Los escolanos de Elche demuestran en la Prova de l'Àngel que pueden cantar el Misteri sin miedo a las alturas

Numeroso público casi llena la basílica en una cita que se prolonga más de hora y media

El Ángel del Misteri, este jueves en Santa María

El Ángel del Misteri, este jueves en Santa María / Antonio Amorós

La Prova de l'Àngel es, desde hace años, una especie de «mini» Misteri d’Elx. Muchos padres y abuelos acompañan a los más pequeños de la familia para que vean que es «eso» del Ángel del Misteri, para ver si se quedan boquiabiertos mientras el Cielo se abre ante la potencia del órgano, para que pregunten por qué baja la Magrana con un niño dentro o simplemente para que conozcan que hay chavales cantando unas letras que no entienden pero que tienen unos sonidos celestiales. Sirve así esta Prova de l'Àngel, por un lado, para que los niños ilicitanos empiecen a tener una idea de lo que eso tan especial, tan importante que han oído que ocurre en su ciudad. 

Es una primera aproximación para unos, pero también es una cita casi obligatoria tanto para los más devotos de La Festa como para esas personas que saben que no podrán acudir este año a las representaciones. Para muchos, es vibrante y emocionante pese a la informalidad del evento.

Por casualidad

Además, es fácil encontrar a muchos turistas que, por casualidad, se adentran para admirar la basílica de Santa María y, de repente, se encuentran con mucho público no para un oficio religioso, sino para admirar una escenificación y, casi, un ensayo de este Patrimonio de la Humanidad.

Escolanos en la Prova de l'Àngel

Escolanos en la Prova de l'Àngel / Antonio Amorós

Los niños, con el uniforme de calle de la Escolanía (polo blanco, pantalón oscuro) la gran mayoría, salvo los que aparecieron en los distintos aparatos aéreos, que sí iban ataviados con los ropajes habituales de las escenificaciones, ofrecieron distintos fragmentos del drama asuncionista.

Miedo escénico

El objetivo principal es comprobar que ninguna de las voces seleccionadas tiene miedo escénico, sobre todo las que tienen la responsabilidad de ocupar los aparatos aéreos. Ylo hicieron todos muy bien. Cantar a unos 25 metros de altura, y bajar y subir pendiendo de una maroma no es algo fácil.

La Capella, desde el Cadafal, ocupaba el tiempo necesario ofreciendo distintos pasajes del Misteri mientras en lo alto se cambiaban los distintos aparatos aéreos.

Previamente, San Juan, San Pedro y dos Ternaris también se probaban ante un respetable que casi llenaba el templo, pertrechado, cómo no, de móviles y abanicos. Las cohetás en las aperturas del Cielo tampoco faltaron.

En la primera fila de la tribuna del Ayuntamiento estaban el alcalde Pablo Ruz, el rector de Santa María, Ángel Bonavía, el presidente ejecutivo del Misteri, Francisco Borja, y la edil de Cultura, Irene Ruiz. 

Sucesivos aplausos se repitieron durante la Prova de l'Àngel, que se prolongó más de hora y media desde las 18 horas.

Los ensayos generales del Misteri (con entrada de pago) tienen lugar los días 11 y 12, a las 22.30 horas, y el 13, a las 17.30, mientras que las escenificaciones tradicionales se celebrarán el 14 (primer acto, La Vespra) y el 15 (segundo acto, La Festa), a las 18 horas, con acceso libre al templo.