La Ciudad de la Justicia de Alicante se mueve

Los trabajos de demolición de aparcamiento que ocupaba la parcela donde se construye el futuro complejo judicial centran los primeros meses de las obras del macroproyecto

Imagen de los trabajos de demolición y desmontaje del aparcamiento en el solar donde se levantará la Ciudad de la Justicia.

Imagen de los trabajos de demolición y desmontaje del aparcamiento en el solar donde se levantará la Ciudad de la Justicia. / AXEL ALVAREZ

J. A. Martínez

J. A. Martínez

La Ciudad de la Justicia de Alicante sigue dando pasos para pasar de ser una realidad en lugar de uno de esos proyectos eternamente prometidos. El aparcamiento que durante años ha ocupado la parcela donde se levantará el futuro edificio ya no existe. Durante estos primeros meses de obras, las máquinas excavadoras han estado centradas en la demolición de las antiguas instalaciones. Desmontando zapatas, losas y soleras de hormigón armado, el asfalto del antiguo aparcamiento, así como el pavimento urbano que hasta ahora se encontraba en la parcela, a fin de dejarla expedita para que las máquinas puedan comenzar a excavar los cimientos donde se levantará el futuro edificio.

Esta construcción se trata de uno de los proyectos emblemáticos que tiene previsto el Consell para la provincia de Alicante, aunque no está previsto que los trabajos estén finalizados hasta el año 2025. Tras más de dos décadas de retraso del proyecto, el reloj se puso en marcha para la Ciudad de la Justicia de Alicante el pasado 16 de enero con la firma del acta de replanteo de las obras, un acto que marca el inicio formal de los trabajos. El plazo de ejecución del proyecto es de 33 meses. Una Unión Temporal de Empresas formada por Ferrovial y Servitria se hizo con el contrato para ejecutar la obra por 61 millones de euros a finales del año pasado. Este jueves Ferrovial era noticia después de que su junta de accionistas aprobara el cambio de sede a los Países Bajos, una polémica decisión por la que ha llegado a tener choques con el Gobierno Central. La inversión prevista es de 72,7 millones de euros. Para este primer año de obras, el presupuesto asciende a 14,5 millones de euros.

El edificio constará de siete plantas, 47.000 metros cuadrados de superficie construida levantados sobre una parcela de 5.500 metros cuadrados en el antiguo acuartelamiento de San Fernando. Con esta obra se pretende acabar con la dispersión de sedes judiciales en Alicante, ya que actualmente todos los juzgados se encuentran repartidos hasta en diez lugares diferentes.

Detalles de los trabajos de demolición en la parcela donde se levantará el complejo.

Detalles de los trabajos de demolición en la parcela donde se levantará el complejo. / AXEL ALVAREZ

Una vez desmontado el antiguo aparcamiento, continúan los trabajos de desmontaje de las soleras de hormigón, los muros y las vallas existentes. Fuentes de la Conselleria de Justicia indicaron a preguntas de este diario que la demolición del muro que da hacia la avenida de Aguilera estaba a la espera del desvío de la línea de Iberdrola, que estaba previsto para esta semana. También ha comenzado el hormigonado de los bataches del muro pantalla que da hacia la calle Escultores Hermanos Blanco.

El proyecto

En una tramitación plagada por todo tipo obstáculos, hubo hasta una modificación del Plan General en la zona para que se permitiera al edificio tener dos plantas más de las inicialmente proyectadas, a fin de evitar que el proyecto se quedara pequeño. Dos de las plantas de sótano estarán destinadas a albergar 180 plazas de aparcamiento y los archivos del edificio; mientras que en el semisótano se ubicarán los calabozos para los detenidos y las dependencias para el Instituto de Medicina Legal. La planta baja albergará algunos de los servicios principales, desde el juzgado de guardia, la oficina de denuncias y el Registro Civil.

En el primer piso se ubicarán todas las salas de vistas (un total de 23); mientras que en la segunda planta habrá otras dos especialmente habilitadas para macrojuicios; así como el centro de mediación y la secretaría de asuntos generales. La tercera, la cuarta y la quinta planta contendrían las oficinas y despachos de los distintos juzgados del edificio. El sexto piso albergaría a la Fiscalía; mientras que el séptimo quedaría como reserva para futuras ampliaciones. En el ático, se encuentra el Decanato y la secretaría de coordinación. Esta sede judicial tendría también distintos accesos para profesionales y público, así como conducciones especiales para evitar que los detenidos trasladados coincidan con los usuarios de las instalaciones en el tránsito por los pasillos. 

La Conselleria de Justicia y el Ayuntamiento de Alicante quieren que la construcción vaya más allá de ser una mera sede judicial y la ven como un elemento arquitectónico para vertebrar tres barrios distintos: Benalúa, Alipark y Princesa Mercedes, y con una apuesta por los espacios abiertos. Dentro del mismo edificio, habrá una plaza con vegetación abierta al público y por el que se podrá pasear. A través de ese recinto se tendrá acceso a los principales servicios del edificio.

En busca de sede para el Tribunal de Marcas

El Diario Oficial de la Generalitat publica este jueves otra vez la convocatoria para la adquisición directa de un local en Alicante para albergar los juzgados de marca comunitaria. Actualmente, los tres órganos judiciales que se encargan de resolver estos asuntos en primera instancia se encuentran dispersos en dos sedes distintas. La idea es concentrarlos todos en el mismo local. Aunque esta convocatoria ya se publicó en diciembre, la Conselleria ha abierto otra nueva porque los locales que se ofertaron excedían la superficie que se reclamaban. En la convocatoria se reduce de 1.000 a 850 metros cuadrados construidos. El plazo para presentar ofertas es de dos semanas.