La Generalitat acaba con un punto peligroso de la CV-820 entre Agost y Novelda

La Generalitat ha finalizado una obra en Agost que ha tenido múltiples beneficios: ha suprimido un peligroso cuello de botella en la CV-820 que une la localidad con Novelda; ha puesto en valor la vía verde del Maigmó que pasa por encima de la carretera, ampliando su puente y habilitando un nuevo acceso; ha acabado con los problemas de acumulación de agua de lluvia en este punto de la red viaria autonómica y mejorado el acceso peatonal a Agost; y por último ha recuperado patrimonio reutilizando un puente centenario de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV).

La obra de la Conselleria de Obras Públicas y Movilidad arrancó el pasado otoño y ha terminado el mes pasado, tras una inversión de más de 600.000 euros. A la salida de la CV-820 en dirección Novelda existía un peligroso cuello de botella por el antiguo puente de la línea de ferrocarril Agost-Alcoy, reconvertida desde hace años en vía verde, lo que hacía que la calzada se estrechara de los nueve metros que tiene el resto a siete, al perder los dos arcenes por los estribos del viaducto.

Esta inexistencia de arcén ni acera suponía sobre todo un problema para ciclistas, motoristas y peatones, así como para vehículos pesados. La actuación inicialmente contemplaba el derribo de los estribos, algo que denunciaron en 2020 colectivos culturales, incluyendo el proyecto finalmente el desmontaje y reconstrucción de estos elementos, al estar protegidos.

La nueva actuación, además de dar solución a la seguridad de la carretera, también resuelve su capacidad de drenaje ya que se trata de un punto donde se suele acumular el agua en períodos de fuertes lluvias.

Las obras han consistido en la ampliación de la carretera en el kilómetro 9 a través de la rehabilitación y la reutilización de una estructura metálica ferroviaria de 21 metros, cedida por FGV mediante convenio con el Ayuntamiento de Agost, ya que se trata de un bien patrimonial catalogado que estuvo en Teulada y Altea, y que tiene más de 100 años.

Así, se ha sustituido el antiguo puente, muy deteriorado y corto para la obra acometida, por otro más largo y resistente, para acabar así con el cuello de botella. Ha sido pintado y restaurado, dando una imagen mucho más cuidada a este punto de la vía verde, muy frecuentada por ciclistas y senderistas.  

La actuación se ha completado con una mejora del acceso ciclopeatonal al casco urbano de Agost, en una longitud de 224 metros, al habilitar una acera en este punto de la carretera, así como una conexión directa desde la CV-820 con la vía verde del Maigmó, justo antes de llegar al puente en dirección Agost.

Además, en este tramo se ha mejorado el firme de la calzada para una mayor seguridad y comodidad de la circulación motorizada. En cuanto al drenaje, se ha instalado un colector 350 metros de longitud y de 63 centímetros de diámetro, con 14 pozos de registro, para evacuar las aguas pluviales. Y se ha ampliado la iluminación del acceso al casco urbano mediante 5 puntos de luz de 9 metros de altura y varios muros de mampostería que delimitan el viario.

El alcalde Juanjo Castelló ha mostrado su satisfacción por la obra acometida, ya que “se ha habilitado un acceso directo a la vía verde, se ha mejorado la seguridad en la carretera y se ha solucionado el problema de la acumulación de agua cuando llueve en la zona”. 

Este puente metálico que luce ya en la vía vede de Agost estaba ubicado en el barranco de Moneder, en Altea, donde se instaló hace ya más de un siglo cuando se desarrolló la línea férrea entre Alicante y Dénia. FGV. Y en 2019 fue retirado y trasladado a una rotonda en Teulada. 

Polémica

Por otra parte, tal y como ya informó este medio en 2020, poco después de anunciar la Conselleria el proyecto, parte de este viaducto estaba protegido. El Instituto de Historia Ferroviaria de Alicante (Railia), la Plataforma Comarcal por la Movilidad Sostenible (PCM) y el ecologista y exedil de Alicante Miguel Ángel Pavón alertaron entonces que la actuación no se podía llevar a cabo si comportaba la demolición de los estribos, elementos centenarios que están protegidos. Y al redactar el proyecto la Conselleria confirmó este extremo e incluyó su traslado para su recolocación en la nuevo ubicación.