Segunda RFEF

César Moreno se gana los galones en el Hércules por tercera vez

El canterano franjiverde se adueña del centro del campo tras cinco semanas como suplente

Ha iniciado todas las temporadas en el banquillo desde que es blanquiazul

César Moreno le gana la partida a Samu Vázquez en un entrenamiento en la Ciudad Deportiva.

César Moreno le gana la partida a Samu Vázquez en un entrenamiento en la Ciudad Deportiva. / HCF

Pedro Rojas

Pedro Rojas

Inquieto y tímido a la vez. Confiado en sus posibilidades, consciente de sus enormes condiciones futbolísticas y adicto a los cambios de capilares. César Moreno lo ha vuelto a hacer. Se ha ganado los galones que le niegan los veranos. El cartagenero, después de cinco semanas seguidas en el banquillo, le ha ganado la partida a Carlos Mangada y se ha adueñado del centro del campo del Hércules. Desde que llegó en agosto de 2021, cazado al vuelo por Carmelo del Pozo, siempre le ha ocurrido igual. Ni Sergio Mora, ni Ángel Rodríguez ni Rubén Torrecilla, los entrenadores que han iniciado los últimos cursos en el banquillo blanquiazul, han confiado en el canterano franjiverde de partida, aunque todos han terminado rendidos a su potencial.

A César Moreno le cuesta entrar en dinámica de competición, pero cuando lo hace, se convierte en capital para sostener el juego y equilibrar cualquier sistema en la cuarta categoría. A su capacidad de sacrificio y su entendimiento de la acción defensiva ha unido este año algo que no lograron sacarle los dos predecesores del extremeño: proyección y relevancia ofensiva.

Frente al Cerdanyola, en su segunda titularidad consecutiva, el pivote murciano brilló a gran altura a pesar de que un error suyo nada más comenzar el choque a punto estuvo de costarle el 0-1 al Hércules. Fue el único fallo que cometió. Después, ofreció un recital de dirección, de apoyo en la salida limpia de la pelota y de presión tras pérdida. Esa versión de César Moreno es irremplazable. El Hércules lo sabe. Lo que falta es que tenga la regularidad suficiente como para seguir desarrollándola hasta el punto de que valga la pena pagar por ella más de dos millones de euros.

2 MILLONES

El precio de partida para la futura venta del jugador

► César Moreno tiene contrato con el Hércules hasta junio de 2027 tras renovar su vínculo el curso pasado.

El centrocampista es uno de los activos de la propiedad, que el curso pasado le ofreció la renovación de contrato hasta 2027. La negociación acabó bien. César mejoró sus condiciones laborales, se aseguró continuidad, mejoró su salario y se reservó una cláusula por la que el Hércules debía facilitarle (sin contraprestación) la salida a un club de LaLiga si alguno solicitaba su cesión. El dueño de la SAD blanquiazul accedió a pesar del riesgo de perderlo a última hora en una operación fugaz de cierre de mercado porque cuanto mejor sea el escaparate en el que se dé a conocer César Moreno, más copiosa será su futura venta, en caso de producirse.

El cartagenero le ha ganado la partida a Carlos Mangada y el sábado cuajó una gran actuación individual

De momento, el canterano del Elche, que forzó su marcha del Martínez Valero después de que Fran Escribá no le garantizara que fuera a quedarse fijo en el primer equipo, en Segunda División, tras completar toda la pretemporada con la primera unidad, aceptó la propuesta de Del Pozo, que vio en él una personalidad futbolística y unos fundamentos con sello futuro de balompié profesional, bien como blanquiazul, bien como venta plausible.

César Moreno tiene un precio de base para empezar a negociar: dos millones de euros. Pero para que un club pague por él lo que el Barça abonó por Abde, hará falta que exhiba regularmente todo el potencial que atesora. Torrecilla, de momento, no se casa con nadie, así que si continúa jugando de partida será porque se lo gane.

Nico Espinosa golpea con rosca el balón durante el partido contra el Cerdanyola en el Rico Pérez de Alicante.

Nico Espinosa golpea con rosca el balón durante el partido contra el Cerdanyola en el Rico Pérez de Alicante. / Alex Dominguez

Nico Espinosa acaba con nueve meses de angustia y mira al futuro

Nico Espinosa disputó frente al Cerdanyola sus primeros minutos en partido oficial después de nueve meses. El canterano del Hércules ingresó en el campo en el 87 y, a pesar del poco tiempo del que dispuso, fue capaz de fabricarse dos ocasiones de peligro, una de ellas, con finalización de jugada que se marchó fuera por muy poco tras un golpeo con rosca desde el vértice del área. El joven alicantino reapareció ovacionado por la grada, deseosa de ver triunfar a una de las perlas con más cualidades que ha dado la base blanquiazul. 

Nicolás, que el curso pasado apenas participó en cinco encuentros, ninguno completo, se lesionó por última vez el pasado 15 de enero, durante la visita del CD Ibiza al Rico Pérez. Desde entonces, quirófano en Madrid y, sobre todo, un larguísimo periodo de rehabilitación para volver a competir al nivel que todos le suponen. 

Casi 300 días de trabajo duro, la mayoría en solitario, en el gimnasio, en la camilla del fisio o en un rincón del campo de entrenamiento siguiendo las indicaciones del readaptador. Su concurso el sábado pone fin a una etapa de superación personal que Nico, con 23 años recién cumplidos y ficha profesional, espera que le hayan valido para ser mejor futbolista.