HACE 50 AÑOS

El Hércules vuelve a Primera

El conjunto de Arsenio Iglesias vence en Pamplona y retorna a la élite ocho años después

Hace 50 años en Alicante, del 20 al 26 de mayo de 1974: el Hércules vuelve a Primera 8 años después

Perfecto Arjones

Para los más supersticiosos, la aventura no empieza demasiado bien. El Hércules se juega el ascenso a Primera División en casa de Osasuna en la última jornada de Liga. La expedición se pone en marcha, por delante espera un plácido vuelo a Pamplona, pero algo pasa. La veintena larga de viajeros debe ahora embarcarse en un largo trayecto en coche cama hasta San Sebastián. Si en un principio se buscó comodidad, la suerte no ha acompañado. Tras la odisea, una vez en la capital navarra, los hombres de Arsenio Iglesias estiran las piernas y se ejercitan en el campo del Peña Sport de Tafalla. No es un entrenamiento amable, la lluvia no cesa y el viento hace que la práctica sea antipática. Sin embargo, nada altera el rumbo del equipo blanquiazul, lanzados a por el ascenso a Primera y con el acicate de tener un señor estadio a punto de estrenar.

El domingo 26 de mayo de 1974 el Hércules se imponía por 1-2 en El Sadar con goles de Andreu y Aicart y volvía a la élite del fútbol español tras ocho años que habían parecido veinte, principalmente por dos temporadas en las oscuridades de la Tercera División. El partido lo encarriló rápido el conjunto alicantino, que ya ganaba al cuarto de hora, aunque no todo le fue de cara. Eladio falló un penalti e incluso se cuestionó la actuación del árbitro. Osasuna, que ya llegaba descendido a Tercera, no se arrugó y puso el 1-2 a falta de diez minutos. No hubo mayor oposición, el Hércules volvía a Primera junto con el Betis y el Salamanca.

A su vuelta a Alicante, la plantilla fue recibida en olor de multitudes y la plaza del Ayuntamiento vitoreó a aquellos jugadores que quedaron para la historia: Rivera, Pachón, José Antonio, Baena, Nagy, Omar Rey, el joven Albaladejo… A la bajada del autobús la afición aupó a Arsenio, el arquitecto en lo deportivo de la gesta, en una foto icónica que nos dejaría Arjones para la posteridad.

Aquellos días fueron el paraíso para el aficionado al deporte en Alicante porque ese mismo fin de semana se inauguraba el pabellón, junto al Rico Pérez, con nada menos que la final de Copa de baloncesto. El Real Madrid, alojado en el Palas, vencería con autoridad al Joventut, que se instaló en el Meliá. Fue aquel un estreno brillante con las mejores estrellas del panorama nacional en nuestra ciudad, la lista era larga. El alicantino, todavía huérfano de baloncesto de élite, pudo presenciar a Pedro Ferrándiz, entonces técnico blanco, y a sus jugadores Corbalán, Luyck o Brabender. En el conjunto catalán, otros ases como Buscató o Margall. La presencia de TVE le dio aún más relevancia a aquella cita.

Por si fuera poco, el día siguiente, el domingo en el que el Hércules ascendía a Primera en Pamplona, el pabellón acogía los octavos de final de la Copa de balonmano. El Barça de Falomir, Raga o De Andrés se imponía al Calpisa de Pitiu, Gomis o Griñó por 16-19. Quedaba la vuelta en la Ciudad Condal, pero el gran Calpisa ya se estaba gestando y sólo una temporada después levantaría su primer título de Liga.

Aunque las grandes citas eran deportivas, Alicante continuaba con sus disputas habituales. El problema con el Benacantil era uno de los temas candentes porque el Ayuntamiento había llevado a cabo los primeros trámites de un proceso para cambiar su suelo de zona verde a edificable. Tal semana como ésta pero de hace 50 años una voz autorizada como la de Luis Berenguer, exdecano del Colegio de Abogados, se pronunciaba sobre un asunto que había levantado a la ciudadanía: «Si es zona verde ni se puede ni se debe construir». El consistorio municipal buscaba ubicar ahí un centro para la tercera edad, pero Berenguer, recogiendo el guante de los alicantinos, decía: «Estamos de acuerdo que es necesaria la construcción pero en otro lugar».

Alicante perseguía entonces la creación de una «ciudad sanitaria». Para ello había programado una nueva escuela de enfermería con 200 plazas que estaría abierta en 1975, así como un hospital broncopulmonar, sumado a los estudios de Medicina que ya se impartían el CEU (la actual Universidad). Además, esta semana inauguraba nuevas instalaciones en la Residencia: el edificio de urgencias, la central de esterilización y la de cuidados intensivos.

Mientras, Benidorm ya calentaba motores para el verano y en aquel final de mayo llegaba un aluvión de licencias concedidas para mesas y veladores en la vía pública frente a las playas. También se acordaba la demolición de 33 quioscos que estaban instalados sin permiso en la zona de retranqueo.

Por si fuera poco el deporte que había copado páginas aquellos días, ahora buscaba el hueco en la provincia el golf y en Mutxamel se trabajaba para estrenar un nuevo campo, el mejor de la provincia decían, con 57.000 metros cuadrados. Aquel Almaina Park, ubicado en la partida de Monnegre y que pretendería ser el mayor centro de golf de Europa, dispondría de un complejo turístico admirable.

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