Una empresa de Elche diseña el primer calzado laboral para mujeres con un proyecto del Instituto de Biomecánica

Un programa financiado por el Ivace con 750.000 euros permite diseñar equipos de protección con perspectiva de género | Hasta ahora, las mujeres tenían que usar zapatos de seguridad diseñados para hombres en su entorno laboral

Calzado de seguridad laboral adaptado a mujeres por la empresa ilicitana Paredes en colaboración con el Instituto de Biomecánica.

Calzado de seguridad laboral adaptado a mujeres por la empresa ilicitana Paredes en colaboración con el Instituto de Biomecánica. / Áxel Álvarez

Rubén Míguez

Rubén Míguez

Parece increíble que a estas alturas las mujeres que trabajan en una industria o fábrica tengan que contar con equipos de seguridad laboral fabricados para hombres, pero es así. Hasta ahora. Un proyecto del Instituto de Biomecánica de València (IBV) ha invertido tres años de investigaciones para la mejora de la adecuación ergonómica de productos utilizados en el ámbito laboral, EPI´s (ropa de trabajo, calzado y sistemas de protección) y pequeñas herramientas de uso manual para su utilización por mujeres, que hasta ahora debían utilizar los diseños para hombres. Uno de los principales avances es la creación del primer calzado laboral adaptado a las mujeres y es una empresa de Elche la que lo ha diseñado dentro del proyecto "Labo_Género".

En este contexto, el Instituto de Biomecánica ha presentado en la mítica empresa ilicitana Calzados Paredes los resultados del proyecto, dentro del cual se han generado los criterios para integrar la perspectiva de género en el diseño de productos de uso laboral. Se trata de un ejemplo de proyecto destacado con impacto empresarial y social que ha recibido una ayuda de 750.000 euros del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace) y cofinanciado por la UE.

Hombres y mujeres están expuestos a los riesgos laborales, pero en general, las máquinas, las herramientas, el calzado y la ropa de trabajo, y los Equipos de Protección Individual (EPIs), han sido diseñados considerando las características antropométricas y físicas de la población masculina, lo que puede suponer para las mujeres una mayor exposición a riesgos de origen laboral. Es lo que pretende cambiar este proyecto.

En concreto, en el caso del calzado se han adaptado las hormas de los zapatos, a través de múltiples estudios, a la fisonomía de las mujeres, lo que permite una mejor movilidad y mayor seguridad para las trabajadoras. El calzado se ha adaptado tanto en altura, como en peso o presiones. "Esto le dará a la trabajadora una mejor vida laboral, tanto a nivel muscular, óseo o de articulaciones", explica el CEO de Calzados Paredes, Rafael Paredes.

El calzado de seguridad laboral para mujeres durante una de las pruebas en el laboratorio de Paredes.

El calzado de seguridad laboral para mujeres durante una de las pruebas en el laboratorio de Paredes. / Áxel Álvarez

En el ámbito industrial existe una necesidad importante de adaptación de productos laborales a las características antropométricas, fisiológicas y biomecánicas de las mujeres, especialmente, en aquellas líneas de producción donde, hasta hace relativamente poco tiempo, la mayoría de los puestos estaban ocupados por hombres, y estos productos no tienen en consideración las diferencias existentes entre el género masculino y el femenino.

Hasta ahora, se utilizaba una horma de caballero para el calzado de seguridad y se hacían tallas más pequeñas para las trabajadoras. Es decir, al fin y al cabo, se hacía un calzado pensado para el género masculino pero en tallas más pequeñas, lo que no permitía adaptarse a la fisonomía femenina.

Para realizar este calzado laboral femenino, la empresa ilicitana ha estado durante un año haciendo estudios y pruebas. Así, se han medido alturas de dedos, empeines o talones y también se ha adaptado al peso. Y el drop del calzado, la diferencia de altura entre el talón y la parte delantera del pie, también se ha modificado dándole un poco más de altura. "Las mujeres que están usando ya este calzado nos dicen que es más cómodo y adaptado y que van más seguras", señala el CEO de Paredes, quien ha destacado que su objetivo es ofrecer a las mujeres "la máxima protección, comodidad y ergonomía".

De momento, en este calzado de seguridad laboral adaptado a mujeres se han interesado empresas con mayoría de trabajadoras, como es el caso de supermercados.

Las suelas empleadas para la fabricación del nuevo calzado de seguridad con perspectiva de género.

Las suelas empleadas para la fabricación del nuevo calzado de seguridad con perspectiva de género. / Áxel Álvarez

En el laboratorio de calidad de Paredes se han llevado a cabo diferentes ensayos para evaluar parámetros de diseño y de calidad, como son la resistencia a la perforación, la resistencia al impacto, una prueba de deslizamiento, el test de envejecimiento del calzado (hidrólisis) y un ejemplo práctico de rediseño de horma teniendo en cuenta criterios de diseño con enfoque de género.

