Aspe se prepara para cinco días de cortometrajes

El Festival de Cine Pequeño de Aspe ya no es tan pequeño. El certamen cumple su primera década y lo celebra esta semana con la proyección de más cortos que en anteriores ediciones, mermadas por los años de pandemia, y con unas cifras de títulos recibidos similares o superiores a las de antes de 2020.

El auditorio al aire libre Alfredo Kraus servirá de escenario entre este lunes y el jueves -el viernes se desplaza al Teatro Wagner- para mostrar algunos de los más destacados cortometrajes realizados hasta la fecha, que incluyen, entre otros, al ganador del premio especial del jurado en el festival de Sundance (EE UU) en 2021 -The Criminals, del turco Serhat Karaaslan-, que ha recibido 27 galardones en festivales internacionales.

Frente a los 871 trabajos participantes en la anterior edición, este año el certamen ha recibido un total de 1.362 cortometrajes de diversas partes del mundo, siendo Turquía y Egipto algunos de los países con más aportaciones -seleccionando, entre otros, a Holly Mother, del egipcio Hussein Hossam- o Dinamarca, que participa en la sección oficial con Pig (Jorn Leeuwerink) y Tonser (Mads Koudal).

No obstante, el "cine pequeño" de Aspe es, sobre todo, un escaparate para mostrar en formato corto una buena selección de los mejores cortos del cine español, con especial atención al cine que se hace en la provincia de Alicante y en la Comunidad Valenciana. En esta edición del décimo aniversario han sido seleccionados a concurso cuatro trabajos de cineastas alicantinos como La vida interminable, de David Valero, que se proyecta este lunes en la primera jornada; Hardcore, de Adán Aliaga (este martes); Los besos que perdí, de Marcos Chanca (el miércoles); y El niño, de Alex Rey (el jueves).

Otros cortometrajes valencianos destacados son Els amants, de Joan Vives; Hijos de África, de Julio Pérez del Campo y Carles Bover; Mara, de Daniel Allué y Josep Cister protagonizado por la actriz Ana Polvorosa; Una terapia de mierda, de Javier Polo; Anticlímax, de Néstor López y Óscar Romero, premiado en Málaga y protagonizado por Manolo Solo y Belén López; o Mascarada, de Ana María Ferri, que en la edición de 2020 del festival logró el Premio al Mejor Guion de Cortometraje y, una vez terminado, pasa directamente a competición.

Todas las proyecciones son de entrada libre limitada al aforo, de medio millar de personas aproximadamente, que habitualmente se ocupa "porque tenemos público muy fiel, y hay quienes vienen todos los años desde la primera edición", indica Juan Torres, director del festival, que recuerda que en esa primera convocatoria "las proyecciones eran de más de cuatro horas seguidas y mucha gente se cansaba y se iba porque acababa muy tarde. Empezamos muy fuerte, así que fuimos bajando y lo dejamos, como ahora, en dos horas"

Las proyecciones de lunes a jueves comienzan a las 22 horas, mientras que la de clausura del viernes, a las 20 horas en el Teatro Wagner, comienza a las 20 horas. Ese día se proyectan los tres cortometrajes locales a concurso: ¡A tomar viento!, de Sara Aguilera; Menudo pastel, de María González Navarro; y La butaca de la puta, de Mar Navarro, que aspiran al premio de un año de distribución en una plataforma de inscripción de películas en festivales.

Tras la proyección se celebra el fallo del festival con la entrega de premios a los títulos ganadores, que se cierra con la muestra de los galardonados en las diferentes categorías. En total se repàrten 2.500 euros en premios: del jurado, del público, de la Comunidad Valenciana, de igualdad, cada uno dotado con 500 euros, además del premio al mejor guion.

Este año, además, el cartel estña dedicado al cineasta norteamericano John Ford, de cuyo fallecimiento se cumplen el próximo mes de septiembre cincuenta años.