La Policía Local de Elche encontró a la víctima llorando en un solar y sin una zapatilla

La encontraron en medio de un solar en la calle Rocío, cerca del polideportivo de Carrús. Estaba llorando y le faltaba una zapatilla. Los dos agentes de la Policía Local de Elche que así la encontraron le preguntaron qué le ocurría. "Es un mal de amores", contestó, pero no era cierto, era otro caso de violencia de género, de maltrato. El Ayuntamiento está teniendo una especial sensibilidad en dar a conocer estos casos para que no se silencien.

La Jefatura de Policía Local de Elche ha relatado en un atestado un nuevo caso de violencia de género, detectado el pasado día 20 de enero y del que han dado cuenta ahora. El solar estaba asfaltado y su situación de indefensión conmovió a los agentes que "se acercaron a ella para ofrecerle ayuda e interesarse por lo que le había sucedido".

"Muy nerviosa"

La mujer de menos de 30 años, no quería dar mucha información. Para tratar de evitar contar lo que realmente le había ocurrido dijo que se trataba de “mal de amores”. Pero no dejaba de llorar y estaba muy nerviosa. En esta situación, siguieron interesándose por ella. Finalmente, esta vez sí, la mujer les contó que su pareja, que estaba estacionado en un vehículo cercano, le había dado un "fuerte bofetón en la cara con el que había perdido el equilibrio y con el que estuvo a punto de golpearse con un objeto debido a la agresividad con la que había pegado".

Tras continuar preguntándole, la mujer indicó que "no era la primera vez que le golpeaba, ya que lo hacía desde prácticamente el comienzo de la relación". Se habían conocido a comienzos del mes, con este 2024. Según se explica en el atestado elaborado por los agentes, con algo más de firmeza en sus explicaciones, la víctima relató otros episodios. En uno de ellos y "sin motivo alguno, le había agarrado del pelo por la parte de la nuca simulando golpearle fuertemente la cabeza contra un bidón". También había sufrido fuertes patadas en la espalda mientras dormía, explica el informe.

Víctima y agresor

Los agentes lo tuvieron claro teniendo en cuenta lo que habían oído. Solicitaron apoyo de otra patrulla y procedieron al arresto del supuesto maltratador, un hombre de 30 años que fue conducido a dependencias policiales para prestar declaración por estos hechos. Mientras tanto, a la víctima se le acompañó a un centro de salud para ser atendida y se le gestionó un alojamiento en un albergue pues no tenía donde pasar la noche. En definitiva, un maltrato de libro y con todos los ingredientes de una lacra social que parece que nunca acabará.

Hace una semana, la concejala de Mujer, Caridad Martínez, alertaba del aumento de atenciones, lo que había llevado a reforzar servicios básicos de atención a las víctimas.