Análisis

Las estrategias de Pablo Ruz

El alcalde renuncia en su primera semana a buena parte de uno de sus proyecto estrella para el mercado, pone el apellido de Igualdad a una concejalía y anuncia que será el portavoz de la oposición contra la oposición. Más no se le puede pedir

Desde que cogió la vara de mando no se ha quitado el traje, es un regidor 24-7 que va dopado por la euforia.

Ruz sale del pleno el pasado 17 de junio camino de la basílica de Santa María a dar gracias. | MATÍAS SEGARRA

Ruz sale del pleno el pasado 17 de junio camino de la basílica de Santa María a dar gracias. | MATÍAS SEGARRA / M.Alarcón

M. Alarcón

M. Alarcón

Desde que el pasado sábado se abrieron las puertas de la basílica de Santa María -esto es literal, no es una ironía- para que entrara por ellas, como el cortejo del Misteri, el nuevo alcalde de Elche, Pablo Ruz, sus concejales y sus socios de gobierno de Vox, con Aurora Rodil a la cabeza, me pregunto quién le mueve los hilos, quién es su confesor político, su asesor, su paño de lágrimas, la persona que le aconseja, la que le dice qué tiene que hacer y lo que no, dónde debe mirar o qué decir en cada momento y qué deberá hacer cuando se produzca una crisis, quién sabe si de gobierno, que sin duda llegará. El nuevo regidor, a diferencia de su predecesor, Carlos González nunca actúa solo, tiene estrategia pero no tiene perfil de estratega, aunque se ha rodeado de un ramillete de consejeros, también amigos, que van subidos a su mismo barco. Todos a una, Fuenteovejuna. Y en esta primera semana han mostrado sus cartas. Algunas le han salido bien, otras no.

Un buen amigo me decía esta semana que desde que cogió la vara de mando no se ha quitado el traje, es un alcalde 24-7 que va dopado por la euforia.

Todo lo que hace parece que está meridianamente medido y se presenta a día de hoy como un aspirante bárbaro en su perfil municipal. Quienes le han votado, tanto a él como a sus socios, eran plenamente conscientes de lo que hacían. Pensar desde la oposición que van a generar su descrédito sembrando dudas sobre temas casposos o con tufo a naftalina me parece que puede terminar siendo una forma de perder el tiempo.

El nuevo alcalde de Elche el día de su investidura saliendo del Ayuntamiento

El nuevo alcalde de Elche el día de su investidura saliendo del Ayuntamiento / MATIAS SEGARRA

Vara de mando

Un buen amigo me decía esta semana que desde que cogió la vara de mando no se ha quitado el traje, es un alcalde 24-7 que va dopado por la euforia. Mi compañera Ana Fajardo lo tildaba de «omnipresente». Seguro que cuando era pequeño y le preguntaban que qué quería ser de mayor decía sin vacilar: «Alcalde». Todos se reirían porque no quería ser ni astronauta ni médico, ni policía ni superhéroe y eso lo convierte en una persona peligrosa para sus rivales políticos porque él ha llegado a lo que siempre había querido ser, otros lo intentan empujados por la realidad, la subsistencia o el apadrinamiento.

Pensar desde la oposición que van a generar su descrédito sembrando dudas sobre temas casposos o con tufo a naftalina me parece que puede terminar siendo una forma de perder el tiempo.

La primera semana de una corporación no es sencilla pero menos si ha habido un cambio de gobierno como es el caso de Elche. Ni los que entran ni los que salen saben qué hacer, van como pollos sin cabeza. Se atragantan, bajan la cabeza y no contestan a preguntas. Solo hay que ver las comparecencias que ha firmado la oposición de la que sabemos que ya tiene portavoz, Héctor Díez, y que se le ha dado un retiro dorado al exregidor, que pasa a ser presidente del grupo municipal (pásmense de la grandilocuencia del cargo) y del que me parece que le vamos a ver intervenir mucho más en redes sociales que en plenos. Un triste final. Parece que se quede para lo mismo que Eva Crisol tras anunciar esta que iba a dimitir. La concejala de Ciudadanos no volvió a aparecer durante meses pero ni renunció al acta ni a lo que económicamente le suponía.

Héctor Díez y Mariano Valera, en el Molí Real esta semana en la única comparecencia del grupo socialista esta semana

Héctor Díez y Mariano Valera, en el Molí Real esta semana en la única comparecencia del grupo socialista esta semana / ANTONIO AMOROS

Proyecto del Mercado e Igualdad

Mientras tanto, Ruz le ha dado normalidad a todo. Incluso, a ponerle un apellido -Igualdad- a una concejalía anunciada tres días antes, la de Acción Social, con una explicación difícil de entender y que da la sensación que sea más por el qué dirán o por el que se ponga en duda que van a realizar esa labor. Y estas cosas de añadir apellidos pueden dar sensación de debilidad.

