Un radar láser permite a la Policía Local de Elche "cazar" excesos de velocidad a 1.200 metros de distancia

El nuevo aparato permite fotografías y grabaciones, tanto de día como de noche, detecta velocidades de hasta 320 kilómetros por hora y mide los aforos

Un agente calibra el aparato antes de colocarlo en el trípode desde el cual "disparará" cada vez que un vehículo rebase la velocidad

Un agente calibra el aparato antes de colocarlo en el trípode desde el cual "disparará" cada vez que un vehículo rebase la velocidad / Áxel Álvarez

M. Alarcón

M. Alarcón

Si usted es conductor es bueno que conozca que la unidad de Tráfico de la Policía Local de Elche no utiliza su radar cada día. Si lo hiciera, estaríamos apañados todos porque el cuadro de sanciones de la Dirección General de Tráfico (DGT) que tienen que aplicar, asusta. Los cien euros por sobrepasar en menos de 10 kilómetros la velocidad que marca la señal, vertical u horizontal, son un «caramelo» en comparación con lo que sucede a medida que excedemos dicho límite. Las multas, en cualquier caso, generan mucho más comentarios en las redes sociales si circulamos por vías urbanas que interurbanas y por varios motivos. El principal es que no esperamos que nos multen. De hecho, nos subimos el coche a diario sin pensar en ello, pero si vamos a tocar carretera... Ahí surgen las dudas. 

Hay que tener en cuenta que si vamos por una ronda de circulación de doble carril en cada sentido a 81 kilómetros por hora sin darnos cuenta de una señal que limita la velocidad 30 kilómetros por hora -y sí, estoy explicando el centenar de multas del pasado día 5 de febrero en el Pont del Bimil.lenari de Elche- se le aplicará al conductor la misma sanción que a otro que circulen a 171 kilómetros por una autovía, donde el límite habitual es 120 kilómetros por hora. Es la misma infracción y, ¿qué nos espera en ambos casos? Seiscientos euros de multa y seis puntos del carné porque para la DGT es el mismo exceso sobre el límite y no tiene en cuenta la velocidad final.

El radar adquirido por la Policía Local de Elche tiene una guía láser que detecta el vehículo y la velocidad

El radar adquirido por la Policía Local de Elche tiene una guía láser que detecta el vehículo y la velocidad / Áxel Álvarez

Controlar cómo de veloces circulamos es solo una de las tareas de la unidad de Tráfico de la Policía Local de Elche, un departamento que cuenta con tres agentes que, si el objetivo fuera sancionar, ya tendría alguno más. La unidad tiene una infinidad de tareas que también preocupan relacionada con la velocidad: control de taxis, de autobuses, transporte escolar, competencia desleal, licencias, camiones,... Por lo tanto, que un día u otro sancionen es algo aleatorio porque tienen mucho más trabajos. No está preparado ni premeditado. 

Seguridad vial

El concejal de Movilidad, José Claudio Guilabert tiene claro dos cosas, «ni somos un gobierno que piense en multas ni sanciones ni tampoco nos quedamos de brazos cruzados cuando hablamos de la seguridad vial en Elche, que es una responsabilidad para todos nosotros y estamos muy sensibilizados».

Guilabert perdió hace menos de dos años a un compañero de filas, Sergio Rodríguez, en un accidente en el que su vehículo fue embestido por otro cuyo conductor dio positivo en consumo de estupefacientes. De ahí que todos tengan una sensibilidad especial con lo que atañe con personas a un volante.

Última adquisición

Salimos a la calle a ver el último aparato con que cuenta la Policía Local para el control de velocidad. Los agentes que componen la unidad atesoran tanta experiencia que son capaces de recordar con facilidad una veintena de puntos del casco urbano o de los accesos a Elche donde si van saben que hacen estragos. Recuerdan un contenedor, una señal, un cruce, y saben perfectamente de qué están hablando y a dónde deben ir. Vías perfectamente señalizadas donde no cabe la duda de que el conductor está viendo con toda nitidez las señales de limitación que está infringiendo. 

Esta es la imagen que se puede ver a través del nuevo radar láser de la Policía Local de Elche

Esta es la imagen que se puede ver a través del nuevo radar láser de la Policía Local de Elche / Áxel Álvarez

Radar láser

La última adquisición del departamento es un nuevo radar láser que vendrá a complementar al tradicional que va instalado en un vehículo camuflado y que ofrece prestaciones muy distintas, pero al que le tienen gran «cariño» por su fiabilidad. El nuevo ofrece mejoras, la más llamativa, el hecho de que pueda sancionar a un vehículo que circulan a 320 kilómetros por hora a 1.200 metros de distancia. Sí, como lo leen. Hasta esa velocidad máxima mide. Ocho horas de autonomía, grabación y fotografía, y un manejo sencillo. Visualmente, parece una pistola porque hasta tiene su propio gatillo, pero por las especificaciones técnicas, se tiene que utilizar mediante un trípode. Tanta sensibilidad requiere una superficie suficientemente estable.

