Sorolla, el antes y el después

El Museo de Bellas Artes de Alicante abre el Año Sorolla en la Comunidad Valenciana con una exposición que pone a dialogar al artista valenciano con pintores que le influyeron y en los que él influyó a través de 115 obras

El Mubag se ha convertido en el espacio donde Joaquín Sorolla (1863-1923) se reencuentra con los que fueron sus maestros y referentes, con sus coetáneos y también con sus discípulos. De esta forma, se muestra la imagen total del artista valenciano, con sus influencias y sus influyentes, con los que le hicieron ser quien fue y los que fueron gracias a él.

Y esto lo hace el museo alicantino a través de la exposición Sorolla y la pintura valenciana de su tiempo. Diálogos y contrastes, con 115 piezas procedentes en su mayoría del Museo de Bellas Artes de Valencia y de otras instituciones y colecciones particulares.

Esta muestra, con la que se abre el Año Sorolla en la Comunidad Valenciana por el centenario de su fallecimiento, incluye 18 obras de este artista, algunas de las cuales se muestran por primera vez, característica que comparten con otros cuadros que ha reunido para la ocasión por Francisco Javier Pérez Rojas, comisario de la muestra que se podrá ver en Alicante hasta el 25 de junio.

El Mubag de Alicante inaugura la exposición 'Sorolla y la pintura valenciana de su tiempo'

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«Es una exposición bastante compleja», aseguró Pérez Rojas el lunes durante la inauguración. «Hemos buscado una secuencia que tenga un hilo narrativo, con cuadros que marcan una transición, y así vamos desde la pintura de historia y los temas académicos, a la representación de la pintura más identitaria, costumbrista, regionalista, las escenas de trabajo y retratos para acabar en el paisaje, tanto urbano como rural».

La pieza estrella de la exposición es Fiesta valenciana, obra realizada por el pintor en 1894 que se mostró en algunas ocasiones durante una gira por Estados Unidos en los años 70, pero que no se exponía públicamente desde 1984, año en que fue subastada por Stoheby’s y adquirida por un particular. «Es una obra que marca la transición del artista a una visión más naturalista; es el antecedente de otro cuadro que está en La Habana, Entre naranjos, que es la versión modernista».

Además se exponen por primera vez en España su obra Retrato de Doña Pilar Sainz de Vicuña y Arbide, Duquesa de Montensión, su óleo Barcas y su boceto Cabeza. Igual que piezas de otros artistas como Academia de desnudo masculino de perfil, de Joaquín Agrasot; Barcas en la playa, de Murillo Ramos; Procesión del gremio de Sastres, de Bernardo Ferrándiz; Visión del Colosseo, de José Benlliure, o Retrato de Encarnita, de Emilio Varela. También la obra Jardín del Alcázar de Sevilla, que firma María Sorolla, hija del valenciano, un cuadro que cierra la muestra junto a uno de su padre.

Obras de Sorolla y su hija María, que cierran la exposición del Mubag.

Obras de Sorolla y su hija María, que cierran la exposición del Mubag. / Héctor Fuentes

Cuatro secciones

El discurso expositivo se divide en cuatro secciones: El renacer de la escuela valenciana. València-Roma, Expresiones de la vida tradicional y rural, El caleidoscopio humano del retrato y Agreste, rural y urbano. Se incluye obras destacadas de artistas que influyeron en Joaquín Sorolla, como Emilio Sala, Muñoz Degrain, Ignacio Pinazo o José Benlliure. También están representados sus contemporáneos José Garnelo, Cecilio Pla, Fernando Cabrera o José Navarro. Entre los artistas de generaciones posteriores figuran José Pinazo, Manuel Benedito o Emilio Varela. 

«Se van estableciendo diálogos a través de estos encuentros y lo más complicado es que aunque hay una secuencia temática, hay una evolución cronológica, es decir, se empieza con cuadros de su primera época y se acaba con cuadros de su última etapa dedicada a los paisajes», aseguró el comisario.

El presidente de la Diputación, Carlos Mazón, destacó «la extraordinaria magnitud y transversalidad de esta exposición, que refleja la herencia de Sorolla que sigue viva hoy en el Mubag». También resaltó que la importancia de que el Año Sorolla «arranque desde Alicante», una propuesta «de gran interés cultural y turístico que nos trae al pintor de la luz a la ciudad de la luz en un museo que se están convirtiendo en una referencia nacional». 

La exposición refleja, según la diputada de Cultura, Julia Parra, «el camino recorrido para permitir que el museo crezca y se convierta en un nuevo Mubag por el cual pasaron cerca de 25.000 visitantes el pasado año, una cifra récord que duplica la de 2021». Un logro que, en su opinión, responde «a la apuesta de la Diputación para atraer una oferta expositiva de máxima calidad como esta muestra, dedicada a una de las figuras más emblemáticas de la pintura valenciana y española de todos los tiempos».

Por su parte, el secretario autonómico de Cultura, Ximo López, anunció que «en las próximas semanas», el pleno del Consell declarará de forma oficial 2023 como Año Sorolla y destacó que «diferentes instituciones con diferentes miradas, se comprometen en un diálogo para dar a la ciudadanía una oferta cultural de calidad».

Colaboración entre museos

El 50 % de las obras proceden del Museo de Bellas Artes de València, «lo que no debe medirse solo en términos de obra sino también de trabajo», junto a su director, Pablo García Tornel, y su equipo, tal como apuntó el director del Mubag, Jorge Soler, quien destacó que haya sido la Diputación de Alicante la que haya tomado la iniciativa de abrir el Año Sorolla en la Comunidad Valenciana.

En este sentido, García Tornel apostó por la colaboración entre instituciones. «Somos conscientes de que la distancia que nos separa es muy poca y queremos desarrollar iniciativas tan importantes como esta, que escenifican que no hay fronteras entre Valencia y Alicante».