Si los placeros, los restauradores y el público terminarán dándose codazos porque ahí no caben no lo sabemos, pero algo falla.

No le habrá sido tan sencillo en estos ocho días el dar marcha atrás en uno de sus proyectos bandera/estrella prometidos en campaña: las dos plantas para el rescate del Mercado Central, con una mayor altura y terraza, separando en niveles a vendedores y hostelería, que ahora sabemos se van a quedar en el mismo espacio, tal y como ya diseñó el anterior equipo de gobierno. Si los placeros, los restauradores y el público terminarán dándose codazos porque ahí no caben no lo sabemos pero algo falla. De momento , el equipo de gobierno ha dado una patada para adelante y aplazado el problema. Ruz ha hecho un «juancarlos». Un «me he equivocado y no volverá a pasar...» que siendo un arma útil en política no es un salvoconducto cada vez que te equivocas. Vamos a ver qué pasa sobre este mismo asunto en marzo de 2024 porque para entonces ha puesto la fecha de inicio a las obras. Que no se equivoque de nuevo que los placeros no están para más promesas.

Estrategia "Almeida"

Pero lo más estratégico de la semana ha sido su decisión de hacerse un «almeida»; es decir, dejar en manos de otro la presidencia del pleno, como hace el regidor de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, para ser el propio portavoz de su equipo de gobierno. Ruz tenía el mejor discurso siendo oposición pero no lo ha decidido tras ver a su equipo o porque crea que alguno no lo va a hacer bien, lo pensó hace muchos meses. Ya les dije que lleva toda su vida preparándose para ser alcalde de Elche.

Ahora bien, debe ir con pies de plomo porque bastante trabajo tiene con la labor para la cual los ilicitanos le han elegido: dirigir, no para buscarse un pluriempleo y ser el pararrayos del equipo de gobierno, no solo del PP, también lo será de Vox en muchos asuntos. Quizá se equivoca siendo el portavoz de la oposición de la oposición. Criticar, que era lo que hacía el pasado mandato, era hasta fácil, lo difícil vendrá ahora, que es estar en el otro lado, en el de la gestión y dar cumplidas explicaciones de lo que a uno le preguntan o le cuestionan sobre las cosas que hace y el porqué. La política llega a ser tan caprichosa que terminas por negarte a ti mismo o haciendo cosas sin sentido. Y nadie, cuando esto le pase, lo verá como portavoz sino como alcalde. Puede ser un blanco fácil.

Ruz con Mercedes Alonso, en el salón de plenos del Ayuntamiento de Elche el pasado 17 de junio

Ruz con Mercedes Alonso, en el salón de plenos del Ayuntamiento de Elche el pasado 17 de junio / MATIAS SEGARRA

La política llega a ser tan caprichosa que terminas por negarte a ti mismo o haciendo cosas sin sentido. Y nadie, cuando esto le pase, lo verá como portavoz sino como alcalde. Puede ser un blanco fácil.

Gesto serio

En cualquier caso, ya estoy viendo a Ruz en los plenos. Con ese gesto serio, de mentón levantado, defendiendo sus decisiones. Lo hará esta próxima semana en el primer pleno que va a tener lugar. El más interesante para los periodistas porque lo que se va a aprobar son los sueldos. Y, aunque todos digan en privado que están mal pagados, que hay pequeños pueblos en los cuales se gana más que en Elche (si, la expresión es «se gana»), nadie pedirá aumento. Han prometido los firmantes del pacto de Valverde contención y moderación, algo que ha reiterado Vox, y especialmente sobre el número de asesores; mientras, el portavoz adjunto popular, Claudio Guilabert, anunciaba esta semana que el equipo de gobierno tendrá la posibilidad de tener el máximo legal de 25 personas de confianza que prevé la ley. Todo lo contrario de lo que Rodil dice en una entrevista hoy mismo en INFORMACIÓN. Ya veremos quién se desdice, aunque visto el dispendio de dedicaciones que el gobierno va a dar a los socialistas no creo que sea este el día para comenzar a discrepar cuando tan bien los van a tratar. Después vendrá julio, el pregonero y las Fiestas de Agosto. La batalla política comenzará en septiembre. Hasta entonces Ruz y su gabinete aún tienen tiempo para marcar sus nuevas estrategias, lo cual no quiere decir que no se vuelvan a equivocar.