Es la única forma de que funcione correctamente. Se puede multar en el siglo XXI sin ver ni al flash ni tampoco a la patrulla de lo lejos que está. Permite también controlar aforos (paso de vehículos en un tiempo determinado) y todo su trabajo lo hace mediante un sofisticado cifrado de datos para garantizar la Ley de Protección transmitiendo al mismo tiempo en vivo y con descarga automática de ficheros. Todo está pensado.

Disparo

Y no, este no fue el radar utilizado el 5 de febrero en el Pont del Bimil.lenari por una patrulla que tras la reducción de la vía de 50 a 30 kilómetros por hora cazó a casi un centenar de vehículos en cuestión de minutos. Lo fue el tradicional cinemómetro, dentro de un vehículo camuflado que dispara a una distancia de 20 metros como máximo y con prestaciones distintas. Su uso quizá sea mucho menos engorroso pues se programa y, sencillamente, dispara él solo. ¡Y cómo dispara! El diario fue testigo de ello, lo que da para pensar cuando se comprueba que la mitad de los conductores en una vía, a la que acuden puntuales algunas veces los agentes porque registran muchas quejas vecinales, precisamente por la elevada velocidad de los vehículos, como es el camino Viejo de Santa Pola, van a recibir en los próximos días una carta certificada que no le gustará. En poco más de 15 minutos una veintena de sanciones entre 41 vehículos que pasaron por allí.

El tramo estaba señalizado a 40 kilómetros y el radar se calibró a 51 kilómetros por hora. Era un tramo algo sinuoso por lo que la mayoría se llevó una sanción de 100 euros sin pérdida de puntos, pero al menos cuatro excedían en más de 20 kilómetros el límite máximo (circulaban a más de 60 kilómetros), lo que supone 300 euros y la pérdida de dos puntos del carné de conducir. Y de ahí para arriba, hasta los 600 euros y seis puntos.

Un vehículo puede encontrarse con un radar cualquier día en Elche, no hay ni días fijos ni turnos de servicio

Un vehículo puede encontrarse con un radar cualquier día en Elche, no hay ni días fijos ni turnos de servicio / Áxel Álvarez

Ocurrió el martes a media mañana, de un día soleado, lo que demuestra que tanta tecnología, que ha hecho vehículos en los que apenas se escucha el motor porque están aislados acústicamente o son eléctricos, y con mucha cilindrada, hace pensar a los conductores que apenas se mueven sobre el asfalto por el falso silencio que les rodea, mientras sus berlinas superan con creces la velocidad permitida y ellos van escuchando música.

La mitad de coches que circulaban el martes al mediodía por el Camino Viejo de Santa Pola iba a más velocidad del límite

Dos agentes durante un control de vehículos en el Camino Viejo de Elche

Dos agentes durante un control de vehículos en el Camino Viejo de Elche / M. Alarcón

El cinemómetro convencional, instalado en un coche camuflado, dispara la cámara a una distancia de 20 metros

Ingenios antimultas

La Dirección General de Tráfico, como muchas policías locales, han descubierto recientemente un nuevo sistema para que las cámaras de los radares no puedan grabar la matrícula.  

Son unas pegatinas similares a los números, que se solapan sobre estas haciéndolas imperceptibles. Solo desde muy cerca se puede observar que realmente ese «3» o ese «5» tienen encima el mismo número. Cuando el flash dispara esos números no aparecen sobreimpresionados, lo que impide que se identifique la matrícula porque refleja la luz y con ello al turismo infractor. La novedad ha llegado de Italia, pero ¡ojo!, se trata de una infracción grave de 200 euros de multa. Y si a alguno se le ocurre cambiar el número por otro podrían incurrir en un delito de falsificación documental, penado con 6.000 euros y hasta tres años de cárcel. Ahora la elección, como apretar el acelerador, es solo suya.

Multas que se notifican casi de forma automática

Hechas las verificaciones y anotados los datos básicos, cuando un radar se pone en marcha no hay nada que lo pare. La información se vuelca en tiempo real en tabletas o bien se descarga, dependiendo del modelo, lo que hace que se adjunten de forma automática los datos y se envíen directamente a la unidad sancionadora y de esta al organismo tributario. En menos de una semana el infractor tiene el aviso o se lo han entregado en mano. La celeridad en la gestión de la multa, que llegará un momentos que nos llegue antes de volver a casa con el vehículo, también es importante para la concienciación de los conductores. Antaño tardaban tanto en notificarse que los infractores ni se acordaban de cuándo pasaron por esa vía.