A la presentación, y posterior visita a la sede de la empresa ubicada Elche, ha asistido el conseller de Economía Sostenible, Sectores Productivos, Comercio y Trabajo de la Generalitat Valenciana, Rafa Climent, y la directora general del IVACE, Júlia Company. Para Climent, este proyecto es un ejemplo más de cómo los centros tecnológicos actúan como puente que permite enfocar la investigación básica que desarrollan hacia la mejora competitiva de sus principales clientes que son las empresas. "Es un proyecto inclusivo que atiende a la igualdad para la seguridad laboral en cualquier puesto de trabajo", ha destacado.

El conseller ha puesto el acento en que había muchísimas profesiones "masculinizadas" donde ahora muchas mujeres trabajan "y no se había parado a pensar que también es fundamental que los EPIs se traten con perspectiva de género".

El conseller Rafa Climent en las instalaciones de Paredes en Elche.

El conseller Rafa Climent en las instalaciones de Paredes en Elche. / Áxel Álvarez

En este sentido Climent ha insistido en la importancia de la colaboración entre los centros tecnológicos y las empresas, "que en este proyecto, en concreto, ha supuesto un valor añadido y competitivo como es la personalización del producto". 

Igualdad de género

En el proyecto que permite incorporar la perspectiva de género en el diseño de productos de uso laboral para garantizar la igualdad han participado más de 20 empresas y ayuntamientos como el de Alcoy. El foco del trabajo era resolver los problemas de adaptación a la mujer de los elementos laborales, incluyendo el calzado de seguridad. Se han tenido en cuenta no solo las dimensiones del calzado, también la forma de moverse o las preferencias femeninas.

El director gerente del Instituto de Biomecánica, Javier Sánchez, ha destacado que este proyecto de investigación permite a las empresas fabricar nuevos productos adaptados, en este caso, al público femenino y "las empresas que, a su vez, necesitan estos productos para dar seguridad a sus plantillas, están encontrando una respuesta que antes no existía".

Los resultados del proyecto impactan en múltiples sectores estratégicos para la Comunidad Valenciana como son, además del calzado, la indumentaria, el sociosanitario, el industrial o la construcción.

Pruebas en el laboratorio de Paredes.

Pruebas en el laboratorio de Paredes. / Áxel Álvarez

Es dar un paso más en la prevención de riesgos laborales para implementar un enfoque de género en el diseño y selección de equipos de protección y otros elementos de trabajo. "Las características de formas del pie de la mujer no son iguales que las del hombre, las longitudes, alturas o la flexibilidad son diferentes, y la mujer está acostumbrada a caminar con tacón y eso provoca cambios en la anatomía, lo que no se estaba teniendo en cuenta y solo se fabricaba calzado pensado para hombres que, además, tienen el pie más grande o las alturas del empeine son diferentes", ha explicado Javier Sánchez.

Son tres años de trabajo de I+D+i para resolver un problema real. Además, el proyecto permite que los planes de igualdad de las empresas ya pueden incorporar criterios de mejora de la seguridad tanto para hombres como para mujeres.

Un momento de la reunión entre directivos de Paredes, el conseller de Economía y responsables del Ivace y del Instituto de Biomecánica.

Un momento de la reunión entre directivos de Paredes, el conseller de Economía y responsables del Ivace y del Instituto de Biomecánica. / Áxel Álvarez

Por su parte, la directora de innovación en Bienestar y Salud Laboral de IBV, Mercedes Sanchis, ha destacado el impacto empresarial y social de los resultados de este proyecto, en el que "hemos trabajado con una visión holística del proceso de inclusión del enfoque de género en los productos de uso laboral, incorporando a todos los agentes y dando respuesta a la falta de criterios de diseño ergonómicos con enfoque de género de productos utilizados en el ámbito del trabajo".

En esta línea, Sanchis también ha apuntado que en la web https://labogenero.ibv.org, las empresas pueden acceder a diferentes buenas prácticas para integrar el enfoque de género en el diseño de productos de uso laboral y recomendaciones para incorporar en los planes de igualdad y PRL acciones para la adquisición de productos con criterios ergonómicos que integren la perspectiva de género.

Una empleada de Paredes prueba el calzado laboral diseñado para mujeres.

Una empleada de Paredes prueba el calzado laboral diseñado para mujeres. / Áxel Álvarez

Además de Calzados Paredes, en el proyecto "Labo_Género" también han participado otras empresas y entidades como Logifruit, Importaco, Grupo UBE, Gesmed, Embutidos Martínez, Prima Protección Europe, Medi Protección e Innovación, Bioinicia, la Asociación de Ergónomos de la Comunidad Valenciana (ERGOCV), la Oficina Técnica de Prevención (OTP), el Centro Especial de Empleo de Montajes Electrónicos (CEEME), la Fundación València Activa, la Confederación Empresarial de la Comunidad Valenciana (CEV) y Unimat Prevención. También han participado los ayuntamientos de Alcoy, Algemesí y Segorbe.

El proyecto ha sido financiado por el programa 2022 de ayudas del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace) dirigida a centros tecnológicos de la Comunidad Valenciana para el desarrollo de proyectos de I+D de carácter no económico realizados en colaboración con empresas, y cofinanciado por la Unión Europea.