El Pleno de Alicante cambia de caras

Quince concejales del Ayuntamiento de Alicante no seguirán el próximo mandato al no figurar en las candidaturas municipales al 28M, aunque hace cuatro años solo repitieron cinco de 29 - Dos ediles salientes van en listas autonómicas

Composición inicial del Pleno de Alicante, antes de las salidas precipitadas de Julia Llopis y Manuel Jiménez

Composición inicial del Pleno de Alicante, antes de las salidas precipitadas de Julia Llopis y Manuel Jiménez / HECTOR FUENTES

C. Pascual

C. Pascual

Una renovación, pero controlada. Tras las próximas elecciones municipales del 28M, el Pleno de Alicante sufrirá un significativo cambio de imagen, aunque no tan radical como hace cuatro años cuando solo cinco ediles repitieron. Ahora, más de la mitad de sus actuales integrantes no seguirá al no figurar en ninguna las candidaturas oficiales a las municipales. La cifra inicial (15 de 29), eso sí, no es definitiva, ya que puede aumentar según se comporten las urnas: no todos los aspirantes tienen asegurado un puesto de salida. 

Tras confirmarse las listas, solo un grupo del Ayuntamiento puede mantener a sus actuales miembros durante los próximos años, aunque para lograrlo debe mejorar los resultados de 2019. Se trata de Unidas Podemos, ya que Xavier López y Vanessa Romero van de «dos» y de «tres», respectivamente, en la candidatura de la coalición de izquierdas, que ahora encabeza un militante de EU, Manolo Copé. Así, la formación necesitaría pasar de dos a tres ediles en el Pleno para mantener a sus dos actuales miembros en la Corporación.

El resto de grupos, mejoren o empeoren resultados en la próxima cita con las urnas, sufrirán cambios. Eso es indiscutible. Le sucede, por ejemplo, a los otros dos grupos minoritarios del Ayuntamiento durante este mandato, que pese a situarse en posiciones antagónicas en el tablero político guardan similitudes respecto a su renovación. En ambos casos, solo uno de sus dos miembros podría seguir hasta 2027. En Compromís, el portavoz municipal, Natxo Bellido, uno de los veteranos del Pleno que tiene la mente en el Botànic aunque no va en la lista autonómica, ya no repetirá, aunque sí puede hacerlo su compañero, Rafa Mas, que va de alcaldable por la coalición. En el caso de Vox, el portavoz municipal, Mario Ortolá, necesita que la formación repita resultados este 28M para continuar en el Pleno, al ir de «dos» en una lista con nueva candidata, Carmen Robledillo. El todavía concejal JoséBonet es uno de los miembros del Pleno que se jubilará cuando se renueve oficialmente la Corporación, a mediados de junio. 

Pese a ser de una generación similar, los socialistas Miguel Millana y Manuel Marín no quieren ni oír hablar de retiro profesional. No, por el momento. Ambos aspiran a seguir activos en lo laboral, y ligados a la empresa, aunque ya fuera del Ayuntamiento. Tampoco continuarán otros tres ediles del grupo del puño y la rosa, como son Francesc Sanguino -que arrancó el mandato como portavoz-, Lara López y Lola Vílchez. Así, solo cuatro de los nueve actuales representantes -en 2019, hubo renovación completa tras la traumática experiencia del tripartito- pueden aspirar a encadenar un nuevo mandato, aunque con tensión desigual. Y es que Trini Amorós tiene segura su continuidad salvo batacazo electoral, a Raúl Ruiz y a Llanos Cano les vale con repetir resultado en las urnas, mientras que Manuel Martínez necesita que el PSOE crezca en representatividad para mantener su acta como edil al ser el «diez».

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En Ciudadanos, cuatro de los actuales cinco concejales tienen seguro que no seguirán con independencia del 28M, ya que ni la vicealcaldesa y portavoz del grupo, Mari Carmen Sánchez, ni otros dos ediles (Antonio Manresa y María Conejero) figuran, mientras que José Luis Berenguer ocupa un puesto testimonial en la lista que encabeza el único edil que puede continuar, Adrián Santos Pérez, que este año ha completado su segundo mandato en el Ayuntamiento de Alicante, tras sus cuatro años durante uno de los gobiernos de Sonia Castedo. 

También acumula varios mandatos alternos, bajo siglas distintas, otro de los concejales que está a punto de abandonar el Pleno: José Ramón González. El edil del PP fue, en tiempos pretéritos, miembro de la Corporación bajo las siglas del CDS. Ahora, González piensa en la jubilación, aunque dice que todavía queda alguna opción de seguir activo en lo laboral. Lo que es seguro es que no seguirá como concejal tras acumular dos mandatos consecutivos con el PP, en ambos bajo las órdenes de un Luis Barcala que ha renovado su candidatura. De los nueve miembros actuales, cuatro no continuarán, y no todos por las mismas razones. Ni voluntad.

A González se le unen Manuel Jiménez, que finalmente no irá en la candidatura por la polémica derivada de la gestión de unos contratos menores cuya legalidad tendrá que dictaminar un juez, y los dos únicos ediles que optan a un escaño en las Cortes. Uno, por su posición, lo tiene seguro: Carlos Mazón, que tras cuatro años como edil (sin competencias) y presidente de la Diputación, ahora opta a ser jefe del Consell. El alicantino va de «uno» por la provincia. También aspira a ser parlamentaria Julia Llopis, que fue concejala popular hasta que Barcala le confirmó recientemente que no formaría parte de la nueva lista popular, lo que precipitó su salida del Ayuntamiento, su ruptura con el PP y su fichaje por Vox. Muchas sorpresas deberían deparar las urnas para que el resto de concejales del PP (Manuel Villar , Mari Carmen de España, Antonio Peral y Lidia López) no siguieran cuatro años más, encabezados por Barcala. 

Así, con independencia de los resultados electorales, el Pleno de Alicante vivirá una renovación significativa, con al menos quince marchas, que pueden ser más. Un cambio más profundo del que habría deseado la mayoría de los salientes, ya que salvo dos excepciones -Mazón y Berenguer- el resto de salidas no son del todo voluntarias, con sus matices. La política -admiten- engancha.