que un ave de esta envergadura aparece en Benidorm, la más grande de Europa. En octubre 2021, un buitre leonado (Gyps fulvus) o buitre común cortaba en tráfico en pleno centro de la ciudad. Periódicamente, algunas aves jóvenes llegan a la costa desde el mar, agotadas, arrastradas por el viento.

El buitre recuperado en Benidorm.

El buitre recuperado en Benidorm. / INFORMACIÓN

Tras su captura, el buitre ha permanecido en las instalaciones de la empresa que gestiona el servicio municipal recuperando fuerzas hasta que ha sido entregado a los técnicos del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de la Santa Faz (Alicante), dependiente de la Conselleria de Medi Ambient, Aigua, Insfraestructures i Territori que se encargará de devolver el animal a su hábitat.

La edil conformó que se trata de un espécimen joven "que no ha sido anillado aún" por lo que no se puede saber su procedencia, "si bien, casi con toda seguridad, tiene su origen en la única colonia insular del buitre negro del mundo que se encuentra en las Islas Baleares", concretamente en la Serra de Tramuntana, Mallorca.

Buitreras del Barranc del Cint

El futuro más próximo del buitre negro rescatado en Benidorm seguirá en tierras alicantinas. No hay colonias de esta especie en la Comunidad Valenciana, aunque se han avistado ejemplares en el parque natural de la Tinença de Benifassà (Castellón) o en Requena (Valencia). Sí que las hay de buitres leonados, como la de la Serra de Mariola, donde será trasladado.

Una vez esté totalmente recuperado y anillado, el buitre negro de Benidorm viajará a los terrenos de la buitrera del Barranc del Cint (Alcoy) donde el ayuntamiento de esta ciudad y el Fondo para la Protección de los Animales Salvajes, FAPAS, llevan a cabo el Projecte Canyet, que ha consolidado una población de alrededor de 80 ejemplares de buitre común. Desde aquí el animal decidirá a dónde viajar, si volverá a cruzar el mar o, al contrario, volará al norte hasta encontrar a más ejemplares de su especie.